La novedad es que el gobierno de Tamaulipas envió al congreso dos iniciativas para garantizar la transparencia, como es la creación de un organismo “autónomo, imparcial y colegiado” que garantice el acceso a la información y a la protección de datos.
También se envió la iniciativa para la elaboración de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Tamaulipas.
Se supone que en la entidad se cuenta con un Instituto de Acceso a la Información, que por cierto nunca ha servido para este fin y es tan oscuro que en sus oficinas no se paran ni las moscas.
Pero durante todos estos años ha servido para mantener a un equipo que no trabaja por los tamaulipecos, pero sí cobra, y muy bien.
Como quien dice, es otro de los elefantes blancos que operan en la administración estatal.
Y pues bien, ahora que está por terminar el sexenio se deciden a enviar las dos iniciativas con las que se supone se garantizará el derecho a la información. ¿Un poco tarde no?
“Que se haga justicia en los bueyes de mi vecino”, reza el dicho popular y que aplica perfecto en esta ocasión.
Pues bien, seguro las y diputadas comandadas por Ramiro Ramos le darán celeridad a estos planteamientos, como también al de la legalización de la mariguana con fines medicinales, ya lo dijo el nuevolaredense, que no está de acuerdo, pero hará lo que digan las mayorías, el mismo argumento de Enrique Peña Nieto para doblar las manos en algo con lo que siempre mostró desacuerdo.
EL SÁBADO LO REPONE
Para Gustavo Cárdenas que le hayan ordenado bajar un spot porque una de las personas que sale ahí está afiliada a otro partido, no le quita el sueño. Dice que es propaganda gratuita la decisión del Instituto Nacional Electoral. Y tiene razón.
Porque a partir del sábado, una vez que eliminen del spot a la persona que se quejó, lo volverán a poner al aire.
Y justo cuando se celebre el primer debate entre los ocho aspirantes a la gubernatura. El candidato de Movimiento Ciudadano dice que él lo ganará. A ver de qué cuero salen más correas.
EL PROBLEMA NO ES LA MARIGUANA
Son otras cosas, quien piense a estas alturas de los hechos que la lucha contra los grupos delictivos que asolan al país está fundamentada en la producción y tráfico ilegal de mariguana, demuestra que desconoce que históricamente México es generador de este enervante, quienes se dedican a esa actividad han registrado poca intervención del Estado en su negocio, ahí tenemos al más famoso, Joaquín Guzmán Loera.
Viéndolo objetivamente, como lo plantea el académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Luis Astorga, el problema no es la mariguana, lo que está provocando un sinfín de situaciones adversas en el país, es la colusión de las autoridades con los grupos delictivos para cometer toda clase de atrocidades contra la gente que nada tiene qué ver con tráfico de estupefacientes, trata de
mujeres y de migrantes, así como secuestros y desapariciones.
El Estado mexicano va tarde en el tema de la legalización del cannabis, aunque Peña Nieto haya accedido a autorizarlo para uso medicinal, eso no cambia de fondo nada en el país.
En México no se mata por el tráfico de mariguana, se mata por otras cosas más productivas y más lesivas.
Y quien piense que al legalizarse la vamos a tener a nuestra disposición como comprar chicles, también está equivocado.
La historia, señala el doctor Astorga, ha mostrado que cuando se legaliza una droga el aumento en el consumo es mínimo y al paso del tiempo disminuye para mantener los estándares que se registran durante la prohibición.
El problema en México no es la mariguana, es la cauda de autoridades que nunca dieron pie con bola en el tema de combate a la violencia y la inseguridad, por eso es que ambos gobiernos, tanto el de Calderón como el de Peña cargan en sus hombros cien mil muertes, más las que se acumulen.
Y una pregunta, cuando la legalicen, ¿serán los campesinos dueños de las tierras que ahora la producen los beneficiados?, porque ellos son los expertos en este cultivo, no Joaquín Guzmán Loera, quien sólo les renta las tierras en Sinaloa y paga la mano de obra.
Es justo que con la legalización sean los productores, no los intermediarios, los que resulten beneficiados con la modificación de la ley.
Y que la mariguana mexicana se exporte y deje hogares felices entre el campesinado donde ahora sólo hay tristeza, hambre, muerte y persecuciones.
Y eso es de lo que deberían estar hablando tanto Peña Nieto, como Osorio Chong y los diputados y senadores, quienes tienen la obligación de comprometerse con este sector de la población para proteger sus derechos.
Sería vergonzoso que los empresarios amigos de EPN, como el tamaulipeco Juan Armando Hinojosa dueño de Higa, sean quienes se queden con este negocio redondo.
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