El 5 de junio el PRI sufrió una de sus peores derrotas al obtener sólo 5 de 12 gubernaturas en juego, lo que le pinta la cara de perdedor rumbo a la sucesión presidencial del 2018 y pese a ello sus diputados y senadores como en venganza deciden dar la espalda a la iniciativa ciudadana anticorrupción y aprueban una a modo; como en los viejos tiempos, como cuando era el partidazo.
Así es mis queridos boes, ese PRI que no ha entendido nada, que no ha logrado descifrar el mensaje tan claro que le manda la sociedad sigue en ‘la pendeja’ (perdón lo correcto
tampoco lo hubieran entendido), enardeciendo al pueblo sin voltear a ver las consecuencias.
Habrá que decirle al PRI que en este país de poco más de 100 millones de mexicanos, el PAN gobierna o gobernará a partir del 1 de octubre a unos 40 millones, que las otras fuerzas políticas gobiernan otro tanto y que si bien tiene autoridades emanadas de sus siglas en el resto, esto no significa que es aprobado por la mitad de los ciudadanos.
Hay que machacarles en la cara a los líderes del PRI que no gobernarán más Veracruz, Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Nuevo León y muchos estados más que juntos significan buena parte del porcentaje de votos que estarán en juego en el 2018 cuando quieran tener un sustituto tricolor para Enrique Peña Nieto.
Hay que decirles que incluso en algunos estados donde van a gobernar como Oaxaca la convulsión social advierte que el desgobierno podría ser la constante, como ya lo es en esa entidad junto con Guerrero.
Habría que hacerles entender por lo tanto que cada decisión que tomen les acercará o los alejará más del pueblo al que le querrán vender un candidato a la presidencia.
Pero por principio de cuentas en el PRI de Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones tendrían que haber entendido desde mucho antes que en este país una buena parte de los ciudadanos están ya hasta la coronilla (debí decir hasta la madre, pero pueden irritarse) de la corrupción, esa que señala directamente al presidente y su esposa y que por ende salpica a todo el sistema mexicano que emane de su partido.
Habrían tenido que entender entonces que cuando los ciudadanos organizados formamos una iniciativa contra ese cáncer que mantiene en terapia intensiva y con pronóstico reservado al PRI había que escuchar al pueblo que tiene el poder de desconectarlo de los aparatos que lo mantienen respirando.
Pero lejos de que así ocurriera tijeretean la iniciativa de Ley 3 de 3 que no quería más que transparentar el ejercicio público, el que los políticos reconocieran sus conflictos de intereses y que los ciudadanos sepamos qué tan ricos son los que nos quieren gobernar.
Echar al bote de la basura una iniciativa de ley firmada por casi 700 mil ciudadanos del país señores dirigentes del PRI no es una buena decisión, tras una derrota histórica.
Esa decisión de cara al 2018 le va a significar al PRI más dolores de cabeza que la jaqueca tras la estrepitosa derrota del domingo 5 pasado.
Pero esa decisión no parece ser la única mal tomada en los últimos días por los que están ‘Moviendo a México’, porque en el tema de la aplicación de la reforma educativa, la mano dura o la falta de negociación hoy serán tema nacional e internacional.
Los enfrentamientos en Oaxaca entre la disidencia magisterial o CNTE y las policías federales y estatales que pretendían desbloquear carreteras dejó al menos seis muertos entre los maestros.
Claro que no podríamos defender a ciegas la causa de la CNTE porque es un organismo violento y con más dudas sobre sus propósitos que certezas, pero muertos son muertos.
El tema le dará la vuelta a los diarios del mundo y la imagen de un gobierno peñista que ya está por los suelos tendrá que cavar más onda la profundidad de su tumba.
Y es que ahí están las declaraciones una y otra vez del secretario de educación Aurelio Nuño que insistía que no dialogaría con los maestros paristas hasta que volvieran a las aulas a dar clase, con ello y los muertos de ayer el titular de la dependencia podría quedar en calidad de intolerante y le cargarán los muertitos.
Es más me atrevo a decir que Nuño, uno de los delfines de Peña Nieto para la sucesión puede anotarse entre los muertos de ayer, solo que a él solo le podremos catalogar como muerto político, porque conociendo la virulencia con la que reaccionan los maestros de la CNTE y organizaciones que se les han sumado, yo podría apostar que el sectario que ni es maestro, ni tampoco padre de familia del sistema educativo que dirige no podrá dormir tranquilo en varios meses, en varios años tal vez.
Y no, no me salí del tema del PRI y sus reacciones tras la derrota pasada, solo puse dos botones de muestra que revelan que en ese partido ven la tempestad y no se hincan.
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