Se me hace más interesante cuestionar sobre quién o quienes salieron derrotados en el debate del sábado entre los candidatos a la gubernatura de Tamaulipas, claro, si partimos de que los ocho que estuvieron ahí se declararon ganadores del encontronazo.
Así es mis queridos boes, azules, tricolores, naranjas, amarillos, rojos y del resto de los colores festejaron al final del debate y la realidad de las cosas es que sin un instrumento de medición no es posible que este servidor nombre a quien haya salido como gran triunfador.
Pero eso sí, yo insistiré en que los ciudadanos ganamos y por varias razones: una, porque por primera vez en la historia de Tamaulipas hubo un debate entre los candidatos a gobernador y dos porque pudimos verlos en su tinta, fuera de las burbujas en las que sus equipos los encierran durante la campaña.
Qué fue un lodazal, qué guerra de ataques, qué dieron pena, qué Tamaulipas no se merece un espectáculo como el del sábado, qué no hubo propuestas, difiero con todas sus letras.
Es cierto que los candidatos reciclaron las acusaciones que hemos visto en las redes sociales desde hace meses o años y algunas en los spots de campaña en las que se denosta a sus oponentes.
Hasta eso sirve, porque puede uno saber al que tiene la lengua larga como para hacer acusaciones sin fundamento y eso lo debería dejar mal parado ante los posibles votantes y porque además permite que veamos la reacción del denostado ante situaciones de presión, embarazosas o momentos de crisis.
Ojo, no estoy diciendo que todo lo que se dijo en el debate fue mentira o ataque sin fundamento, porque seguro que había ahí muchas verdades, verdades a medias y también mentiras completas.
Ahí estaba entre los ocho el próximo gobernador de Tamaulipas, usted (sin saber cuál era, más allá de sus simpatías) lo vio hacer caras y gestos, atacar y defenderse, achicarse ante la diatriba o firme ante el golpeteo.
Eso nos sirve a los ciudadanos, reitero, nos deja conocerlos sin el séquito que los blinda a diario de la molestia de los negativos, de las aves de mal agüero, de los que ven lo malo, de los que ponen en entredicho alguna estrategia y molestan a sus magestades.
Les sirve a ellos porque cuando alguno sea gobernador se van a topar en las calles o en sus eventos a ‘gentusa’ que los va a enfrentar para exigir o pedir, para denunciar. Desde el congreso habrá quien los señale, los acuse, por eso es bueno que el que vaya a ser ya se haya dado un quemón.
Todos ganaron pues, todos ganamos de alguna forma, porque también hubo propuestas aunque estas ya las hayamos visto y escuchado en sus spots y discursos.
Pero porque en lo que nos concierne a los votantes habremos confirmado que la pelea será de dos, que tres no tienen nada que hacer en la contienda y que otros dos nos confirman que su vocación en la campaña es la de servir de golpeadores y que al independiente no le alcanzará.
Eso sí, desde el mismo sábado comenzó el post debate en las redes, en los cafés, ahí donde se junten más de uno. Memes, videos traqueados, editados con mala leche y candidatos ridiculizados nos siguen dando carnita a los que votaremos el 5 de junio.
Cabeza y Vázquez Mota… y Minerva Cárdenas
¿Cómo podría leerse que la hernana del candidato del Movimiento Ciudadano Gustavo Cárdenas Gutiérrez, Minerva de los mismos apellidos, haya ido a apoyar a Francisco Javier García Cabeza de Vaca a sus eventos de ayer en Matamoros y hasta posara con él para las fotos?
Por supuesto la foto que ayer circuló en correos y grupos de washapp no debe haber caído nada bien al candidato naranja.
Son cosas de familia, ya ven que en la de los Cárdenas hay de todos los colores, sus primos andan en el PRI y otro de sus hermanos es candidato del PAN.
Pero bueno, hay que apuntar que el ‘descontón’ de la hermana de Gustavo se dio en el marco de la visita de Josefina Vázquez Mota a Matamoros para apoyar la candidatura de Cabeza de Vaca.
La ex candidata presidencial dijo que al senador le pegaron en el debate porque va a la cabeza de las encuestas y lo defendió a capa y espada.
Por cierto también vale la pena anotar que a Cabeza de Vaca le asesoró en su preparación para el debate el hermano de Margarita Zavala, Juan Ignacio que estuvo en el teatro de la UAT la noche del Sábado.
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