El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016.
El escribidor considera que el debate entre los candidatos a la gubernatura estatal no cumplió las expectativas y aunque hubo algunas propuestas más o menos serias, la mayor parte fueron presentadas en el lenguaje de cualquier campaña ordinaria cuyo cumplimento está etiquetado sólo en función del voto. (Demasiada similitud con las jornadas estudiantiles en busca de la dirigencia de la sociedad de alumnos).
Es decir, reiterativas, colmadas de lugares comunes y bordadas con la fraseología costumbrista de la promesa simple, llana, sin mayor compromiso que el impacto mediático del momento, sea aquí y ahora. Para la imagen en la tele contaron los gestos y ademanes (entre más voluntariosos, mejor), mientras el audio registraba la presunción de compromisos contraídos con “la institucionalidá” donde Cabeza de Vaca apareció como “el villano favorito” y aunque el reynosense tampoco es un santo que digamos, no mereció tal distinción que en lugar de disminuirlo fue enaltecido cual víctima del bullying mediático.
Pena ajena merecen los adjetivos calificativos que por sí mismos demeritaron el evento y por medio de los cuales la ciudadanía comprobó el peso de viejos rencores apenas ocultos tras bambalinas.
También nos dimos cuenta que el exceso de candidatos es una agresión a la inteligencia. En este sentido el escribidor opina que la mitad de ellos no debieron estar allí. Solo lo justifica la terquedad de la burocracia electoral por ejercitar la democracia sacrificando seriedad y sobre todo viabilidad de lo prometido. ¿Acaso no existen reglas que obliguen a cumplir cuando menos la palabra?.
Existe la amenaza de un segundo “debate”, ¿será la oportunidad de enmendar errores?. A lo mejor, es posible, tal vez, quizá, igual y sí…Uno nunca sabe.
MÉXICO, ¿CRUCE DE CAMINOS?
Algo importante está a punto de suceder en México. Es un presentimiento negro del columnista considerando las circunstancias por las cuales transcurre el poder. Una de las últimas señales fue enviada por Fernando del Paso desde Alcalá de Henares al recibir el premio Cervantes.
El laureado escritor mexicano, el más valioso en el terreno de las letras actualmente, en su discurso alertó sobre el peligro de que la república enfile rumbo al autoritarismo del que no escuchábamos desde los tiempos de Díaz Ordaz.
El autor de “Noticias del Imperio” y “Palinuro de México” tuvo que hacerlo en el extranjero. Grave de toda gravedad cuando el mundo, con rarísimas excepciones, va justamente en sentido contrario.
Desde luego que tal posibilidad obedece a diversas causas entre las que se encuentran, la falta de credibilidad y la desconfianza ciudadana integradas en un gran frente contra la impunidad y todo lo que sabemos.
El autoritarismo no es asunto menor y de suceder, la república estaría sufriendo una regresión de consecuencias no imaginadas.
Y no estamos exentos considerando la disposición “a toda prueba” de la clase política por conservar el control total y absoluto de la difícil existencia de la mayoría mexica. (Aquí caben partidos y líderes a quienes une el interés de seguir manipulando el poder).
Después de esto basta un pasito y México se formaría al lado de las escasas naciones que aún padecen este mal, principal enemigo de la democracia.
No estamos exentos digo y consta en las actitudes de quienes dirigen el supremo gobierno renuentes a reconocer errores, equivocaciones y desvíos que comprometen seriamente a las instituciones. Por ejemplo, ¿por qué el caso de los normalistas desaparecidos se ha convertido en el centro del reclamo mundial?.
Por la sencilla razón de ocultamientos de origen por parte de las autoridades que condujeron primero a dudar y sospechar hasta desembocar en la indignación pública, solidaria con el dolor de quienes perdieron a sus seres queridos.
Ahora mismo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes enviados por la OEA (Organización de Estados Americanos a la que pertenece México), ha sido literalmente expulsado con todo y que la investigación sobre los hechos está inconclusa.
Y deje que la denuncia sobre probables “pruebas sembradas” por las autoridades no solo vuelve más crítica la situación sino agrega mayor solidaridad con los familiares. ¿Quién pierde?.
Pero no son solo los normalistas desaparecidos. Este domingo se registraron decenas de manifestaciones a lo largo y ancho del país protestando contra la violencia machista. Miles y miles de mujeres salieron a las calles en defensa de su vida.
Y sucede justamente donde los derechos humanos son violentados en forma tal que merecen la condena internacional. El colmo fue la aparición del video que recién dio la vuelta al mundo que obligó a ofrecer disculpas oficiales sobre algo sucedido hace meses. ¿Qué tal si dicho video permanece oculto?.
De manera que la clase política se aferra a su estatus, por lo tanto es la menos interesada en cambiar. Lo sabemos por las evidencias, una de ellas podría ser su sistemática oposición a incorporar leyes reglamentarias al sistema anticorrupción que en verdad eviten abusos e impunidad.
En este sentido los políticos parecieran inconscientes del peligro que enfrenta la república. Por ello el presentimiento del columnista en cuanto a que algo serio está a punto de ocurrir en México. Usted dirá que ya no queda espacio para más desgracias…quién sabe, quién sabe.
SUCEDE QUE
El secretario Aurelio Nuño ya se enteró que la candidatura a la presidencia de la república es un camino difícil. Por lo pronto ya topó con la huelga del IPN que afecta a vocacionales y algunas escuelas de mayor nivel.
Tamaulipas no es ajeno al conflicto puesto que el fin de semana las instalaciones del Tecnológico de Madero permanecían tomadas. Pareciera que el movimiento se generaliza mientras por el rumbo de Bucareli alguien sonríe con singular alegría.
Y hasta la próxima.