Hay un dicho interesante aplicable en estos momentos a Tamaulipas: ¿Qué me cuentas a mí, que sé tu historia?
Alguna vez escribí que en México debería haber rubros blindados, donde los vaivenes políticos no afecten su desempeño, uno como ya ocurre desde los tiempos de Ernesto Zedillo, el Banco de México, otro debería ser la Salud y la Educación, para que no se usen como moneda de cambio durante las campañas electorales.
Pero pareciera que hay uno más y urgente, es el rubro de la seguridad. Para que los conflictos que ahora tenemos no sean utilizados por los partidos políticos y sus candidatas y candidatos para dirigir la intención al voto.
No es posible, reitero, que el dolor y las condiciones injustas que prevalecen en Tamaulipas sean utilizadas por los partidos y sus dirigentes, para atraer el voto popular.
Es mezquino e indigno, además de una falta de respeto a la inteligencia de los tamaulipecos y tamaulipecas, quienes saben a ciencia cierta, quién es cada quien en el panorama político de la entidad.
Reitero: ¿Qué me cuentas a mí, que sé tu historia?
¿QUIÉN MIENTE EN TAMAULIPAS?
Es la pregunta que se hizo Katia de Artigues en su columna de El Universal publicada el miércoles, refiriéndose a las acusaciones lanzadas por el Partido de la Revolución Democrática y el Revolucionario Institucional a la y los candidatos de los municipios de Mainero, Villagrán e Hidalgo, quienes, dicen, se han dejado coptar por grupos delictivos para unirse a la campaña del candidato panista a la gubernatura.
En su columna alude a las declaraciones de dos de ellos, a Wenceslado Zúñiga, quien afirma que «respeta a Manlio Fabio», pero que aún no le notifican que ya no es candidato, ni miembro del PRI.
En el mismo sentido van la ex aspirante de Movimiento Ciudadano a la alcaldía Angélica Izaguirre y Roberto Chávez, del PRD, en Miguel Alemán. Las declaraciones de los tres, dejan mal parada la versión hecha pública por sus partidos, en el caso de Movimiento Ciudadano, Gustavo Cárdenas prefirió desmarcarse y salió a decir que ya no repondría a los candidatos de su partido.
Calladito se ve más bonito, dirá que para qué le mete más ruido al chicharrón.
Esta es la segunda vez, en la misma semana que de Artigues decide escribir sobre Tamaulipas, y señala que el dirigente nacional del PRI sólo reparó en que tenían candidatos ligados a «los malos», cuando éstos decidieron apoyar la candidatura panista.
En Tamaulipas el ambiente enrarecido no es cosa nueva, ha crecido aún más en las últimas fechas, los señalamientos a los ex recientes gobernadores respecto a sus alianzas con el crimen organizado son la bandera que esgrimen los opositores políticos y que es compartida por parte de la población tamaulipeca, lo cierto es que en estos momentos, los habitantes de esta entidad, a diferencia de lo que dice la periodista, los habitantes de esta entidad sí saben deducir quién tiene el monopolio de la verdad y qué se puede esperar de cada uno de los partidos y sus aspirantes a gobernarla, así como del candidato independiente.
Que no lo sepan quienes viven fuera de Tamaulipas, ésa es otra historia…
SIN CUANTIFICAR DELITOS SEXUALES
Una Comisión compuesta por asociaciones civiles y dependencias gubernamentales «estimó en 1.414.627 la cifra negra (número de casos no reportados) de delitos sexuales de 2010 a 2015 en los 16 Estados (la mitad del país) que le enviaron información. Duplicando la cifra para determinar el total nacional, lo calculó en 2.996.180, lo que significa casi 600.000 delitos sexuales al año.
El organismo señala como causas la desconfianza de las víctimas hacia los operadores de la justicia penal, el maltrato de algunas autoridades y un marco jurídico que atenta contra la dignidad de las víctimas, al no otorgar una atención especializada para estos delitos.
“Existe aún un amplio desconocimiento por parte de los operadores del sistema de justicia penal (fiscales y jueces) en materia de derechos de las víctimas de delitos sexuales, que deriva en violencia institucional violatoria de sus derechos humanos. Aunado al desconocimiento se suma la falta de sensibilidad”, detalla Laura Martínez, acerca del informe publicado en el periódico español El País.
“En México todavía nos dejamos llevar por la soberanía de cada Estado, pero la violencia contra las mujeres es la misma en todos lados. ¿Por qué no llegar a un consenso de manejar los mismos tipos penales en toda la República?”, expresa desde Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, Adivac. El acoso sexual está tipificado como delito en la mitad de las entidades, y el Código Penal Federal tampoco lo considera. Según la Comisión, ni siquiera las comisiones de derechos humanos estatales registran los mismos datos sobre las denuncias.
Este informe, es uno de los que deben considerar quienes están buscando ser legisladores y legisladoras a partir del próximo Congreso, de tal forma que se continúe la labor de eliminar estos aspectos que dejan en desprotección a las víctimas de violación en Tamaulipas.
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