16 diciembre, 2025

16 diciembre, 2025

Cuadrante político

Mario es desleal

Cuadrante Político

Su nombre completo es Mario Andrés de Jesús Leal Rodríguez,  y su foto aparece sonriente y placentera en los tiempos en que cobraba como diputado del  PRI de la LIX  Legislatura. Al abrigo del priísmo,  este personaje disfrutó también de las ubres  gerenciales y financieras de la COMAPA.

O sea que, mucho de lo que ahora posee, incluyendo sus múltiples negocios en diversos sectores de Tampico, se lo debe al tricolor. Todo lo anterior sin contar que, durante la administración de su entonces suegro Américo Villarreal Guerra, figuró como el príncipe del contratismo multimillonario.

A la luz de los anteriores datos, uno se pregunta: ¿de dónde sacará tanto desprecio y  descontento contra el PRI ese señor cuyo apellido desentona por completo con la congruencia política?
Pero, una explicación existe en todo esto. Es lógico que Mario salte ahora al PAN, después de todo, a la primera familia que traicionó  moralmente hablando, fue a la del propio ingeniero Américo Villarreal, cuya hija ha sido postulada por el PRI a una diputación local. Ella, como mujer, ha demostrado que tiene más firmes los valores y principios hacia el partido que un día lideró su padre en Tamaulipas.

En fin, con desperdicios como éste, se alimenta el alma del panismo tamaulipeco. Me  pregunto si realmente Cabeza de Vaca saldrá ganando o perdiendo con todo esto.

¡¡ES LA SEGURIDAD… Y LA ECONOMÍA, SEÑORES DEL PODER!!
Para este 2016, se sabe sobre un presupuesto  de 207 millones 204 mil 434 pesos, el monto total destinado por la Federación a nuestro estado, orientado a cubrir las necesidades en materia de seguridad. En el 2015 fueron 203 millones 482 mil y en el 2014, un monto de 203 mil 491. O sea en los  últimos dos años, el gobierno federal no aumentó el dinero destinado a este rubro. Y en este
año electoral,  el incremento apenas es de poco más de 4 millones.

En los últimos meses se han dado una serie de desencuentros y cuestionamientos sobre las erogaciones en materia de seguridad. Los militares se habían ido y también los federales. Se habló de que el tema se iba a dejar en manos de la entidad. Hoy, no se sabe con precisión qué vaya a pasar al respecto.

Me parece que si el gobierno federal priísta quiere realmente que su partido gane aquí el  cinco de junio próximo, tiene que convencer a la ciudadanía de que la lucha por erradicar el principal problema del estado, va  completamente en serio. Me refiero a que en materia de recursos humanos y financieros  deben echar toda la carne al asador.

Porque si en algún momento del actual  sexenio estatal se van a alborotar las cosas, es al final. En consecuencia para que el PRI  brinque la tablita del poder, necesitamos el apoyo urgente de la Federación. Ojo, apoyo, no discursos ni eventos protocolarios, de eso ya estamos hasta el Chong.

Recientemente, los empresarios del norte del estado le enviaron un mensaje al gobierno de Enrique Peña Nieto demandándole una mayor  seguridad para la industria y el comercio en la frontera. En Tamaulipas, el municipio de  Reynosa es el que absorbe la mayor cantidad  del presupuesto, asignado a los diez municipios más afectados por el tema duro. Le sigue Matamoros, Nuevo Laredo y siete ciudades más, entre ellas la capital tamaulipeca, que no debería figurar en esta lista por obvias razones. El 60 por ciento de  los recursos públicos en materia de seguridad,  se van a la región norte.

Coincidentemente, la elección del cinco de junio próximo se va a decidir en el septentrión tamaulipeco. La vasta región fronteriza  representa el filón electoral en disputa por los dos partidos más significativos.

Todos recordamos aquella famosa frase  creada por uno de los operadores de la campaña de Bill Clinton, en las elecciones  estadounidenses  de 1992 contra George H W Bush. Este último, conocido por sus tendencias belicosas,  acababa de colgarse medallas por  el tema de la guerra en el Golfo Pérsico, y sentía que con esa aureola le ganaría a Clinton.

Pero el tema principal entre el electorado, no era la agresiva política exterior, sino la economía. El estratega demócrata James  Carville se encargó de destacar lo anterior con la famosa frase: ¡The economy stupid!

Igual, en el caso de Tamaulipas, que nadie se  equivoque, ni pretenda mirar hacia otro lado: el tema central de la agenda electoral, es la necesidad de garantizarle a la gente tranquilidad social.

En otras palabras, se trata  de que el gobierno peñista envíe más tropas y  más presupuesto. Y de que los encargados de  la política interior en el país se pongan las pilas. La entidad necesita más seguridad y más  dinero público, porque el enviado hasta ahora,  no alcanza. O al menos es lo que se traduce en los hechos.

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