Si fue una invitación de Francisco García Cabeza de Vaca, parece mucho más una decisión dictada por la desesperación que por la razón.
Me refiero al anuncio de Mario Leal Rodríguez, un priísta de medio pelo, sobre su incorporación a la campaña del primero, hoy candidato a gobernador del Partido Acción Nacional en Tamaulipas.
Esta noticia me confirma que muchas veces no entiendo a la política y mucho menos entiendo a muchos de quienes a ella se dedican, confusión que me lleva a una interrogante:
¿Cuál es el beneficio que le lleva el señor Leal al panista?
Para tratar de aclarar esa duda, en la opinión de su servidor habría que tratar de visualizar los posibles efectos de ese cambio de colores y siglas efectuado por don Mario.
Efecto A: El escándalo.
Podría darse, sí, pero lamentablemente no por el peso político o social del renunciante, sino precisamente por lo contrario. A estas alturas, la auténtica militancia azul debe estar, parodiando los colores del PRI, verde por la angustia, blanca por el pasmo y roja por el enojo, sensaciones derivadas del oportunismo de un neopanista de ocasión, quien prácticamente nada aporta a esa causa.
Efecto B: La atracción de simpatizantes y votos.
En ese terreno, son malas noticias para los colores azul y blanco. La trayectoria de Mario Leal ha sido un permanente blanco de señalamientos sobre su quehacer público. No tiene sentido pormenorizar al respecto, pero los lados oscuros de éste no son precisamente factores de credibilidad para las filas panistas y es sumamente dudoso que el ahora disidente sea un imán para fortalecer al panismo en las urnas.
Efecto C: El castigo.
Sucede que de todos los partidos existentes en México, la militancia panista es quizás la más fiel a sus orígenes. Esa lealtad de sus simpatizantes es precisamente la que ahora se saldría lastimada si se da un pronunciamiento oficial de Acción Nacional para abrirle las puertas al ex yerno del también ex gobernador Américo Villarreal Guerra.
No sé en estos momentos si el PAN y su candidato estrecharán en sus brazos el ofrecimiento de Mario Leal, pero lo que sí queda claro es que si lo hacen, con toda certeza escucharán un nutrido coro de aplausos.
Lo malo de eso para el PAN tamaulipeco, es que serán los priístas los que estarán aplaudiendo…
BIPARTIDISMO
El bipartidismo en Tamaulipas se confirma hasta en el lado oscuro.
El Instituto Estatal Electoral dio a conocer que el Revolucionario Institucional y Acción Nacional son los partidos que polarizan las denuncias por supuestas violaciones a la ley en la materia.
No puede ser de otra manera. Son las dos facciones que realmente trascienden en el ámbito político y electoral del Estado, al desplomarse el Partido de la Revolución Democrática de manera estrepitosa e inclusive acercarse a los límites de la anulación de su registro.
Y no me hablen de Movimiento Ciudadano como tercera fuerza política en la entidad. Ese organismo se llama Gustavo Cárdenas Gutiérrez y en el momento que éste lo abandone –lo cual no sería raro en absoluto– el MC volverá a su papel de partido “patito”…
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