* El autor es Premio Nacional
de Periodismo 2016.
Este miércoles se realizará el segundo “debate” entre los ocho candidatos a la gubernatura estatal y parece que no habrá fuerza divina que lo evite. Ya sabemos que el primero solo sirvió para mostrar las carencias éticas y políticas de la mayoría lo cual produjo profunda pena, desencanto y la convicción de que nuestra ínsula barataria debe colocarse al nivel requerido por las circunstancias en que se desarrolla la vida nacional con todos sus conflictos que podrían cambiar la historia. En esta ocasión el columnista supone que el pleito de vecindad mostrado la vez anterior persistirá quizá con mayor encono contra Cabeza de Vaca por la sencilla razón de que algunas encuestas (amañadas o no), lo colocan con elevado porcentaje.
Ya sabéis que “los argumentos” para descalificar al adversario más difícil del PRI son los mismos desde hace años. En este sentido no está por demás señalar que la insistencia de golpear al ex alcalde
reynosense conduce a fortalecerlo, de otra manera no figuraría ni como aspirante a regidor, sea que sus enemigos le han hecho la chamba sin costo alguno y con tanto tino que lo han proyectado como
viable esperanza del panismo por imponer la alternancia en estos andurriales. Usted dirá que “la ve muy ojona pa’ ser paloma”. Y está en lo cierto, “sin embargo se mueve”, como dijo aquel, y es aquí
donde el peligro merodea por caminos, brechas y veredas.
El asunto es que este miércoles los candidatos a la sucesión estatal se verán las caras, (si es que se las ven, si no psss no), antes de iniciar la última etapa de sus respectivas campañas. Esto de
“campañas” es un decir porque hasta ahora algunas no han pasado de simples pasarelas con rasgos de populismo sin mayor emoción para el electorado que apenas los ve de reojo y en veces ni eso. Sea que ni siquiera sirven para divertir. Y ni modo que sea invento.
QUE LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON
Una de las principales razones de la pobreza en México es la explotación de las mayorías, de otra forma no existirían algo más de sesenta millones de nacionales con el hambre pegada a las entrañas. La OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo) insiste en la necesidad de que los trabajadores cuenten con más poder adquisitivo como una forma de ayudar resolver el problema lo cual ya sabemos que es imposible, tomando en cuenta que el supremo gobierno prefiere proteger a los empresarios que procurar mejores condiciones de vida al proletariado a pesar de que recién el presidente Peña aceptó la existencia de un “mal humor social” que se traduciría en hartazgo que podría alcanzar niveles peligrosos.
En este sentido está científicamente comprobado que la elección de autoridades en muchos casos sirve para maldita la cosa. Y es que ocasiones las actitudes oficiales producen mayor enojo social. Sea que en lugar de soluciones la situación se complica con todo y la mentada “docena trágica” que costó a la república doce años de atraso más cuatro y pico del retorno tricolor a Los Pinos donde los cuestionamientos por errores y fallas son el pan nuestro de cada día.
De manera que en el actual sistema el binomio explotación-hodencia es irreversible toda vez que así lo ordena el Fondo Monetario Internacional que tiene en la mira a la economía nacional, justo por la irresponsabilidad de apostar todo a PEMEX como si fuera la pila bendita de todos los milagros. Ya sabemos que no fue así y ahora las consecuencias son de tal gravedad que está en riesgo la estabilidad social. Ya lo aceptó EPN, insisto, y para que lo haya hecho es que algo presiente.
A propo, antes de cerrar su periodo legislativo el último de abril, el Congreso de la Unión autorizó la incursión de “las fuerzas del orden” al hogar de cualquier mexicano sin necesidad de que autorice ningún juzgado. Incluso hasta pueden hacerlo en las propias sedes legislativas que hasta hace 72 horas eran inviolables. En el primer caso está claro que es una provocación contra los derechos humanos, en el segundo diputados y senadores sus razones tendrán “para ponerse de pechito” ante el poder que se resiste al cambio.
Lo cierto es que observando el riesgo organizaciones internacionales están llamando a que en México el valor adquisitivo de la población se incremente. Es aquí que EPN responde precisamente en el día del Trabajo anunciando que más o menos para fin de año el salario mínimo será aumentado, tanto que “los proles” mejorarán su situación “sustancialmente” siempre y cuando el Congreso le aprueba otra de sus “reformas” que traen de cabeza a la república. ¿Sabe de cuánto habló el presidente?. No dijo que serían muchos pesos pero sí suficientes para superar la calidad de vida ¡con el seis por ciento!.
Veamos: si cualquier obrero ahora gana setenta pesos en promedio, para las navidades podrá contar con cuatro pesotes y veinte centavos más. (Si es que las cosas resultan). Con esta base el columnista
está en posibilidad de asegurar que dicho incremento garantiza al trabajador vacacionar con su familia en los principales centros turísticos, mejorar su dieta alimenticia, (oportunidad de conocer la carne), mudarse a alguna zona residencial “nomás pa’ codearse con lo más chirindongo de la aristocracia”, comprar un coche del año y hasta es posible que a sus hijos los envíe a colegio particular para sentirse primer-mundista. ¿A poco no sería “chido”?. Aquí entre nos y sin ganas de ofender, el columnista supone que el señor presidente quiso jugar una broma al proletariado para agasajarlo en su día.
Como broma pasa, como “verdad” equivale a severo golpe en las partes nobles de las mayorías. Digo yo.
SUCEDE QUE
La rebelión “institucionalizada” ya empezó. Este domingo en Querétaro maestros del SNTE, obreros “y público en general” echaron en corrida al gobernador Francisco Domínguez Servien bajo una tempestad de mentadas de madre y objetos de todo tipo. ¿Producto del encabronamiento popular?… A lo mejor, podría ser, es probable, igual y sí, tal vez, quizá… uno nunca sabe.
Y hasta la próxima.