CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Doña Martha vivió hasta hace 2 meses sus 115 años de existencia con alegría, hasta que se cayó y los dolores e hinchazón en su pierna le han impedido realizar su vida como antes.
Fue curandera, sus vecinos en la colonia Azteca y todo el sector oriente de Ciudad Victoria le busca para curar el empacho, el espanto y todos esos males que solucionan los ritos ancestrales.
Alrededor de su habitación están las veladoras y los santos que dan fe de aquellos días…
Y aunque no se queja de los males, no soporta el dolor, los vecinos temen que esté fracturada y si es así, la señora ha soportado dos meses con el malestar cerca del codo.
El trámite para ingreso al Seguro Popular lo hicieron hace poco tiempo con apoyo de los vecinos.
Los mismos trabajadores de programas sociales han llegado hasta la casa con medicamento que pueda mitigar el dolor.
A seis cuadras se encuentra un dispensario médico que corresponde a la colonia Liberal, aseguran los vecinos.
Sin embargo, el personal médico que ahí se encuentra, asegura que no puede hacer una visita domiciliaria para conocer el estado de salud de doña Martha.
«Nosotros no podemos moverla, en primer lugar porque no podemos trasladarla, no tenemos en qué. No la podemos mover por temor a lastimarla, ella se queja y no sabemos qué tiene en realidad. Sólo le ayudamos»… dice Angélica, una vecina que se ha preocupado por hacer el aseo de la señora Martha en solidaridad a una persona mayor…
«Yo no tengo a mis padres aquí, pero creo que Dios les pondrá a alguien para que los cuide mientras yo no estoy», dice Angélica como en espera de los milagros.
Doña Martha asegura que no tiene padecimientos crónicos, pero una vecina asegura que antes tomaba pastillas para la presión, sin embargo, ha dejado de cuidarse y se presume que su caída ocurrió debido a un mareo provocado por la presión arterial alta.
«Yo sólo recuerdo que me caí, fui a dar hasta allá de un tropiezo», dice doña Martha señalando el horizonte con palabras altisonantes que permiten imaginar el carácter de la señora, hace tan sólo algunos meses, cuando gozaba de mejor salud y con seguridad sonreía.
Hoy, llora en breves instantes cuando narra como ahora los últimos meses de su existencia y se siente vulnerable.
«Sí tengo apoyos como el de 60 y Más, hace poco me trajeron la despensa, pero seis meses atrás no había llegado nada».
La despensa contiene lentejas, cuatro rollos de papel, avena, frijoles y otros productos básicos en la cocina.
«Yo ya no aguanto el dolor, no tengo para el doctor, no puedo moverme, desde que me pasó esta situación vivo en la desgracia. Todavía no almuerzo, me dan las dos o tres de la tarde… Mire por aquí me duele, hace un mes y medio me caí y me pegué en el brazo, la más reciente es de hace dos semanas», dice doña Martha a la vez que levanta su falda para
mostrar la pierna izquierda amoratada en la parte superior. Antes hay raspones y algunas heridas que han comenzado a cicatrizar en la pantorrilla.
Tuvo cinco hijos, pero le quedan sólo tres, uno de ellos fuera de la ciudad con padecimientos de diabetes y con una situación económica nada favorable.
Doña Martha vive en el terreno de su hija Carmela, quien a la vez trabaja apoyando en la limpieza de algunas casas; su jornada laboral termina hasta las siete de la noche y para entonces no hay tiempo de ver la salud de su madre.
Pero si Carmela deja de trabajar, la situación podría empeorar.
solicita:
• Atención médica en domicilio
o bien una ambulancia que pueda trasladarla al hospital
• Silla de ruedas
• Silla con depósito para ducha y sus necesidades fisiológicas
• Pañales para adulto talla M
Si desea ayudar
• Martha García Martínez
• Dirección: Calle Itzcoatl y bulevar Praxedis Balboa # 998
• Colonia Azteca
• Teléfono: 13400724