Cuando comenzó este gobierno era entendible que las culpas de la inseguridad se le cargaran a lo que los priistas llaman ‘docena trágica’ refiriéndose a los dos sexenios panistas, miles de muertos y desaparecidos en los mandatos de Vicente Fox y Felipe Calderón fueron suficientes para que el pueblo mexicano creyera en las promesas de Enrique Peña Nieto de que tenía la fórmula para terminar con la violencia, porque los de su partido si sabían gobernar, prometían cambio de estrategia y resultados prontos, pero ya mero se van y las cosas van peor.
Así es mis queridos boes, los datos del Semáforo Delictivo en el país revelan que si es que hay estrategia nueva con Peña Nieto esta no funciona, porque tan sólo en lo que va del 2016, el número de muertos relacionados con la delincuencia organizada se incrementó un 33 por ciento en los primeros seis meses, respecto al mismo periodo del 2015.
¿Y la estrategia?, no la veo, nadie la ve, incluidos los que defienden desde su cercanía con el presidente la dichosa estrategia, porque no es estrategia una semana traer cientos de federales y de pronto llevárselos a otros estados, este comentario aplica para todo el país.
La dichosa estrategia de seguridad del gobierno actual es fácilmente explicable si se ejemplifica con la cobija pequeña para tapar a una docena de friolentos en una noche helada.
Mientras unos se calientan los otros se enfrían y de pronto dan el jalón y descobijan a los primeros, para luego ser estos los que den el estirón, por la mañana todos amanecen con neumonía porque nadie pudo estar a salvo del frío.
Recuerdo mucho que desde el primer año los más cercanos a Peña Nieto hablaban de inteligencia, de los famosos cuadrantes, de golpes de precisión, aseguraban que en dos meses las carreteras estarían limpias, que en dos años a más tardar recuperarían México, que porque ahora sí habría coordinación entre todas las fuerzas policiacas y castrenses, pero ya van más de cuatro años y no se ve ni estrategia y menos inteligencia.
Ayer Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo lo explicó con muertitos y ojo, con las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, al informar que se documentaron 9 mil 615 homicidios denunciados entre enero y junio, y que de estos 5 mil 413 fueron relacionados con la delincuencia.
Reveló, además, que los estados con más asesinatos relacionados al crimen organizado son Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Veracruz y Estado de México, este último la casa de Peña Nieto.
¿Pero qué creen?, más de cuatro años después se sigue culpando a los azules de lo que nos pasa y mientras eso siga ocurriendo, les apuesto que no habrá soluciones, porque pareciera que echar culpas a los azules es la estrategia de los chicos de Peña.
Ni siquiera el descontón que les dio el pueblo en 7 de doce estados el 5 de junio pasado les ha abierto los ojos a los de la cúpula federal, porque ni hace cuatro años y menos ahora se nota el interés por empezar por el principio que es reconocer el problema, asumirlo y entonces comenzar a solucionarlo.
No quieren entender que fingir demencia les quitó la mayoría de las gubernaturas en la elección pasada y que esa misma estrategia les puede dejar sin un candidato fuerte para el 2018, porque en fuerte ahora es Miguel Ángel Osorio Chong, precisamente el que va y viene de la CDMX a los estados prometiendo apoyos, advirtiendo a los malos cada tres o cuatro meses, pero sus palabras se quedan en eso.
Gustavo contra
Mauricio…
La pelea mediática entre el Diputado Federal Gustavo Cárdenas y el alcalde de San Pedro es de pronóstico reservado, uno, el tamaulipeco dueño aún de la franquicia estatal del Movimiento Ciudadano defiende a su hijo y el segundo, alcalde de San Pedro y filia azul Mauricio Fernández hace lo propio con sus policías.
El primero alega que el 29 de junio su chamaco Javier Cárdenas Dávila fue agredido por los policías del segundo quienes le dispararon a su camioneta sin motivo alguno hiriéndolo en tres ocasiones.
El segundo insiste en que Javier, el hijo de Gustavo, se encontraba en medio de una operación de compraventa de droga, en la que este era el vendedor y que el legislador federal debería agradecer que no lo mataron los policías a los que dijo el chavo les intento atropellar.
El pleito ayer tuvo un round más cuando Javier Cárdenas fue a Monterrey a declarar a la prensa local que es la víctima: “Yo me encontraba en el HEB haciendo lo que cualquier persona haría en un centro comercial de ese tipo, cuando ya estaba a punto de salir, observo un sujeto armado, que comienza a accionar su arma en mi persona, en mi vehículo y bueno es ahí en donde trato de poner mi vida y la de mi acompañante a salvo y pues básicamente así fue como pasó”, dijo.
Pero Mauricio reviró: «nadie que detengamos y además en flagrancia que fue este caso… él se está declarando inocente, bueno pues en este caso fue con la evidencia de que teníamos a los compradores y ellos fueron los vendedores, fue en flagrancia”.
Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong
