Correcaminos tiene una actividad atípica, contraria al comportamiento que tanto criticamos y señalamos en los últimos años pues hoy, con un paseo por la calle Hidalgo se darán un auténtico baño de pueblo.
Ni más ni menos raza, desde hace mucho veníamos diciendo que Correcaminos había dejado de ser de la gente, que se había convertido en un juguete de unos cuantos y si algo tenía era un aire elitista, un tufo ricachón que en años pasados impregnaron al equipo que poco se le podía recriminar porque resultados estaba dando, al menos protagonismo que se enmarcaba en finales, perdidas, pero finales al fin y al cabo.
Hoy, sumido en una crisis de identidad, con las peores entradas en su historia, el cuadro naranja necesita que su imagen vuelva a ser palpable para las masas, para aquellos que batallan para juntar los pesos ya no digo para comprarse la camiseta, sino para adquirir un boleto y que con todo y eso le piensan porque luego hay que regresarse a pie a casa porque no hay ni micros que vayan a las colonias a esa hora desde el estadio.
A Correcaminos se le olvidó que sus cartas fuertes estaban en los barrios de la ciudad, no en los clubes ni centros sociales, que sus porras venían de ejidos y de los municipios vecinos, de Güémez, Padilla, Jaumave, Llera, que su raza más fiel no llegaba en carro y muchos menos con chofer hasta la puerta del estadio para rematar entrando de gorra.
Hoy la necesidad a Correcaminos le está refrescando la memoria, de aquellos 78 aficionados que ingresaron por primera vez con boleto pagado a un partido oficial del ave en el Universitario en su historia y que con los años se convirtieron en miles, tal vez cientos de miles cuando consiguió su logro más importante y que por ir en declive han ido desapareciendo.
Buena la medida del día de hoy donde el equipo de casa saldrá a la calle Hidalgo a convivir con la raza, donde no dudo que haya al menos uno que les reclame entrega, resultados, esfuerzo y si se puede buen fútbol. ¿Acaso es mucho pedir?.
DEUDAS DEL INSTITUTO
Vaya bronca en la que dejó Melody Falcó al Instituto del Deporte de Nuevo León; a ’El Matemático’ Raúl González, nuevo titular del deporte en el gobierno del Bronco, le llegó la factura de 25 mil dólares que le debe el INDE a la Federación Mexicana de Tenis.
Cuenta la historia que Falcó, ex titular de dicho departamento junto con Olga de la Fuente pidieron un préstamo para que se pudiera desarrollar el Torneo Internacional de Monterrey, mismo que no pagaron y hoy le quieren cargar el muerto a González, quien ya se negó a pagar dicha deuda y pide que se le dejen caer con todo a la susodicha Melody.
Sirva esto para recordarle a todos aquellos funcionarios del deporte y de todas las dependencias que están por cerrar su ciclo, que una vez cerrado el changarro, todo aquello que dejen sin comprobar los va a perseguir de por vida, más aún si son deudas que pagar pues todo compromiso contraído deber ser saldado y para eso hay un presupuesto que tiene que ser bien aplicado, ¿verdad?.
@luisdariovera