MATAMOROS, Tamaulipas.- Juntos hasta la muerte, fue el caso que le sucedió a un pepenador que muriera de cirrosis en calles del Infonavit Los Ángeles, cuando empujaba una carreola en la que juntaba botes de aluminio y fierro viejo para sobrevivir junto con su mascota, un perro color café que nunca se separó de él hasta que el cadáver fue levantado y llevado al SEMEFO.
Del cuerpo tomó conocimiento la Policía Investigadora al filo de las 15:00 horas, pero vecinos del lugar refieren que la persona estaba tirada en la banqueta desde la madrugada y pese a que hicieron el reporte, nadie les hizo caso.
Sobre la banqueta de las calles Poderes y avenida Los Ángeles, bocarriba estaba ya sin vida la persona del sexo masculino que llevó en vida el nombre de Pedro Torres Garza, de 57 años, quien tenía su domicilio en el fraccionamiento Palo Verde.
Junto al cadáver del infortunado hombre estaba su mascota, un can de corta edad de pelaje amarillo que no se despegaba ni un instante de su amo, quien estaba ya sin vida.
Los hermanos del ahora occiso que se encargaron de realizar el reconocimiento del cadáver, aseguran que Pedro era afectado al agua ardiente (huachicol).
En muchas ocasiones hablaron con él para que dejara el alcohol pero nunca hizo caso, hasta que el huachicol lo mató.
Dicen que se ganaba la vida recorriendo las calles de las colonias al oriente de la ciudad en busca de botes de aluminio y fierro viejo para venderlos en las comercializadoras y obtener dinero para la bebida.
Todos los días, por las mañanas y las tardes, en compañía de su mascota recorría varios sectores en busca de material para comercializar.
Sin embargo, esta fue la última vez que lo vieron con vida, y al ver que no regresaba salieron a buscarlo pero no dieron con su paradero.
Fue así como acudieron a la Procuraduría General de Justicia donde al momento de dar los generales de la víctima se percataron que coincidían con las del cuerpo que tenían en las instalaciones del Servicio Médico Forense.
Los familiares acudieron a la unidad número 3 para solicitar la entrega del cadáver del pepenador a fin de velarlo y darle sepultura.
Fuentes cercanas a la Procuraduría manifestaron que al parecer la causa real del fallecimiento pudo ser un cardiacazo, pero a consecuencia de tanto alcohol que ingería.