29 diciembre, 2025

29 diciembre, 2025

» Cada 6 años «

Diagnóstico Político

1.- Con el cambio en la Gubernatura del Estado, cada principio de sexenio se repite el mismo show. Hay que sacar las calaveras del closet, tirar la chatarra y borrar de la agenda a los amigos de mentiras del sexenio que termina, para apuntar a los amigos a prueba del nuevo régimen.

2.- Cada seis años se sufre el dolor de traicionar a una generosa y entrañable nómina a la que se amó por un sexenio, para jurar amor a una nómina desconocida que sólo siguiere nuevas experiencias.

3.- Cada nuevo sexenio hay que visitar al dentista, al peluquero, al sastre, al psiquiatra y al gurú de cabecera para cambiar de «look», de figura y de fachada, a fin de renovar la mercancía de nuestro carisma y seguir compitiendo con ventaja en el mercado político.

4.- Cada nuevo sexenio hay que enfrentar el desafío de resistir a esas muchachonas motivosas y querendonas, que desean cambiar de muñeco, galán o protector, para seguir como socias distinguidas del «Club del Cheque Perforado».

5.- Cada 6 años hay necesidad de aportarle un poco de emoción a nuestras vidas, y por eso algunos funcionarios cambian de casa, perro y domadora, para caer en brazos de una muñeca suculenta y lagartona, aunque tengan que sacar juventud de la cartera.

6.- Cada nuevo sexenio se requiere de unos ojos tan torcidos como los de un cómplice amafiado y malvadillo, para mirar con simpatía los cambios que ocurren en la dirigencia del PRI Estatal. Por esas fechas el PRI se enreda en una rutina frívola de cambios, como si las víboras dejaran de ser víboras porque cambian de piel, o si los payasos dejaran de ser payasos porque se quiten el maquillaje.

7.- Cada 6 años se comprueba que los amigos inútiles, flojos o gandallas, sólo sirven para formar un club de póker, un equipo de fútbol o una banda de lambiscones, pero no un gobierno.

8.- Cada principio de sexenio en la Torre de Cristal exageran la antigua regla de que, siempre junto al gobernante, debe haber un experto eficiente que invente las mentiras.

9.- Cada 6 años se confirma que aquí, en Ciudad Victoria, todo lo que está peor lo pueden empeorar las malas lenguas.

10.- Cada principio de sexenio abundan siempre los grillos que sueñan tanto con las alcaldías y diputaciones locales, que bajo el efecto del Prozac o el Ativán, oscilan frecuentemente entre la euforia y la depresión. Hay días que están tan apachurrados que enferman de tristeza y hasta hacen llorar a su propio perro.

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