Tarde de lluvia encaramada en los techos, lluvia aplastante que parecía opacaría la tardeada de los artistas que se dieron cita en la Pinacoteca de Tamaulipas, el primer resguardo de la estética tamaulipeca.
Tres mujeres que pintan y 3 hombres que no dejan de pintar. Contrastes aleatorios de artistas con presencia nacional e internacional, con propuestas del realismo, el pop, el surrealismo y lo abstracto.
Maricarmen Aguirre, artista de Reynosa, cuyos empeños abstractos han sido ahora condicionados a obras en pequeños formatos que alteran ciertos procesos que la magnífica pintora nos había mostrado en obras de mediano y gran formato.
Onésimo Gallardo, pintor excelente de quien Pedro Banda se expresaba como “Campeón sin Corona”, continúa con sus torsos, radiados, a medio color en los que predomina su dibujo en tensión. Julia García, es pintora de soledades de carencias de color en lo que impera veladuras de melancolía.
Artemio Guerra, uno de los artistas más fraguados por el tiempo nos presenta aspectos, diría que fosilizados de la mecánica con un geometrismo controlado y respaldado por su colorido. Margarita Morales, predomina en su mancha abstracta, una cierta
detención de los tiempos plásticos.
Mancha esfumada, sin muchas alteraciones como si realizara a una sola vez. Gustavo Sánchez Tudón nos confunde al presentarnos obras tanto abstractas, surrealistas y un tanto figurativas. Sin duda maneja con sobrada técnica su paleta.
Como de repente da saltos en las formas.
Vale la pena visitar a la Pinacoteca, donde el espectador puede calibrar estos exponentes de la plástica tamaulipeca.




