Según vecinos, Soriana descuida el movimiento de sus mercancías y deja a flote la basura por varios días y noches propiciando malos olores y atrayendo en bola a los roedores de cualquier género.
Descuido antiestético y antihigiénico que ha dejado al borde de un ataque de nervios a los vecinos que tiene que soportar el basurero trapero de esta poderosa compañía.
Y es que al perro más flaco se le pegan las pulgas, porque las Sorianas ubicadas en zonas de “postín” el espectáculo es diferente.
Según se quejan los vecinos del área de Tamatán, los sorianos se la bañan dejando la basura trapera creando un paisaje repugnante y chocante.
En el mejor de los casos, Soriana debería de repartir tarjetas de puntos a los vecinos para que puedan adquirir máscaras de gas. Aunque puedan parecer marcianos.
Soriana Central no sólo abusa de la basura, también lo hace en la contribución de la fealdad urbana.
Y es que no es posible soportar esa lastimadura visual, ya de por si chisqueada por admirar ese patio trasero de la tienda sin pintar, descuidado y sujeto a los malvivientes y buenvivientes que hacen alianza efímera con ratas y ratones.
Con la lana millonaria que gana el sorianismo, bien puede pintar ese adefesio trapero.