Como si fuera de broma, todo indica que el caso de Maki Ortiz y su pleito con el Cabildo y el Congreso del Estado tendrá que llegar al escritorio de César ‘El Truco’ Verástegui en su calidad de Secretario General de Gobierno, tras el evidente no arreglo en el partido del que todos los que dan puñetazos políticos forman parte.
Así es mis queridos boes, el lunes ya tarde se reunieron los diputados y la alcaldesa de Reynosa en la sede del PAN, a donde fueron convocados a puerta cerrada para decirse de frente todo lo que unos y otros traían ‘rumiendo’ en los medios.
Recordemos en pocas palabras el origen de la bronca: Maki se peleó desde el primer día con la mayoría de su Cabildo, citaba a reuniones sólo a los incondicionales en secreto, dio nombramientos a personas que no cumplían con el requisito de residencia en Reynosa, los ediles se los tumbaron, ella por los de ella los reinstaló, además exigía que el primer síndico renunciara a sus potestades y demás.
El Congreso le exhortó públicamente y por oficio que se rigiera por la norma, que respetará la ley y eso pues desató el escándalo. Ella se dijo violentada políticamente, los suyos gritaron bullyng y hasta amenazó con demandar en instancias federales.
El Congreso local le dio luego un ultimátum por no acatar el exhorto y por las denuncias de los regidores de las violaciones al código y el escándalo creció.
El lunes cuando los sentaron a platicar en el PAN de «Kiko» Elizondo e Ismael García Cabeza de Vaca, Maki y los diputados de Carlos García, presidente del Congreso, lejos de arreglarse parece que salieron peor, al menos el diputado salió irritado, molesto y con la espada desenvainada contra la que se supone es su compañera de partido, de la que dio a entender tiene la frente muy cortita.
“Lo que más me disgustó fue que en la respuesta dice que se deseche el punto de acuerdo, pues como vas a desechar un punto de acuerdo nada más por qué tú quieres”, dijo.
“Está en la página del Congreso porque es del dominio público el dictamen, o sea cualquier persona con tres dedos de frente puede hacer esa consulta”.
No parece haber arreglo entre Maki y Carlos García, al menos por lo que dice el diputado y mucho menos por lo que también luego de la reunión de alto el legislador Jesús María «Chuma» Moreno Ibarra, quien cobra como Presidente de la Comisión de Gobernación y desde luego del bando contrario al de Maki.
“Ya contestó, pero nada que ver con la información que se le solicitó, entonces para nosotros es como si no hubiera contestado, ya lo que sigue es pasar a una siguiente etapa, volveremos a sesionar la Comisión de Gobernación y pues puede ir desde una amonestación, sanción administrativa, pero pues lo
vamos a ver apenas la semana que entra”.
Habló de sanción cuando los reporteros le preguntaban directo si podría, tras la respuesta que de Maki, una destitución.
“Que respete el código municipal y yo creo que esto debe de llegar a un término y que se recapacite por parte de quien está detrás de ella; yo siempre he pensado que ella no es una mujer mal intencionada pero simplemente creo yo que hay gente que la está mal asesorando”, insistió el «Chuma».
La pregunta inmediata ante el desaguisado es ¿y ahora quién podrá arreglarlos?, está claro que la instancia partidista quedó rebasada, que se cierne sobre Maki el fantasma de la destitución, claro también que en la bancada azul no ven esa posibilidad como un riesgo para la unidad de su partido y más claro que la alcaldesa no va a ceder, no va a reconocer que le vale la ley y que los años no le han dado mucha experiencia política.
Es donde tendrá por fuerza que entrar «El Truco» Verástegui, tendrá que ser pronto, tendrá que ser con mucha mano izquierda para un lado y con mano derecha para los dos, porque el tema puede atropellar no solo a los dos bandos en disputa, sino salpicar a todo el equipo azul de cara a la elección que viene.
No es fácil, porque Maki no muestra señales de tener ganas de acabar con el pleito, pero del otro lado algunos términos con los que se le ha calificado también enseñan poca mecha y ganas de ver sangre.
Es cierto, a río azul revuelto, ya andan los pescadores del PRI merodeando la escena, vimos a Óscar Luebbert con la caña lista, la bancada tricolor en el Congreso local también ya lanzó la carnada y Maki ha mordido el anzuelo.
Otra vez, insisto, más allá de quién tenga la razón, el gasto que el pleito con Maki puede dejar le podría costar a todos los azules, sin deberla ni temerla.
Creo que ante una evidente falla en el cumplimento de la ley por parte de Maki no era necesario pelearse con ella, bastaba con señalarla con el código en la mano, con la ley como argumento, pero se gancharon y ahora hay que parar la trifulca.
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