A diferencia de lo que sucede en Madero y Altamira, en los que los procesos de entrega-recepción se realizan entre representantes de partidos políticos distintos, el y el PAN, y que por eso no han estado exentos de roces y fricciones, el correspondiente al municipio de Tampico, que se inició ayer, será un mero trámite entre cuates, los dos priistas, el alcalde saliente, Gustavo Torres Salinas, y su relevo, la alcaldesa entrante, María Magdalena Peraza Guerra.
El cambio de estafeta una nueva versión de la registrada el 2013 cuando Magda, que terminaba la gestión edilicia, y Gustavo, que estaba por tomar posesión como titular del ayuntamiento porteño, intercambiaron inventarios y documentos contables y financieros sin peros ni cuestionamientos, mucho menos de discrepancias o desacuerdos, como los que se han suscitado en otros ayuntamientos.
Como establece la ley en la materia, los equipos de transición de la profesora Peraza Guerra, encabezado por los síndicos Esteban Fuentes Salazar y Giovanni Hernández, y el Torres Salinas, presidido por el contralor Javier Martínez Guillén, fueron presentados formalmente durante un acto cordial y amistoso, efectuado en el salón del cabildo de la ciudad.
Tras la formalidad, los representantes de la Maestra y los del titular del gobierno porteño en turno iniciaron de inmediato la tarea de revisión que concluirá a fin del mes de la patria. La alcaldesa electa, por cierto, pidió permiso para visitar las obras en proceso de construcción, como las del paseo del canal de La Cortadura y los mercados municipales, para conocer el avance que llevan los trabajos.
Mientras se realiza la transición, sin embargo, el alcalde Torres Salinas da los toques finales al texto del tercer y último informe de gobierno que rendirá a la sociedad en las instalaciones del Teatro Metropolitano a partir de las once de la mañana de este jueves 8 de septiembre, en el que dará a conocer un resumen de las obras realizadas a lo largo del trienio que está por llegar a su fin.
El presidente sustituto de Ciudad Madero, Mario Alberto Neri Castilla, por su parte, hará lo propio el día 9 a las 18 horas desde la Unidad Deportiva declarada reciento oficial y el homólogo de éste en Altamira, Armando López Flores, cumplirá con la obligación constitucional tres día después, el 12 de los corrientes.
Siguiendo con el tema de los informes de trabajo, el que no desaprovecha ocasión para llamar la atención de los ciudadanos es el presidente de la Junta de Coordinación Política de Tamaulipas, diputado Ramiro Ramos Salinas. Ayer fue el tercer y último informe el pretexto para acaparar los reflectores, cámaras y micrófonos de los medios de comunicación.
Aunque parece que al funcionario no le importa mucho que, como reza aquella famosa cita de que dice que el elogio en boca propia es vituperio, dejó que los propios priístas, que es lo mismo que si lo hubiera dicho él, dijeran que la actual legislatura tamaulipeca que ha presidido ha sido una de los más transparentes y productivas de México.
Para darle mayor credibilidad al elogio o por lo menos para guardar la apariencias, el legislador de Nuevo Laredo debió al menos haberles pedido que le echaran flores a algunos cuates o amigos del ex invencible, como Gustavo Cárdenas o a cualquier perredista que se prestara a hacerla de palero, en vez de dejar los cebollazos a los propios compañeros de partido.
La realidad es que, Ramos Salinas, seguramente pasará a calentar la banca al finalizar el actual gobierno estatal y no únicamente porque el próximo sexenio estará a cargo de un militante del PAN, sino porque se trata de un político sexenal que, como sucedió con Ricardo Gamundi Rosas en el régimen de Eugenio Hernández Flores, el neolaredense nació, creció y terminará su carrera de servidor público durante la administración del gobernador Egidio Torre Cantú.
El regidor Salvador González Martínez, por otra parte, declaró que seguirá adelante con la demanda por agresiones perpetradas en la pasada campaña electoral por elementos de Acción Nacional y Germán Pacheco Díaz contra activistas del PRD hasta que la ley se aplique a los responsables del incidente.
Lo que parece que no ha entendido el edil es que si ahora que gobierna la entidad un mandatario del PRI no ha prosperado la denuncia judicial, cuando asuma el cargo el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, seguramente la exigencia ira a parar a la congeladora.
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