Solo pasa en Tamaulipas, el ex está en la lista negra de las autoridades americanas, pero acá en su tierra, a la que hace seis años dejo de gobernar es la estrella, el más buscado por los políticos locales para fotografiarse con él, extrañado por los periodistas y por las bases tricolores.
Así es mis queridos boes, es Eugenio ‘Geño’ Hernández, el personaje que cada que aparece alborota, provoca, agita y nos recuerda que de este lado de la frontera la ley que prevalece es la del poder político, la de los cuates tricolores.
La vez pasada que Geño estuvo en el V Informe de Egidio Torre Cantú provocó que la prensa regia y algunos de más allá del Río Bravo destacar que mientras lo buscan él se pasea por Tamaulipas, igual ocurrió aquella vez que como la mayoría de victorenses fue a ver las calderas gigantes.
El caso es que ayer volvió a partir plaza en el último informe de Egidio Torre Cantú, acompañado por sus inseparables guardaespaldas y el séquito que le da servicio en todos lados.
Esta vez, sin embargo, no le fue del todo bien, pese a que como siempre llegó a las inmediaciones del Centro Cultural Amalia G. de Castillo Ledón con la sonrisa de oreja a oreja como el que nada debe y nada teme.
Y es que Geño dio el mal paso, en el último escalón ya para enfilarse a la entrada del recinto un pie le jugó una mala pisada, trastabilló y fue a dar al suelo.
La cara de los ojos azules no alcanzó a llegar al piso, porque alcanzó a meter las manos, eso sí quedó postrado, pero muy rápido se puso de pie cuando el grito de las periodistas que lo seguían aún no había terminado.
Ya adentro del teatro la suerte le regresó al ex gobernador, selfies con prácticamente todos, diputados locales y federales, alcaldes y ex alcaldes, como si fuera el padrino.
La pasó bien Geño, vino y triunfó como en sus mejores tiempos, como si nada le estuviera pasando en temas judiciales.
Gustavo; ¿rajón?
Se acuerdan de aquellas frases de: «en qué trabaja el muchacho» y «¿quén pompo?», de sus declaraciones tronadoras sobre el entonces candidato del PAN a la gubernatura, eran los tiempos de Gustavo Cárdenas el ‘bravucón’, ayer el que llegó al último informe de Egidio era un manso corderito que no mata una mosca, que no quiere pleito.
Pero no es nueva la actitud del dirigente del Movimiento Ciudadano y diputado federal plurinominal, porque luego de que su hijo se vio involucrado en un incidente de compraventa de droga en Nuevo León, ya nada ha sido igual y menos tras que el alcalde de San Pedro declaró que el legislador tendría que dar gracias a Dios que sus policías no habían matado a su vástago.
Bueno, pues ayer dejó los rayones, los periodistas le preguntaron sobre su relación con el gobernador electo Francisco Javier García Cabeza de Vaca, al que se dedicó a ofender y difamar en la campaña y lejos de las estridencias hasta le deseo suerte.
«Deseo enormemente que le vaya bien a Tamaulipas y que le vaya bien al próximo gobernador y que funcionen las cosas como queremos los tamaulipecos”, contestó.
Pero de lo chistoso aún le queda algo al también tres veces candidato perdedor a la gubernatura, que parece haberle mandado decir al gobernador electo que tome las cosas por el lado amable con esta frase: “Todo eso ya quedó atrás; Cabeza de Vaca ya sabe como soy”
Enrique Ochoa Reza ¿cuidadanizar?
También anduvo en Victoria el dirigente nacional del PRI (líder es otra cosa), Enrique Ochoa Reza, quien de figura caricaturezca también acaparó reflectores, abrazos y selfies.
Ochoa Reza, quien no se ha caracterizado por su liderazgo y tino al declarar, ayer salió aquí con que piensa cuidadanizar al PRI.
¿Qué los priistas no son ciudadanos?, ¿qué no era eso lo que habían dicho los priistas luego de perder el 2000?, ¿qué hicieron entonces todo ese tiempo los del PRI?.
Tampoco quiso hablar mucho con la prensa, pero adelantó que en un mes volverá a Tamaulipas para reorganizar a ese partido en el estado, sobre todo en la nueva realidad con que se despertaron el 6 de junio tras perder con el PAN la gubernatura.
Dijo que ahora los priistas tamaulipecos van a tener que trabajar día y noche para recuperar la confianza de los ciudadanos.
Balta; el ausente…
No causó sorpresa que el candidato perdedor a la gubernatura el 5 de junio no haya asistido a los eventos de VI informe de Egidio Torre.
Es evidente que no hay buena relación con el poder local que está por dejar el mando, ha sido evidente también que para la mayoría de los del PRI el gran culpable de la debacle es el diputado federal que esta vez prefirió quedarse en la CDMX.
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