CIUDAD DE MÉXICO.- La droga que mató a la estrella del rock estadounidense Prince el pasado 21 de abril, el fentanilo, es actualmente el negocio preferido de los cárteles mexicanos, de acuerdo con la Dirección de Control de Drogas (DEA) estadounidense, reportó The New York Times.
Aunque aún no se ha establecido cómo fue que el músico de 57 años obtuvo este opioide sintético, su creciente demanda en Estados Unidos había ya cobrado la vida de otro famoso, el actor Philip Seymour Hoffman.
El astro de cintas como Capote, Misión Imposible 3 y la saga Los Juegos del Hambre perdió la vida el 2 de febrero de 2014 luego de inyectarse una mezcla de heroína con fentanilo.
Si bien Michael Jackson falleció el 25 de junio de 2009 por una sobredosis de propofol, las investigaciones tras su deceso revelaron que consumía una larga lista de sustancias, algunas fueron: xanax, dilaudid, vicodin, así como fentanilo.
Según la DEA, las sobredosis mortales se han incrementado en un 45 por ciento en los últimos años en la Unión Americana debido a la penetración de las drogas elaboradas en laboratorios mexicanos.
La popularidad del fentanilo entre los cárteles de México, señalaron fuentes consultadas por The New York Times, obedece simple y llanamente a los cambio en el mercado de las drogas ilegales y el oportunismo de bandas criminales.
Cuando el control en los medicamentos de prescripción aumentó el costo de píldoras como la oxicodona, los cárteles ofrecieron heroína a sus usuarios, ya que era más barata y relativamente mucho fácil de conseguir.
Con el fentanilo, advierten, pasa lo mismo, porque es una droga que puede fabricarse desde un laboratorio sencillo y con menos procesos como, por ejemplo, los que requiere la amapola.