Miles de veracruzanos se han manifestado, una vez más, contra Javier Duarte de Ochoa. Ancianas jubiladas, adultos trabajadores, jóvenes estudiantes y hasta niños, hijos y nietos han marchado por las calles hasta pararse frente al palacio de gobierno. Ellas y ellos exigen justicia por desaparecidos y asesinados, exigen respeto a los derechos humanos, demanda la entrega de miles de millones de pesos destinados a educación, salud y pensiones. Tan sólo en 2014 mil millones de pesos fueron desviados, informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
El reporte de la dependencia reveló que la administración de Duarte de Ochoa desvió 70 por ciento del presupuesto que la Federación le otorgó en 2014. El modus operandi detectado es la transferencia de los recursos a dos cuentas bancarias del estado, en lugar de transferirlo directamente a los proveedores y los compromisos adquiridos con anterioridad. Empero, el gobierno veracruzano ha utilizado esta forma de manejar el dinero evitando que haya sanciones a funcionarios de primer nivel, es decir, del gabinete y personas cercanas al mandatario.
En 2014, LA RAZÓN publicó una serie de reportajes, soportados con documentos del informe de la Auditoría sobre el análisis a la Cuenta Pública 2011. De esta revisión se desprende la demanda penal que pesa contra el gobernador Javier Duarte por el presunto desvío de 5 mil millones de pesos. En ese año la ASF detectó el desfalco por 3 mil 654 millones 21 mil 64 pesos con 99 centavos del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEBN). Además, la presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Veracruz, Karime Macías de Duarte, fue investigada por la presunta malversación de mil 171 millones 60 mil pesos que provocaron que 24,211 niños en pobreza extrema no recibieran su comida. Dichos recursos provenían del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM).
El avance de la delincuencia organizada y la corrupción de los cuerpos policiacos que impera hoy se alimentó del mal uso del dinero para este rubro. En 2011, la ASF auditó el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP). Del total de 341 millones 876 mil 10 pesos que la Federación dio al gobierno veracruzano, se auditaron 206 millones 896 mil 20 pesos. Tras la revisión del monto se determinaron 8 observaciones que derivaron en 3 recomendaciones y 6 pliegos de observaciones. La Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz pagó 56 facturas por conceptos de renta de carpa, sillas, impresión de lonas, renta de audio, combustible, compra de playeras, gorras, bordado de logos, renta de pantallas de Led y alquiler de planta de energía eléctrica… conceptos que no cumplen con los gastos autorizados en la Mecánica Operativa…», indica el oficio numerado 11-A-30000-02-0573 / GF-457.
Con todo y los señalamientos del gobierno federal, el mandatario Javier Duarte continuó con su manejo financiero. Con todo y los señalamientos en el aumento de los delitos, Duarte de Ochoa siguió solapando a los funcionarios de la SSP local a pesar del mal uso de los recursos públicos. En 2014, la Auditoría reportó un probable daño a las arcas federales que asciende a 252 millones de pesos de los 374 millones que le correspondieron del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP). La dependencia encontró documentos donde el gobierno de Veracruz asegura erogó 245 millones de pesos en distintos contratos relacionados con temas de seguridad y justicia.
Los auditores descubrieron que las cantidades fueron reportadas parcialmente ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). No obstante, la revisión arrojó casos como compra de vehículos y armamento por 37 millones de pesos. Los productos fueron entregados pero no pagados. Un hecho similar es la adquisición de equipo especializado para la Unidad Antisecuestros, que costó 3 millones 200 mil pesos. La empresa demostró que los bienes ya los posee el gobierno y el dinero no fue dado.
Por lo pronto, ayer los universitarios de filiación y espíritu protestaron frente al palacio de gobierno donde se supone despacha Javier Duarte. Soñé que el gobernador de mi estado era el más repudiado por sus gobernados pero no Javier Duarte le lleva la delantera.