A dos meses de la estrepitosa derrota que sufrió el PRI en Tamaulipas, a muchos miembros de la clase política y burocrática todavía no les cae ‘el veinte’. El priismo sigue en ‘shock’, en la inmovilidad. Un estancamiento que empieza a abrir las puertas a otro factor inédito: una rebelión local contra el poder en turno.
Humberto Valdez Richaud, secretario general del Movimiento Territorial en el estado, subraya, deletrea para dejar en claro: ‘P-e- r-d-i-m-o-s’.
Remarca: ‘Con toda la extensión de las siete letras, perdimos’. ¿Qué va a pasar ahora con to- dos aquellos que tenían un empleo en base a su militancia priista o su pertenencia a un grupo político del partido? Roberto González Barba, delegado tricolor en Matamoros, tiene una breve, concisa
respuesta: ‘Pues.. bye’.
El tricolor perdió más de 500 puestos de elección popular en la entidad, entre ellas alcaldías, diputaciones locales, sindicaturas y regidurías, sin olvidar el aparato administrativo del gobierno estatal
La acumulación de errores condujeron al Revolucionario Institucional al colapso, a la catástrofe electoral del 5 de junio. Eso opina Humberto Ruiz Tijerina, diputado local, quien plantea con urgencia: ‘Tenemos que cambiar y el primer paso es renovar el comité directivo estatal’.
En el cambio de rol, de ser partido en el gobierno a estar en la oposición, el aprendizaje tiene que ser con rapidez. Paloma Guillén Vicente, diputada federal, afirma: ‘Tendremos que aprender rápido el nuevo papel. Asumir los nuevos retos. A fin de cuentas las victorias no son para siempre, pero tampoco las derrotas’.
Los nombres de los cuatro priistas entrevistados suenan para ocupar la presidencia del comité estatal del PRI en tiempos en que serán oposición, la primera vez en más de 80 años.
Humberto Valdez Richaud, Humberto Ruiz Tijerina y Roberto González Barba expresan de manera abierta que quieren ser el próximo presidente del priismo tamaulipeco. Aseguran estar listos y preparados para el reto de ser oposición.
Por su parte, Paloma Guillén Vicente, presidenta de la Comisión de Gobernación en el Congreso de San Lázaro, dice que no está en su agenda la presidencia del PRI en Tamaulipas. Aunque se declara un soldado del partido, se descarta para la dirigencia.
Ante el escenario político inédito e histórico de la entidad, se percibe una inmovilidad priista. Valdez Richaud, mejor conocido como ‘El Betico’, puntualiza:
»Esto no es nada común. De hecho, es inédito para Tamauli- pas. La verdad es que no nos ha caído ‘el veinte’. Somos pocos, me incluyo entre ellos, los que realmente ya están pensando en lo que viene más adelante y nos asumimos como una oposición’.
Con tono de preocupación, añade: ‘Estoy un tanto desesperado porque veo a compañeros y amigos medio dormidos, esperando la línea, esperando la línea de arriba, pero no les ha caído ‘el veinte’ que somos una oposición’.
‘Ahora hay que ser una real oposición, una oposición muy responsable, que sepan desde ahorita que vamos a ser oposición, con todo lo que eso lleva’, comenta el ex alcalde de Reynosa.
La preocupación también pasa por el tema financiero. ‘El Betico’ tiene muy claro el asunto: ‘Ya no vamos a tener el apoyo económico que teníamos antes’.
Para resolver la problemática de la falta de recursos en el futuro, propone un departamento de eventos para generar ingresos. ‘No hay manera de ver hacia el 2018, más que encargarnos de subsistir cada comité, cada sector’, menciona.
A diferencia de Valdez Richaud, el diputado local Humberto Ruiz Tijerina, uno de los priistas más críticos tras la derrota sufrida por el tricolor en el estado, asegura que ‘el problema no son los recursos’.
Explica: ‘La falta de recursos no es un problema para redireccionar al partido. El partido, de acuerdo a sus propias prerrogativas, debe recibir un recurso. El PRI de Tamaulipas, en ese sentido, debe estar recibiendo, por lo menos, cerca de 100 millones de pesos anuales, lo que significa un promedio por mes de 8 millones’.
Para el legislador, el priismo debe transitar por una ‘profunda reflexión’ que lo conduzca a un cambio interno a fin de regresar al trabajo social, el reconocimiento de los liderazgos naturales y funcionar como un organismo político serio y responsable.
Plantea: ‘Tenemos que ubicarnos en el contexto de la realidad después del cinco de junio, al haber perdido la gubernatura, la mayoría del Congreso y la mayoría de los Ayuntamientos. Nos pone primeramente en una profunda reflexión de que el PRI tiene que cambiar y tiene que cambiar primeramente hacia el interior’.
Ruiz Tijerina cuestiona: ‘Tenemos que entender que existían dos PRI: había un PRI de privilegios, un PRI que siempre estuvo en la comodidad, en el aire acondicionado, en el exceso del recurso; pero la realidad es que el PRI es un PRI de base, un PRI social, donde tenemos gente de las colonias, de los ejidos, profesionistas, jóvenes, de todos los estratos sociales, que representan la base del PRI’.
Para recuperar la confianza de los distintos sectores de la sociedad, Roberto González Barba, ex presidente del comité tricolor en Tampico y ex diputado federal, va más allá: afirma que el presiden- te Enrique Peña Nieto tiene que actuar en contra de la corrupción cometida por los gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo.
‘Si no se actúa, va a ser muy difícil ganar en 2018’, comenta el ahora delegado del PRI en Mata- moros. ‘Las expectativas ahorita de mi partido de ganar no son buenas’, reconoce.
– ¿Pero qué hacer entonces con los gobernadores y ex gobernado- res que han sido señalados y que se encuentran bajo investigación de instancias norteamericanas y mexicanas? ¿Qué hacer con ellos? ¿Meterlos a la cárcel?-, se le pregunta.
– ‘Están señalados, pero no hay ficha roja de la Interpol para ser detenidos. Es decir, ya les confiscaron, según he leído, que tienen expedientes por lavado de dinero o no han justificado el origen del dinero con el que compraron pro- piedades o con el que hicieron inversiones. Si el gobierno de los Estados Unidos emite la ficha roja a la Interpol, en ese momento el PRI deberá decidir’-, responde González Barba tras analizar con cuidado cada una de sus palabras.
Sobre el tema de los ex gobernadores tamaulipecos, Mercedes del Carmen Guillén Vicente es más cauta y reflexiva. Con institucionalidad, sin mencionar nombres, evade una respuesta directa:
‘Los retos están en el presente. Una cosa son los retos de un partido y otra los problemas personales de cada miembro. Hay problemas de autoridades. Esos no corresponden al partido’.
Sin embargo, señala que tam- poco hay necesidad de convocar- los al activismo del tricolor en tiempos en que será oposición. ‘El partido, en el centro, no convoca a los ex presidentes’.
Para la diputada federal, triunfadora en la elección del año pasado cuando el PRI ganó los 8 distritos de la entidad, el reto se encuentra en el presente, en el nuevo rol que jugará el partido desde la oposición.
– ¿Cuál es el futuro del partido en la oposición?-, se le cuestiona. – ‘Tendremos que aprender
rápido el nuevo papel. Asumir los nuevos retos. A fin de cuentas las victorias no son para siempre, pero tampoco las derrotas.
Tendremos que trabajar para ganar de nuevo la confianza de los ciudadanos’-, responde la legisladora y ex subsecretaria de Gobernación en el área de Población, Migración y Asuntos Religiosos.
– El PRI parece acostumbra- do a vivir del presupuesto. ¿Sin presupuesto, sobrevivirá?-, se le pregunta.
– ‘El partido ha sobrevivido en otras entidades la alternancia. Y ha logrado recuperar el poder’, contesta con optimismo.
LA PRESIDENCIA ESTATAL DEL PRI
Valdez Richaud, Ruiz Tijerina y González Barba coinciden: a la actual dirigencia del PRI tamaulipeco se le acabó el tiempo y urge renovar el comité estatal.
Paloma Guillén, por su parte, observa las cosas con mayor tranquilidad y comenta, con franco tono institucional, que todavía no hay definiciones en la agenda partidista.
Ruiz Tijerina se lanza con todo: ‘Tenemos qué reconocer que la actual dirigencia ya cumplió. Desafortunadamente no dio el resultado, por eso tiene que ser renovada. Moral y cívicamente ya no debe estar la actual dirigencia, ellos tienen que presentar su renuncia’.
Va más allá: ‘Pero no nada más su renuncia en el discurso, ellos deben convocar al Consejo Político Estatal y que el Consejo señale los errores. Y en ese acto, en un acto de voluntad cívica, presenten la renuncia, para que el Comité Ejecutivo Nacional empiece a tomar las providencias de cambio’.
‘De no hacerlo así, estamos inmersos otra vez en una simulación, en un PRI del silencio, en un PRI que no acaba de asimilar que va a ser oposición y que quiere seguirse manejando como se manejaba antes de la elección, con simulación, con una unidad falsa, una unidad que no se reflejó en las urnas’, asegura el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos del Congreso del Estado.
‘El Betico’ opina en el mismo sentido. El tiempo de Rafael González Benavides en la presidencia del Revolucionario Institucional concluyó el lunes 6 de junio.
Emite su juicio sobre el actual presidente de partido: ‘Ya no tenemos a un dirigente estatal al 100 por ciento en el PRI. Rafael es buen amigo, es de mucho empeño, pero finalmente él ya sabe que se va a ir. No tenemos dirigente esta- tal a la vista’.
Cuando se les pregunta sobre si quieren ocupar la nueva presidencia del priismo de Tamaulipas, tres de ellos afirman, de inmediato, que sí.
Valdez Richaud, al respecto, expresa: ‘Sí, sí me interesa y bastante’
González Barba se declara ‘el candidato del sur’. Puntualiza: ‘Yo platiqué con varios ex alcaldes de Tampico y tengo la simpatía de ellos y de casi todos los ex presidentes de aquí y sería, por decirlo así, el candidato del sur’.
Ruiz Tijerina se anota, pero a la vez matiza: ‘Yo he levantado la mano…como creo hay mucha gente en el estado que la ha levantado’.
Enumera a los aspirantes para presidir el comité estatal del partido tricolor: Alejandro Guevara Cobos, Paloma Guillén, Enrique Cárdenas, Edgar Melhem, Ramón Garza Barrios, Simón Iván Villar, Yalheel Abdala Carmona y Roberto González Barba.
Sin embargo, Paloma Guillén parece no estar interesada en el tema de la dirigencia del priismo.
– ¿A usted le gustaría presidir el PRI estatal? ¿Lo tiene en su agenda?-, pregunta el reportero.
– ‘No está en mi agenda, aun- que he sido siempre un soldado y a donde me requiera voy. Sin embargo, los trabajos que enfrento como diputada representante de los tampiqueños y la misma labor como presidenta de la Comisión de Gobernación ocupa por ahora todo mi tiempo’.
En otras palabras, la diputada federal se descarta.
RENOVACIÓN: ¿SEÑALES DE REBELIÓN?
Para elegir al nuevo presidente del PRI estatal, Ruiz Tijerina va directo al grano y propone una consulta a la base.
‘El Betico’ y González Barba no están de acuerdo con una elección a la base militante. Ambos expresan: ‘No hay dinero’.
Proponen entonces que el dirigente priista tamaulipeco sea electo de manera directa por los 43 Consejos Políticos Municipales del partido, a los que asistan los candidatos para ser escuchados y el debate sea abierto y transparente.
Descartan que sea electo por el Consejo Político Estatal porque sus actuales miembros fueron elegidos a modo por el actual grupo en el poder.
Los tres coinciden en un punto: el próximo presidente del PRI del estado no puede ser una imposición.
Ruiz Tijerina emprende la ofensiva: ‘Nosotros hemos convocado a una gran cruzada, la cruzada por la democratización interna, donde hemos estado convocando a los priistas a que expresen su voz, que no permitamos más im- posiciones, que no permitamos el mal uso que le dieron al poder quienes tuvieron la oportunidad de dirigir al partido y que lo hagamos en un clima de participación y democracia’.
González Barba expone sus argumentos: ‘Primero, que no nos impongan a una gente que no viva en Tamaulipas. Tiene que ser alguien que conozca a la clase política del estado’.
Agrega: ‘Segundo, que no tenga cola que le pisen. Y tercero, que sepa ser una oposición responsable’.
Además, el delegado del PRI en Matamoros pone una condición que se debe cumplir: ‘El que sea presidente del PRI estatal no debe aspirar a un cargo de elección popular. No se puede ser juez ni parte. El que vaya ahí va a ir a hacer la chamba de presidente de partido, sin aspirar a ser senador, ni diputado federal, ni alcalde’.
Valdez Richaud reitera que el priismo no está para imposiciones, pero a la vez señala que puede respaldar otro proyecto bajo ciertas condiciones elementales:
‘Me voy a sumar siempre y cuando haya respeto, respeto a la persona, respeto al MT. Si no hay respeto para la persona, si no hay respeto para el MT, si no hay respeto a la institución, no tengo porque sumarme’.
Paloma Guillén tampoco está de acuerdo con la consulta a la base. Ese proceso de selección implica una competencia que puede derivar en la confrontación interna.
‘El problema con la consulta es que se termina la elección y se quedan los agravios y las divisiones. Creo que tiene que hacerse sí una auscultación para que lleguen los mejores’, explica la dos veces ex diputada local.
Ante el escenario político inédito que enfrenta el priismo tamaulipeco, varias figuras relevantes y con experiencia levantan la voz. A partir del primero de octubre ya no existirá el concepto de ‘primer priista del estado’ y la posibilidad de democratizar el partido se abre paso.
Considerado el diputado ‘incómodo’ del priismo en el Congreso del Estado, Ruiz Tijerina remata: ‘El PRI del silencio ya quedó atrás. Somos un PRI activo, un PRI vivo, un PRI con debate, un PRI con ideas, un PRI de renovación’.