Usted quizá no salió de vacaciones, pero los delincuentes sí vinieron a Ciudad Victoria para robarse las propiedades de quienes se fueron de vacaciones. Por esa razón es urgente que usted proceda con previsión e inteligencia, a fin de evitar sustos, robos o secuestros, por lo que le sugiero practicar las reglas siguientes:
1.- Desconfíe de todo mundo, y principalmente de los políticos. No abra la puerta de su casa a ningún desconocido o desconocida, aunque se presenten como enviados de Dios o emisarios del diablo. A los parientes y amigos puede permitirles el acceso, pero con muchas precauciones.
2.- Controle personalmente las llaves de la puerta exterior de su casa, de su garaje y de cualquier entrada a su domicilio, y evite “zonas oscuras” en la iluminación nocturna.
3.- Cambie las chapas de las puertas que comuniquen a la calle, si recientemente ha renovado al personal de servicio, o ha despedido a algún operario que haya trabajado regularmente en su casa.
4.- Acostumbre a sus amistades a no llegar a su domicilio por sorpresa, y menos durante la noche. Que se tomen la molestia de llamarle por teléfono o de anunciar de alguna manera su visita.
5.- No se deje sorprender por individuos uniformados que pretender revisar su teléfono, su tanque de gas o una supuesta fuga de agua. Exíjale identificación y llame por teléfono para confirmar sus datos.
6.- No se le ocurra dar caridad a nadie en la puerta de su casa, porque sus vecinos van a decirle a todos los limosneros que pasen por el rumbo; “vayan a aquella casa porque allí vive un pendejo o pendeja que regala cosas”, y luego se le formará una fila de mendigos tan larga como la “cola” de un cine en domingo, y algunos de ellos pueden resultar ladrones.
7.- Vigile las conversaciones de cualquier individuo que haga uso del teléfono celular dentro de su domicilio, sin que tenga la confianza de usted para poder hacerlo.
8.- No hable de negocios por teléfono porque aquí hay más espías telefónicos que urracas, y siempre están al acecho de cualquier información valiosa que les sea útil para sus atracos.
9.- No acepte invitaciones generosas para viajar gratis a la frontera, porque los vehículos de sus simpáticos “cuatachos” o “cuatachas” pueden ir cargados de yerba y puede usted acabar en el “botellón”.
10.- Vigile a cualquier vehículo con vidrios polarizados que se estacione cerca de su domicilio, porque son ladrones que están espiando sus movimientos. Repórtelos a la policía de inmediato.
11.- No acepte dinero, regalos, vacas, automóviles o mujeres que le ofrezcan hombres respetables y generosos que posean avioncitos, porque después le exigirán a cambio que preste su ranchito, para que aterricen sus avioncitos y acabará usted encerradito en Almoloyita.