La tromba que ayer azotó a Reynosa, que inundó varios sectores y que dejó al menos una persona muerta, es apenas un ingrediente más de la tormenta política que afecta a ese municipio desde que arrancaron las actuales administraciones municipales y la estatal; pero no es la única tormenta.
Así es mis queridos boes, la crisis política que se advertía entre la administración de Reynosa que encabeza Maki Ortiz y la estatal del gobernador Francisco
Javier García Cabeza de Vaca fue destapada ayer por la alcaldesa panista como el gobernador, que como él obtuvo un triunfo histórico en ese municipio, que
como él logró echar a los priistas del poder y que como él representa la esperanza de miles en ese municipio.
¿Qué pasó entre Maki Ortiz y el equipo de Cabeza de Vaca, entre ellos pues?, seguro no lo sabremos, al menos pronto, con certeza, pero ha quedado claro que hay un distanciamiento que podría marcar el destino de unos y otros, mandaría mensajes al resto de los actores políticos en el estado y permitiría vislumbrar
reacomodos en el imaginario del futuro electoral a mediano plazo para Tamaulipas, tan mediano como hablar del 2018.
Pero hablaba de que Maki destapó el distanciamiento, lo hizo evidente en las redes sociales, lo hizo con todo el conocimiento de causa que cualquier político mediano tiene de la reacción de las redes sociales, lo hizo en plena emergencia por las lluvias.
‘URGENTE: Solicito al Gobernador Francisco Cabeza De Vaca pueda hacer una declaratoria de emergencia para esta contingencia y después ver la posibilidad de declarar en base a la valoración a Reynosa zona de desastre y así poder atender las necesidades urgentes de alimentos y medicinas y después de daños a la infraestructura’, publicó Maki en su cuenta de Facebook.
Entrada la noche el post de Maki Ortiz tenía más de 1 mil 900 reacciones, por ahí de los 120 comentarios y había sido compartido casi 220 ocasiones, además de que no hubo portal de noticias que no lo registrara con nota informativa.
Era obvio que el mensaje de la doctora iba a ocasionar una batalla entre sus simpatizantes y quienes no lo son o lo son solo del gobernador, porque la vía por la que la alcaldesa hizo la petición a Cabeza de Vaca por donde se le quiera ver incumple con la regla diplomática, política y las formalidades entre una autoridad y otra.
Si es cierto, la cosa estaba fea en Reynosa, había colonias inundadas, bulevares anegados, autos varados y había que responder con auxilio inmediato.
Pero ¿era necesario que Maki se comunicará por face con Cabeza de Vaca?, ¿a caso se le había acabado el saldo de su amigo Kid?, ¿tendrían cortado el teléfono en la alcaldía de Reynosa?, ¿Cabeza de Vaca no le contestó el teléfono?, ¿por qué no le tomó la palabra a su representante en la frontera recién estrenado Javier Garza de Coss?
Está claro, todas las respuestas llevan al mismo camino, la alcaldesa está empeñada en pelear con la administración estatal de Cabeza de Vaca, como lo hizo por años antes de que se aliaran en la campaña y ella logrará que este la apoyará para ser candidata en Reynosa y la hiciera ganar.
Insisto en que la tromba de ayer es solo un botón de muestra, porque desde las primeras reuniones con los alcaldes electos antes de la toma de protesta Maki ya brillaba por su ausencia en los encuentros con el ahora gobernador, el lunes no asistió a la presentación de Garza de Coss y antes, según se sabe, había pedido a aliados del gobernador renunciar incluso a las posiciones en el Cabildo, como si eso fuera posible.
¿Habrá Maki calculado el riesgo político de pelearse con el gobernador de su mismo partido, el riesgo para su futuro político y sobre todo el riesgo para la continuidad del desarrollo del municipio que gobierna?.
Hasta hoy, hay que anotar que la respuesta del bando estatal ha sido serena, porque si bien hay ya un representante del gobernador en Reynosa, era un cargo que desde la transición se había anunciado y no sólo para la frontera, sino para todas las regiones del Estado; es decir, la llegada de Garza de Coss a Reynosa no obedece al desencuentro con Maki, es un asunto anunciado meses atrás.
Tampico ¿otra tormenta?
Hay en el sur dos alcaldes emanados del PAN, Madero que gobierna Andrés Zorrilla y Altamira que está en manos de Alma Laura Amparan y que hemos visto se han
dejado apapachar (políticamente) por el gobernador Cabeza de Vaca.
Pero hay muchas voces que indican que no existe la misma química entre Cabeza de Vaca y la alcaldesa porteña Magdalena Peraza Guerra, lo que se ha hecho evidente con la emergencia que dejaron las inundaciones en la zona conurbada.
Que no es convidada a la entrega de apoyos y si es, va solo como espectadora, que se ha topado con pared cuando quiere hacer observaciones a los funcionarios estatales y que por ello la alcaldesa que una vez fue aliada de los panistas anda de mal humor.
Ojo, son especulaciones de café, como lo es que no ha logrado una audiencia con el nuevo inquilino del Palacio de Gobierno, habrá que esperar a que sea ella y ellos los que den señales de cómo anda esa relación… a los porteños, como a los reynosenses es un tema que les debe interesar y mucho.
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