1.- La opinión de los medios de difusión, las encuestas, los resultados de los 3 debates y otros indicadores, revelan que este día triunfará Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de Norteamérica.
2.- La opinión de los votantes latinos ha definido a Hillary Clinton como su candidata, no sólo por sus virtudes personales y políticas, sino por la pésima conducta e ideología del candidato Donald Trump, quien ha sido considerado como un peligro para México y para el propio Estados Unidos.
3.- De cualquier manera como se resuelva la elección, las encuestas políticas no son confiables ni determinan con certeza los resultados. Son otros los factores que deberán ser tomados en cuenta para predecir el triunfo de Hillary Clinton.
4.- Las encuestas políticas comenzaron a practicarse en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 1936, pero empezaron sin rigor metodológico, interrogando a capricho a toda persona que se prestaba a hablar con los encuestadores.
5.- Se cometieron errores tan graves como el de 1945, cuando el famoso George Gallup predijo el triunfo del popular gobernador republicano de Nueva York, Tomas E. Dewey, sin embargo, acabó aplastado en las urnas por el grisáceo Harry S. Truman, presidente de Estados Unidos de 1945 a 1953.
6.- Cuando las encuestas se hacen con absoluto apego a las normas, pueden proporcionar una “radiografía psicológica” de las sociedades en un momento preciso, a partir de un estudio empírico que tome en cuenta las diferentes regiones, edades, etc.
7.- En la práctica, sin embargo, la radiografía puede salir totalmente desenfocada, cuando los encuestadores, por lo general jóvenes mal pagados, ni se molestan en realizar todas las llamadas telefónicas de la encuesta, o en visitar todos los domicilios que les son asignados, y de plano inventar los resultados.
8.- Para combatir este problema, las agencias encuestan a supervisores que comprueban si los cuestionarios efectivamente fueron aplicados como se debía. La encuestóloga María de las Heras, afirma en su libro: “Usos y abusos de las encuestas políticas: escenario para el 2000”, que hay empresas con buen sistema metodológico pero muy poca ética, de investigadores muy serios aunque pocos confiables, porque carecen de recursos suficientes para emplear las mejores y más caras técnicas.
9.- Muchas veces los sondeos de opinión son usados como instrumentos de propaganda, y tratan de producir un efecto inductor del voto, lo cual explica porqué se producen las llamadas “guerras de encuestas” durante los procesos electorales. Empresas poco serias se prestan a este juego, lo que supone un uso muy poco responsable de este instrumento de indagación social, y una total desnaturalización de sus objetivos.
10.- De las encuestas se valen también los “consultores” y los “fabricantes de imagen” de las modernas campañas electorales, para “vender” mejor su producto. Incluso se ha llegado a exageradas manipulaciones de la opinión pública en este campo, pues las empresas de la promoción política “fabrican “ candidatos y los venden como mercancías.
11.- En síntesis, la carencia de honorabilidad ha transformado a las encuestas en simples maniobras políticas para impulsar las campañas electorales, en perjuicio de sus más altos objetivos de registro de las opiniones que proporciona la recta y legal elección de los candidatos.