CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Desde la salida de más de 2 mil militares que reforzaban la seguridad de los más de 20 municipios rurales de la zona centro del estado, los niveles de inseguridad han regresado a poblaciones como San Carlos, Casas, Padilla, Güémez, Jaumave y Tula principalmente, donde los robos de ganado, de herramienta y hasta homicidios están a la orden del día.
Manuel Lara Martínez, dirigente de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, comenta que en poblaciones como Aldama y parte de Soto la Marina, se habla de que los rancheros y algunos campesinos ya se armaron para defender el campo.
“Yo no los he visto, pero miembros de la organización nos han informado sobre estas acciones que están desarrollando la gente del campo para defenderse de los robos que siguen sufriendo en sus comunidades, ante la falta de una policía que apoye en las labores de vigilancia”.
Lara Martínez, señaló que el gobierno federal no ha respondido a la demanda de seguridad que han hecho los campesinos.
“En el 2015, dijeron que nos mandarían a la gendarmería para vigilar los municipios rurales en el sur del estado y sólo estuvieron unos meses paseando por Tampico, Madero y Altamira y después se fueron, porque no realizaron un solo rondín en la zonas rurales”.
Sólo 7 patrullas vigilan 5 municipios en el altiplano
A pesar de no ser considerados como municipios con altos niveles de inseguridad, la región del altiplano tamaulipeco que comprenden los municipios de Jaumave, Palmillas, Miquihuana, Bustamante y Tula, son vigilados con apenas 7 patrullas y cerca de 40 elementos de la policía estatal.
José del Carmen Cruz Jiménez, dirigente campesino de Jaumave, señaló que la situación crítica se vive en el municipio de Tula, en cuyo municipio se han registrado homicidios y se tiene el reporte extraoficial de varias personas desaparecidas.
Agregó que es Tula donde existe una difícil situación de seguridad durante este año.
“Tan sólo en el mes de agosto en ese municipio, policías estatales asesinaron a balazos a un joven e hirieron a otros, en un caso que aún no han explicado”.
Posteriormente se tuvo conocimiento de la desaparición de una mujer y sus hijos, y ahora existe el rumor de que hay más jóvenes desaparecidos.
Añade que la falta de seguridad ha provocado que municipios como Palmillas, Bustamante y Miquihuana, se empiecen a registrar robos, principalmente de viviendas y en los ranchos, donde desaparecen las herramientas de labranza y otros insumos.
Afirmó que la situación se agudizó desde el mes de septiembre en que los elementos militares que resguardaban toda esta región se fueron y ya no volvieron, mientras que los policías estatales son insuficientes para garantizar una vigilancia en estos municipios.