*El autor es Premio Nacional de Periodismo 2016
El supremo gobierno está de suerte. Y es que el fallecimiento de Juan Gabriel dará un respiro al “mal humor social” que transita a lo largo y ancho de la república debido a las recientes alzas en el costo de gasolina y energía eléctrica, además de todo lo que sabemos. Por ahora la mexicanada está mucho más preocupada en lamentar tan desgraciada pérdida, reunir la discografía del artista y aprender de memoria sus canciones que reflexionar sobre las consecuencias de esta enésima puñalada a la economía familiar. Por supuesto los medios de comunicación colaboran para hacer de la muerte de “el divo” una tragedia nacional, como si no tuviéramos suficiente con la permanente crisis que
golpea por todos lados al país.
El asunto es que el supremo gobierno está de suerte porque para cuando los mexicas reaccionen estará preparando el siguiente golpe, que segurito llegará allá por las navidades o antes, ya ve que el estado de ánimo del secretario Videgaray es impredecible. Recordéis que hace aproximadamente un mes juró que el incremento de principios de agosto sería el último del presente año y sin embargo, no aguantó las ganas de disfrutar de nuevo con el sufrimiento ajeno. “Hasta parece que lo haces adrede”, decía mi sagrada abue cuando uno insistía en cometer la misma travesura.
Claro que esto no es ninguna travesura, sino parte del sometimiento a los mandatos del Fondo Monetario Internacional que insiste en colocar de rodillas a nuestro país ante el gran capital. Y vaya que lo está logrando con esta clase de funcionarios a los que no importa empobrecer más a las mayorías con tal de aparentar una imagen desarrollista y globalizante que sólo existe en los sueños guajiros de la clase política que padecemos.
Y de nuevo la pregunta, ¿qué le falta al régimen tricolor para liquidar a México?. Tal vez poco, quizá nada. Y uno como que reflexiona sobre el objetivo oficial de entregar al próximo gobierno un país oficialmente “quebrado” en el entendido de que el PRI, de acuerdo con encuestas y estadísticas, no tiene la más remota posibilidad de conservar
Los Pinos.
De manera que la muerte de Juanga, encubre de momento este nuevo atentado contra la economía popular. De momento digo, porque en sepultando al artista nos encontraremos con la otra realidad. Por ahí algún político señaló respecto de “el divo” que México sin él “será diferente”. Y tiene razón porque al regreso de las lágrimas el costo de la existencia se habrá disparado a la N potencia.
Como siempre las autoridades suponen que “somos tontos de ahora” al argumentar que el señalado incremento sólo se aplicará a los grandes consumidores e industriales en el caso de la energía eléctrica, y en cuanto a la gasolina sólo aumentará la magna cuando hasta los párvulos de guarderías saben que al final las familias son las que sufren
por la incapacidad de la tecno burocracia que “gobierna”. Y ni modo que sea invento.
Por su parte la canalla del café sostiene que estos acuerdos del señor Videgaray son una especie de venganza, porque difícilmente logrará la candidatura tricolor a la presidencia, además de que existen evidencias de que podría abandonar el barco peñista en cualquier momento, no porque su jefe y amigo así lo desee, sino porque al parecer es exigencia de poderoso grupo empresarial que tiene en Agustín Carstens, el gobernador del Banco de México, a su principal vocero.
Los tiempos que llegan
Recién Francisco García Cabeza de Vaca aseguró que la deuda del estado asciende a 18 mil millones de pesos, lo que nos hace suponer que los tiempos que vienen serán todavía más difíciles. Para empezar el nuevo gobierno estará obligado a programar los respectivos pagos porque no creemos que se declare insolvente. Son compromisos y hay que cumplirlos.
La citada deuda significa que tendrá que posponerse el cumplimento de proyectos y promesas de campaña. Lógico porque no contará con apoyo extraordinario federal con todo y su aparición en la foto protocolaria al lado de Peña Nieto.
No olvidéis que el problema de la inseguridad absorbe cuantiosos recursos y que todavía está lejos de ser solventado. ¿De dónde saldrán?. Es una buena pregunta considerando que el congreso de la Unión ya puso topes a los endeudamientos estatales.
De manera que no debemos hacernos ilusiones respecto del régimen panista. Ya decíamos que los políticos azules no son mejores ni peores, “antes al contrario”. Pero de que vienen tiempos todavía más duros, eso-que-ni-que. Y “pior si los vientos llegan enrachaos”.
Sucede que
¡Claro!, ¡no faltaba más!… el presidente Peña Nieto encabezará el homenaje a Juan Gabriel en Bellas Artes. Buena oportunidad para disminuir el enojo social, digo, si es que el asunto no resulta al revés…Mientras tanto uno se extraña que Rafael González Benavides se atreva a impartir cursos “propedeúticos” a ediles de su partido que pronto tomarán posesión de sus cargos. “¿Psss con qué cara?”, como dijo aquel.
Y hasta la próxima.