Sin duda no será tan sentida como la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos por el sistema político mexicano en Guerrero, porque de los 43 nuevos alcaldes cuya búsqueda comienza hoy en Tamaulipas seguro en los primeros meses de gobierno, tal vez allá por diciembre, en muchos de los para entonces alcaldes, habremos estar arrepentidos de haberlos encontrado.
Así es mis queridos boes, sea cual fuere el resultado para entonces, lo noticioso es que al primer minuto de este lunes comenzó de manera oficial la campaña para elegir 43 alcaldes, en muchos casos serán alcaldesas por qué la ley lo dispone, lo que viene a ponerle sabor a la desabrida campaña para la gubernatura también en juego.
Tal vez ahora que habrá más de 300 ciudadanos en busca de las alcaldías se note que todo el estado está en campaña, porque a estos se unirán otras cuantas docenas de quienes intentarán llegar al Congreso local en calidad de diputados.
En buena medida sobre los hombros de las y los candidatos a las alcaldías recaerá el resultado de la elección para gobernador y me da la impresión de que a los ‘angelitos’ no les ha caído el veinte.
Me explico: es obvio por lo que dicen las encuestas, que la elección para gobernador será, ya está, cerrada, muy competida y que por lo tanto las particularidades en los municipios más grandes pueden hacer la diferencia.
Y ahí es donde comienzan los peros, porque hay municipios de los que aportan buen porcentaje en el gran total estatal donde las y los candidatos hasta este fin de semana estaban sentados a la espera de que desde Ciudad Victoria les resolvieran las broncas de falta de unidad, de dinero para arrancar, de equipo humano, de estrategia y demás que se requiere para que ganen ellos, pero sobre todo para evitar que su candidato a gobernador pierda.
No me refiero solo a la situación del PRI, donde poco se ha hecho para convencer por ejemplo en Tampico a Fernando Azcárraga y Álvaro Garza de que Magdalena Peraza debe ganar, pese a que a ambos les ocasiona tremenda gastritis política.
Es el caso de Reynosa donde la prole de Rigoberto Garza Faz opera a favor del equipo azul, seguro motivados por quien fue candidato a la alcaldía de Reynosa por el PRI por unas horas.
Idéntico el tema con la familia de Pepe Flores en Victoria donde este no pudo ser candidato a diputado por el PRI. Los casos se multiplican en pueblos grandes y rancherías.
Ni modo que no sepamos lo que ocurrió en Altamira donde los panistas llevan a puros enojados del PRI en su planilla.
He hablado con algunos candidatos y candidatas a los puestos en juego y cuando les pregunta uno sobre la campaña, la difusión, encogen los hombros y tuercen la boca de manera inocente argumentando que eso es asunto de Victoria.
¿Y ya se arreglaron con tal o cuál?, la respuesta es tan vaga cómo asegurar que aunque no los quieran tienen que trabajar a su favor que porque son parte y han vivido del sistema y que jalan o jalan.
Creo que la postura de los candidatos a alcaldías y diputaciones es a todas luces irresponsable y riesgosa para ellos y para los candidatos a gobernador, porque hablo de PRI y PAN.
Reiteró, a cómo estará de cerrada la elección por la gubernatura un municipio como Tampico, Reynosa, Matamoros o Victoria podrían significar la diferencia.
No quisiera estar en los zapatos de algún candidato o candidata del PRI, ahora sí digo solo del PRI, si el 5 de junio por la noche resulta ampliamente derrotado por la oposición y también es la diferencia en contra para que el abanderado tricolor sucumba.
En los mismos zapatos se tienen que poner los actuales alcaldes priistas, porque me da la impresión de que no están conectados con la campaña de sus candidatos.
Ya sabemos que en el PRI los alcaldes son los responsables no oficiales de las campañas de sus candidatos y por lo tanto serían los responsables de las derrotas de los mismos. ¿Se habrán visto algunos de ellos en el banquillo de los acusados si el barco se hunde por su culpa?.
Pero decía que es el tema también en el PAN, que está claro tiene más por ganar que por perder, dado que nunca ha sido gobierno en Tamaulipas.
Casos como el de Germán Pacheco candidato a la alcaldía de Tampico que lejos de sumar sigue restado. Me refiero por ejemplo a que desde hace más de 3 años debe dinero a varios proveedores de su campaña y con absoluto cinismo reconoce que debe, pero no les ha pagado y no repara en que una vez en la calle pidiendo el voto a su favor se la van a cobrar.
Me refiero a esos candidatos pianistas que sueñan con una ola como la del 2000 encabezada por Vicente Fox que arrastró a la victoria a decenas de candidatos a alcaldes y diputados. Esos panistas esperan de brazos cruzados que vayan por ellos y los lleven en hombros a la silla municipal, lo que puede igual sepultar cualquier posibilidad a un proyecto que va cuesta arriba.
En fin, por 45 días a partir de hoy esperemos que la campaña de verdad inicie.
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