6 diciembre, 2025

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Escuelas que son semillero de políticos

Son muchos los planteles que formaron a los grandes hombres y mujeres de Ciudad Victoria, pero que con el avance urbano tuvieron que mudarse a nuevos sectores dejando en la mente colectiva gratos recuerdos

CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Las primeras escuelas de Victoria, donde muchos grandes políticos se formaron permanecen en nombre, más no físicamente.

Entre ellas se cuentan la escuela Epigmenio García, una escuela exclusiva para niños y la escuela Juana de Asbaje.

Aún en la década de los años treinta en Victoria, las escuelas estaban divididas por género, los niños iban a la escuela con nombre de los grandes pedagogos y las niñas a aquellas instituciones con el nombre de mujeres revolucionarias, sin faltar el colegio religioso Antonio Repiso.

Una de esas escuelas antiguas, era la primaria Juan B. Tijerina, que entonces se ubicaba en la calle Hidalgo y callejón 12, en los últimos años en ese espacio hay una zapatería, pero fue el lugar en que aprendió sus primeras letras uno de los ex gobernadores de Tamaulipas, Don Enrique Cárdenas González.

La escuela Epigmenio García, Anexa a la Normal que se ubicaba en el lugar que hoy ocupa Palacio Federal, la escuela Guadalupe Mainero y la Adalberto J.

Argüelles que con el tiempo ha compartido espacio con la escuela Pedro José Méndez en el 19 y 20 Berriozábal.

Las escuelas de las niñas eran La Leona Vicario, Corregidora y la escuela Juana de Asbaje, más tarde la escuela Redención del Proletariado en la colonia Mainero, sin embargo, fue destruída la infraestructura original en aras de la modernidad.

Los niños de entonces iban a la escuela primaria por la mañana y por la tarde, en verano la entrada era a las ocho, en invierno a las ocho y media y para
regresar a casa los pequeños de primero y segundo se veían por las calles cuando iban caminado a las once y media, los de tercero y cuarto a las once
cuarenta y cinco y a las doce del mediodía salían los de quinto y sexto.

En la tarde, la entrada era a las tres y todos salían a las cinco, para que alcanzaran a hacer la tarea y regresaran al otro día para aprender la siguiente lección y ayudar en las labores de la casa.

Los maestros famosos de entonces en la Juan B. Tijerina eran el Profesor Matías S. Canales y don Julián Anzaldúa.

Pero a quien todos los niños le tenían temor era a Matías S. Canales, porque era un profesor que corregía con el coscorrón y le apodaban “El Canco”.

Luego nacieron otras escuelas, que a su vez desaparecieron en nombre, por ejemplo, la escuela “Amado Nervo” que se convirtió en la escuela «Lauro Aguirre», uno de los primeros colegios de Victoria, era una escuela de paga donde estudiaron Pepe y Ricardo Haces, Los Quintana, Humberto Filizola Haces y otros niños que entonces pertenecían a las familias prestigiadas de Victoria.

La escuela “Lauro Aguirre” se hizo pública, al finalizar la década de los años treinta.

En estos cambios también desapareció la escuela “Nezahuatlcoyotl”, para convertirse en la escuela Juan B. Tijerina hacia el oriente de la ciudad.

Las niñas siguieron en la escuela “Corregidora” y se dice que sólo les dividía un platanal.

Eran tiempos duros, donde los niños no asistían como hoy con una mochila nueva al inicio del ciclo escolar.

Había unas cintas de piel que servían para reunir los libros y los cuadernos “Polito”, armados únicamente con un lápiz y en ocasiones con alguna pluma con tinta azul.

Muchos niños iban descalzos y no había exigencias escolares como ahora.

La letra en muchos de aquellos alumnos entró más que con sangre, con el esfuerzo.

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