CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Si no cuidan la imparcialidad de las elecciones, se puede perder la credibilidad del INE y del IETAM, advirtió Lorenzo Córdova, quien aseguró además que las elecciones de este año no han sido amenazadas por el crimen organizado.
El Presidente del INE llegó a esta ciudad para abrir un nuevo ciclo de conferencias organizado por el Instituto Electoral de Tamaulipas, en medio de una serie de litigios jurídico-electoral en el que están involucrados Acción Nacional, PRI y el propio organismo electoral.
“Si no cuidamos nuestras elecciones, si no cuidamos nuestra institucionalidad electoral, si no cuidamos nuestra democracia, así como México es el país con menor satisfacción de todo el continente americano, por su democracia, a lo mejor somos el primero que si no nos cuidamos, acaba revirtiendo lo que se da por sentado”.
En su conferencia magistral, reconoció que Tamaulipas es un estado complejo, con una lógica propia, con la que se tiene que enfrentar el proceso electoral.
“En Tamaulipas los desafíos son específicos, son muchos, Tamaulipas es un estado complejo, pero es un estado que tiene una punta de lanza en la reivindicación desde este punto de vista en la consolidación democrática en México”.
Lorenzo Córdova hizo una exposición del proceso de transición que vivió el país en materia electoral con la Reforma de 2014, que busca dejar una organización eficaz pero resultó muy compleja, al grado que después de cien años de vivir elecciones en el país, en el 2015 estuvo a punto de no haber comicios.
“Lo digo con toda franqueza, y sin ningún ánimo de estridencia, estuvimos muy cerca, me atrevo a decir, en cuestión de horas, de no tener elecciones en el país”, reconoció por primera vez el Presidente del INE.
Dijo que en cien años, a pesar de que el país no se han caracterizado como un prototipo de sistema democrático, se gestó una modalidad en términos del sistema de partidos. “En cien años nunca se ha dejado de realizar elecciones y el año pasado, afortunadamente no se suspendieron elecciones, pero estuvimos muy cerca, en cuestión de horas, de no tener elecciones”.
Argumentó que hubo un conjunto de demandas, muchas de ellas legítimas y compatibles: “En un país con las problemáticas de pobreza, desigualdad, impunidad, corrupción, inseguridad, es natural que en la sociedad aflore un sin número de demandas, muchas de ellas absolutamente legítimas, pero en el momento en que se aparejan en su consecución, con el discurso, o peor toda vía con la actuación tendente al impedir las elecciones, pierden toda legitimidad democrática”.
Recordó que algunos actores de 2015 con los que tuvieron interlocución plantearon la amenaza, en ocasiones sólo discursiva, en otros casos con acciones, con tal de impedir las elecciones.
“Tuvimos una cantidad de interlocutores que plantearon este tema. Hubo amenazas de indígenas por el derecho de agua, la violación a su derecho fundamental, Cafetaleros en el soconusco afectados por plagas en sus cosechas y no habían recibido recursos públicos del gobierno estatal”.
“Transportistas que reclamaron promesas incumplidas. La desaparición de los 43 normalistas en Iguala que provocó una movilización de carácter nacional. Las demandas de algunos sectores del sindicato de maestros que amenazaron si no se daba marcha atrás con la reforma educativa”.
Córdova planteó un escenario advirtiendo una serie de reclamos, legítimos o no, que pueden abanderar la causa de impedir las elecciones y conseguir los objetivos de los institutos electorales.
Y remarcó: “Me parece que tiene que hacernos reflexionar seriamente, de cómo estamos organizando las elecciones”.
A pesar de lo anterior, dijo, la gente salió a votar en el 2015, en unas elecciones intermedias donde se consiguió “el no despreciable 48% de la participación ciudadana”.
Recomendó a todos, consejeros y funcionarios del INE y del IETAM considerar que ante las “retóricas antidemocráticas, las retóricas autoritarias, creo que, en ese contexto, estamos obligados a entender que en la consolidación democrática y la consolidación electoral, son una obra colectiva.
“Los partidos políticos no pueden actuar como si lo que ocurre con la democracia y las elecciones no los involucrara o peor todavía, también hay una responsabilidad de los gobiernos; la intromisión de los gobiernos es la mejor manera de reventar la consolidación democrática”.
