La anti popularidad del peñismo, es uno de los fenómenos políticos más marcados en México. No es porque sus antecesores en Los Pinos, no hayan cometido errores, sino porque a EPN le ha tocado de lleno, la tecnología mediática más virulenta de los últimos tiempos: el internet y las redes sociales. Y si a ello le agregamos fallas elocuentes, en la estrategia y la táctica del actual grupo en el poder, pues todo contribuye a la lectura del fracaso.
Desde el movimiento 132, hasta el escándalo de las casitas blancas, pasando por Ayotzinapa y Nochixtlán, entre otros, los escenarios virtuales se le han indigestado al primer jefe del país. Lo anterior, ha empujado al actual sexenio, hacia un panorama de depresión y de derrota anticipada.
Todo contribuye a la complicación del escenario que Peña Nieto le heredará al candidato presidencial de su partido. La maltrecha imagen del Presidente, afectará a quien a la postre sea el beneficiario de la estafeta sucesoria. Todos los que integran el círculo íntimo lo saben.
¿Cuál va a ser el camino a seguir, de aquí al destape? ¿Se impondrá el Presidente y elegirá a alguien que, según sus cálculos le garantice lealtad? O bien, la elección de su sucesor, se le irá de las manos a Peña Nieto, y terminará por ceder el destape a alguien que no estaba en sus afectos. Recordemos: en su momento, Ernesto Zedillo se impuso ante Salinas; Vicente Fox no pudo sacar a su predilecto Santiago Creel, y Felipe Calderón, tuvo finalmente que soportar la candidatura de Josefina Vázquez Mota, muy lejos de ser su favorita.
Hasta ahora, el Presidente Peña ha mostrado abierto afecto por el joven Aurelio Nuño, y los resultados han sido desastrosos: el actual Secretario de la SEP ha sido literalmente revolcado y vapuleado por el movimiento magisterial, a tal extremo que, de las expectativas iniciales, los analistas más benignos, han pasado a una prudente cautela, pero la mayoría de ellos, ha dado por cerrada la posibilidad de que Aurelio sea el elegido.
Existen tres cartas viables, pero dos de ellas, Miguel Angel Osorio Chong y Luis Videgaray, se han desgastado como figuras de primer orden, en las alas de la política y de la economía. El único que, queda, es José Antonio Meade, el actual Secretario de SEDESOL, un hombre que proyecta una imagen tibia, de bajo perfil, y sin mayores pretensiones, pero que por ese camino, justamente debido a su condición, ¿o estrategia? de inofensivo, ha empezado a meterse en la carrera.
Meade, es el único que, al menos en teoría, podría garantizarle al Presidente Peña una candidatura a modo. En lo que se refiere a Videgaray, su fuerte personalidad y su imagen de “hombre inteligente”, prácticamente dejaría a Peña Nieto, como el débil de la película. Lo borraría del escenario político, lo avasallaría por completo.
Y en lo que atañe a Osorio, de ser el candidato, podrían aflorar los agravios y desdenes de que ha sido objeto. Si alguien ha tenido que salir a torear los errores cometidos en el gabinete, ese es el Secretario de Gobernación. Osorio se siente incomprendido, y considera que sus servicios al país, no son justamente reconocidos por su jefe, el Presidente. El hidalguense, trae una carga silenciosa de despechos, pero emocionalmente, ha sabido guardárselos. Sabe de su fuerza y de su posicionamiento, y cree que, en su momento, a EPN no le quedará más remedio que entregarle la sucesión.
Pese a ello, tal vez Osorio no sería tan cruel, en el deslinde con Peña. Tiene formación política y lo más seguro es que, pese a ser el candidato, buscará arropar a su jefe. Pero la candidatura de MAOCH, solo se daría, en caso de que, EPN llegase al 2018, atado de manos para decidir, sumamente debilitado, y sin poder, para evitar que, alguien le gane la partida.
Esto último, sí podría ocurrir. Los ejemplos más recientes son Fox y Calderón. Ambos terminaron apoyando a candidatos que no querían. En el caso de Fox, el candidato no deseado, si ganó, porque Fox le tuvo temor al Peje, y prefirió a FCH, antes que el AMLO ejerciera el desquite. En el caso de Calderón, la candidata no deseada, perdió, porque hubo un acuerdo del Presidente panista con Peña Nieto.
¿Qué ocurrirá en la sucesión interna de Peña? ¿Perderá los hilos de la sucesión? Será candidato, el patito feo de Bucareli? ¿Y de ser así, llegará a Los Pinos? ¿O acaso llegará Videgaray, para tomar literalmente las riendas , y dejar de ser el poder tras el trono, como hasta ahora? ¡Hagan su juego señores!
POSDATA.— Si el gobernador electo, Francisco García Cabeza de Vaca, apoya en la interna al precandidato adecuado, y posteriormente gana en la institucional del 2018, es muy probable que, sea invitado al gabinete federal panista, para ocupar un cargo del más alto nivel.