Entiendo que dentro de las funciones no escritas de los partidos políticos de oposición al PRI y sus candidatos estén el ataque y las maliciosas insinuaciones pero creo que exageran al momento de presentarse ante un debate donde se presume hablarían de un proyecto social que buscan llevar a la realidad si el voto de la ciudadanía los favorece, pero no que utilicen una tribuna para agarrarla en contra de quienes son sus oponentes en esa lucha y menos que busquen hasta el cansancio “echar tierra” a quienes no comulgan políticamente con ellos.
Digo lo anterior porque nos dimos nuestro tiempo para escuchar el ya famoso debate habido entre quienes aspiran gobernar Tamaulipas y no es por nada pero aburrieron con sus diatribas, pues lejos de expresarse con respeto ante las cámaras y ante quienes éramos sus oyentes cayeron una vez más en lo mismo o sea el ataque personal y político, razón por la cual les pregunto ¿acaso fue éste el propósito que los llevó a presentarse ante las cámaras?.
Si así fue, pues mal hecho, porque quienes los escuchamos esperábamos algo mejor y no un pleito de comadres como realmente ocurrió, pues mire usted perdieron miserablemente el tiempo, la oportunidad de discernir y conducirse en público pero lo peor fue que me lo hicieron perder a mí por unos minutos y esto nomás no se los disculpo como tampoco se los perdono.
Qué lástima que les importe más el enfrentamiento verbal que exponer los proyectos de trabajo que les animan, pues mire usted y no me dejarán mentir si les digo que antes de hablar sobre estos lo primero que hacían era atacar al adversario y partidos que representan para después de perder miserablemente el tiempo abordar el tema social que era el centro del debate, pero no, lo primero era el ataque y después el tema.
Por lo tanto, invitamos a los participantes de esta contienda electoral, no lucha de barriada, para que en otra ocasión, si es que la hay, se comporten como la gente y aspirantes a gobernar nuestro estado, pues de pleitos, dimes y diretes ya está cansada la ciudadanía.
Ojalá no echen al saco roto esta invitación. Digo.
Ahora pues si los participantes van en busca de imagen política o tomar el escenario para exhibirse como “bravucones” mejor váyanse a otra parte donde dado el carácter de nuestra gente los van no solo a escuchar sino también a aplaudir a rabiar.
Por lo pronto, les digo que ante este “zafarrancho” como del que fui un oyente, preferí desconectar mi computadora y ver una película ante mi televisor que escuchar como los personajes que pretenden gobernar mi estado se daban hasta con la mano del metate de la casa.
Creo que si hubiera estado presente en ese debate al que fui invitado hasta mi humilde humanidad hubiera alcanzado de perdido una mentada de madre; afortunadamente no asistí y esto me salvó de un inesperado golpe de los muchos que ahí se repartieron. Que tristeza por Dios santito.
Lo que me recuerda que cuando niño y mis padres se enteraban de las broncas callejeras donde muy seguido me veía envuelto no solo me llamaban la atención sino que también me daban una cintariza y de paso como castigo me dejaban sin comer. De pequeño nos enseñaban a estudiar y ser respetuosos ante la gente.
Creo que esto es lo que debió de hacer el moderador del debate, llamarles primero la atención y si no hacían caso invitarlos a abandonar la sala, pues el público estaba ahí para escuchar proyectos y propuestas de gobierno no para ver y escuchar pleitos ajenos y observar quien era más fregón.
Ojalá, repito, esto no vuelva a ocurrir pues desmerece mucho un encuentro que debió de ser de altura, de conocimiento, de información, de inteligencia y de mucho respeto hacia el público, pues para pleitos ya tengo bastantes en mi barriada y créanme que acá si son de verdad no de mentiritas…. Qué bueno que no asistí. HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE.