1.- Comenzó ya ha sentirse el “espíritu navideño”, el síndrome de fin de año, el shock del aguinaldo. Es una emoción especial que provoca ñáñaras en el estómago, calambres en las manos, cosquillas en el corazón y codicia en los ojos. Con dicho síndrome llega también el “mini aguinaldo”, que es el miserable “gol de los pobres”.
2.- El “mini aguinaldo” es el único gol de los pobres, de los asalariados, de los empleados y de todos aquellos que alquilan su fuerza de trabajo; pero es un gol mediocre que la política económica del gobierno ha vuelto insignificante. Es un golecillo que no conduce a ninguna victoria, y que no mejora el porcentaje de nadie a estas alturas del partido.
3.- Los burócratas y los asalariados, en general, empiezan ya a realizar malabarismos para encontrar la forma de cubrir sus múltiples carencias rezagadas a través de los años, y que cada navidad alimentan la ilusión de resolver de una u otra manera.
4.- Claro que hay de aguinaldos a “aguinaldos”, porque los altos jefes se despachan con la “cuchara grande”, mientras que a los empleados les otorgan escasamente un mes o 40 días de salario, sin considerar que las percepciones de la burocracia son bajas y que el costo de la vida humana aumenta cada día.
5.- Si se aplicara el criterio de que debe gratificarse con aguinaldo más elevado a quien trabaja más, pudiera ser que algunos funcionarios no alcanzaran aguinaldo, mientras que algunos diputados que se la han pasado gritando todo el año, posiblemente se les ocurra exigir un aguinaldo doble, ya que sin duda alguna, han gritado más que sus compañeros de Cámara.
6.- De cualquier manera, el aguinaldo sigue prolongando una agonía económica de muchos años, porque su monto no resuelve ningún problema importante en la vida de los asalariados. Sobre sus espaldas ha descargado el gobierno el peso de la crisis, y por ello aumenta cada día más, el número de marginados.
7.- El terrorismo de la política económica ha pulverizado toda posibilidad de ahorro, progreso y bienestar para los mexicanos. La tecnocracia, los empresarios consentidos, los grandes funcionarios de los tres poderes que cobran en dólares y se llevan la “parte del león”, han matado al aguinaldo como se mata a una gallina con un cuchillo.
8.- Durante el actual gobierno, los auténticos goleadores han sido los empresarios, los parientes y los amigos favoritos, así como algunos ex Presidentes de la República que siguen prendidos a la ubre del presupuesto, y la rapante tecnocracia que ha disparado una insensata lluvia de aumentos de precios y tarifas del sector público, para saquear más los exiguos bolsillos de los pobres ciudadanos.
9.- Con el miserable aguinaldo que recibirán los pobres, pasarán una navidad de parturienta, y la noche del próximo 24 de diciembre lo poco que logren llevarse a la boca les sabrá a ceniza.
