Aterrizó por fin la esperada reforma a la Ley Orgánica de la Administración Estatal. El gobernador CABEZA DE VACA hizo valer la soberanía regional y su condición de partido diferente al que hoy manda en Los Pinos.
Por eso el nuevo diseño de gabinete obedece a decisiones propias del entrante mandatario, apartándose en algunos rubros del modelo federal.
En el entendido de que el presidente PEÑA NIETO se encuentra en su bienio de salida y tiene preocupaciones bastante más urgentes que el andar supervisando como se configura un gobierno en la periferia.
Atrás quedaron los tiempos en que los esquemas nacionales se clonaban de manera vertical en estados y municipios.
La tradicional calca de nombres y atribuciones tenía por argumento la necesidad de facilitar la interacción entre distintos niveles de gobierno, conectando por parejas oficinas similares.
Aunque también es cierto que en dichas tareas de enlace entre Estado y Federación no son los nombres sino las funciones lo que realmente cuenta.
Arriba y abajo
Ejemplos para recordar, cuando la palabra “Fomento” (Económico, Rural, Agropecuario, Industrial) fue mutando por “Desarrollo” en secretarías y programas.
Igual vimos llegar oficinas que adoptaron, en nombres y acciones, las tareas nacionales de derechos humanos, medio ambiente, transparencia y más.
Actitud imitativa que parecía recordarnos al juego infantil de “lo que hace la mano, hace la tras”.
Antes había ocurrido con la inútil Contraloría de MIGUEL DE LA MADRID, cuyo reflejo se dejó sentir en el gobierno del doctor MARTÍNEZ MANAUTOU.
En cuanto a los organismos culturales, en la entidad tuvimos un ITBA como reflejo del INBA. Ambos “de Bellas Artes”, tamaulipeco y nacional.
El equivalente al CONACULTA fue el ITCA, el primero “consejo nacional”, el segundo “instituto tamaulipeco”, los dos “para la Cultura y las Artes”.
Algo se esperaba ahora, tras la conversión del CONACULTA en Secretaría de Cultura, consumada en diciembre pasado, con GUILLERMO TOVAR al frente.
No ocurrió así y esta es una de las decisiones que reflejan el criterio independiente impulsado por CABEZA DE VACA.
El ITCA seguirá tal cuál, pero en lugar de ubicarse en línea staff al Gobernador, dependerá de la Secretaría de Bienestar Social, nuevo nombre de SEDESOL.
Haciendo memoria, el concepto de Desarrollo Social fue instaurado con rango de secretaría federal en el cuarto año del gobierno salinista (1992) impactando luego en los niveles regionales que se plegaron a la medida de manera mimética, desde el gobierno de MANUEL CAVAZOS.
Ya no estará en la nomenclatura oficial de Tamaulipas.
Redistribución
La nueva ley orgánica eleva a rango de secretaría las subsecretarías de Turismo y Pesca, antes adscritas a Desarrollo Económico y Desarrollo Rural.
La Secretaría General de Gobierno (SGG) recupera dependencias hoy dispersas en otros ámbitos de la función pública:
De la Secretaría del Trabajo pasan a SGG las funciones de Catastro, Registro Civil, Permisos y Legalizaciones, Mediación y Asuntos Notariales.
Y de la Secretaría de Desarrollo Urbano se devuelve a la misma SGG la Subsecretaría de Transporte.
A su vez, el Servicio Estatal del Empleo es trasladado de Desarrollo Económico a la Secretaría del Trabajo.
En cuanto a la presunta mudanza de cuatro secretarías a otras ciudades, la predicción se cumplió solo en dos casos: Pesca en Tampico y Desarrollo Económico en Reynosa. Con dos desmentidos: ni Desarrollo Rural irá a Mante, ni Trabajo a Nuevo Laredo.
Acertadamente se crea la figura del Jefe de la Oficina del Gobernador que aglutinará tareas esenciales de conducción inmediata y al más alto nivel, como son las oficinas de Asesores y Comunicación Social.
Fortaleza en el mando, sin duda alguna.
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