15 diciembre, 2025

15 diciembre, 2025

Sociedad polarizada

Derrotero

El uso de la fuerza y la tortura para obtener confesiones no es un asunto nuevo en nuestro sistema judicial y castrense, aún recuerdo a un compañero reportero radiofónico de Nuevo Laredo que al narrar sus notas policíacas, decía en tono jocoso: “y luego el policía amablemente, con un tehuacanazo, lo hizo confesar”.

Esa es la realidad, que no es para burlarse, pero existe.

La descobijada de los policías y militares torturando a una mujer, y luego la exhibición de supuestos delincuentes vestidos con ropas femeninas, obligados a besarse entre ellos, hechos que ocurrieron en Reynosa, Tampico y Altamira, dirigidos por un oficial, Erick Morales Guevara, que según el medio Breitbart Texas, es alguien a quien le gusta burlarse de los detenidos.

Este portal ha puesto en evidencia, una vez más lo podrido del sistema judicial y de impartición de justicia en este país.

Platicando con una amiga a quien le secuestraron a un familiar, sentencia desde su óptica respetable, “por mí que les metan un balazo”. Así, dice, no saldrán de la cárcel como ocurre, y no tendrán que pagar su manutención los contribuyentes mientras permanezcan en el penal.

Después del dolor sufrido, tiene razón en su planteamiento.

La sociedad mexicana está polarizada, por un lado hay quienes se oponen a la tortura y existen los que prefieren voltear para otro lado y justificar su aplicación.

Siendo sensatos, debía de legislarse cadena perpetua para secuestradores y no sólo eso, que sean los mismos internos, ya juzgados y declarados culpables, los que paguen su estancia en la cárcel, con el
dinero que le esquilmaron a las víctimas, porque nunca lo regresan ni reparan el daño, al menos económicamente.

Si pasar un tiempo encerrados no les es suficiente correctivo, tal vez si se les aplica la sanción a sus bolsillos, le piensen más de una vez participar en secuestros.

Porque no es posible que salgan libres, muchas veces llenos de dinero de las víctimas, y siguen en lo mismo.

Es un círculo vicioso que debe anularse con medidas estrictas.

Y en el caso de las autoridades que participen en secuestros el correctivo tiene que ser mayor.

Como dice una conocida, a quien el delincuente apodado “el mochaorejas”, Daniel Arizmendi le secuestró a un hijo, “cuando lo ví tras las rejas, me liberé”.

Con sus palabras, resume la necesidad de justicia que tienen las víctimas de los secuestradores.

LO QUE TENÍA QUE PASAR, PASÓ
En la columna del martes se habló de los 551 candidatos, sin contar los plurinominales a las diputaciones locales, que andan en campaña recorriendo el estado.

Y en una ciudad tan pequeña como la capital de Tamaulipas es inevitable que las y los candidatos de diferentes corrientes políticas y los independientes, se crucen entre sí.

Ya pasó este martes, Mónica Dávila, aspirante de Movimiento Ciudadano a la alcaldía se encontró con Jorge Valdez, el perredista que anda detrás de la gubernatura. Muy polite, los dos, se saludaron, se desearon buena suerte. Y hasta ahí.

Mónica, por su parte le dedica la campaña a las mujeres, porque dice, y con razón, que son un sector de la población muy afectado por la ola de violencia. Ella considera que se requiere la reintegración de las familias y que Ciudad Victoria vuelva a encontrar la paz perdida.

CASETAS, NO ES IDEA NUEVA
Óscar Almaraz, candidato priista a la alcaldía victorense, dice que de ganar la elección ubicará casetas policíacas por el territorio para que haya proximidad con la ciudadanía.

Esa idea no es nueva, la recuerdo en Nuevo Laredo en los años noventa. Cuando aún confiábamos en la policía municipal y sus elementos nos ayudaban, no nos fregaban, como ahora.

Es bueno retomar la idea, pero tiene que adecuarse a los tiempos actuales, habrá que contar con elementos probados en los filtros de confianza y que estén protegidos, porque no vaya a pasar que ellos hagan bien su trabajo y lleguen los grupos delictivos a atacarlos.

Y otra cosa, que las casetas con el paso del tiempo no se conviertan en pequeños elefantes blancos diseminados por el municipio, como también ocurrió en Nuevo Laredo.

Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derrotero_mx

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