5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Crónica urbana

La Alarma de las Alarmas un dolor de cabeza

Crónica Urbana

Quien vive cercano a una alarma vive noches de angustia y una tortura psicológica de altos vuelos. El sistema de alarmas citadino es un baño de ruidos que destruyen la tranquilidad de las familias y representan la apatía de los vendedores y compañías que olvidad los mínimos derechos de los habitantes de la ciudad.

Frecuentemente nos encontramos con alarmas en automóviles que nos destruyen los tímpanos y nos aflojan las verijas ante el constante sonsonete.

Y las más terribles las alarmas de los negocios que con el paso de una lagartija o una mosca del Sika abre sus gargantas de sirenas para joder la paz de los vecinos a cientos de metros de distancia.

Desde hace una semana la alarma suena por la calle 17 y no cesa de chingar toda la noche. Los dueños del inmueble les vale una pura y dos con sal el hecho de que cercano y a muchos kilómetros de distancia suene su cencerro electrónico para romper la paz de los vecinos, de los viejos y viejas que descansan.

Esta alarma, como muchas se la pasa chingando en el centro de la ciudad como muchas otras en todo los rumbos. Suficiente que una lagartija, cucaracha o roedor nocturno las acelere para que se dejen caer con su sirena espantosa y torturante.

Bien sería que el ayuntamiento y los regidores impusieran la Ley de Alarmas para meter en cintura a propietarios y compañías del ramo, para que vigilen sus equipos. O en todo caso se las metan por el rabillo del ojo. El ojo de mapache de propulsión a chorro.

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