Como lo que ocurrió aquel 5 de junio en que la mayoría de los tamaulipecos le dieron la espalda, la minibancada del PRI en el Congreso local sigue sintiendo el frío de la soledad, el silencio de la derrota y ni siquiera a los que parece quería defender ayer hicieron eco de sus pataleos por la Ley de Ingresos 2017 aprobada por la mayoría panista.
Así es mis queridos boes, ahí estaban Alejandro Etienne Llano y Carlos Morris levantando la voz por el incremento del 2 al 3 por ciento al Impuesto Sobre Nóminas, intentando mostrarse como los defensores de la productividad, espadachines de los empresarios y ‘luchones’ tamaulipecos, pero el grito no tuvo eco, sino todo lo contrario.
Y es que mientras Morris, el sobrino de Egidio Torre y Etienne, ex alcalde de Victoria y quien es diputado gracias al listado plurinominal pretendían hacer ruido por el incremento al ISN, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca terminaba de cerrar la pinza con los empresarios que absorberán el alza.
Los del PRI advertían una rebelión de empresarios, rechazo unánime al aumento al ISN y hasta adelantaban un escenario de despidos y cancelación de nuevos empleos, pero no funcionó así.
Desde el martes, un buen grupo de empresarios de varios puntos de Tamaulipas, pero en especial de Reynosa ya habían dado el espaldarazo al entonces proyecto de aumentar el ISN, porque los argumentos que Cabeza de Vaca les esgrimió les fueron bastante convincentes.
Antier, mientras el paquete económico comenzaba a debatirse entre los diputados, los empresarios del sur daban su visto bueno, aunque desde el domingo los hoteleros habían adelantado su aprobación.
Pero ayer la IP ‘metió el hombro’ casi de manera unánime, tras las reuniones del gobernador con la industria de exportación de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo.
No fue difícil convencer a los empresarios, porque ha bastado ver los números de las finanzas públicas que recibió el gobierno de Cabeza de Vaca y lo que se hizo en los últimos siete años con el ISN para que los de la IP entendieran que los gobiernos del PRI los engañaron y se dijeron dispuestos a
apoyar a Cabeza de Vaca.
El 2 por ciento sobre nóminas de los últimos 7 años fueron dedicados a pagar intereses y mensualidades de la megadeuda de 6 mil millones que dejó Eugenio Hernández Flores y que mantuvo en la opacidad su sucesor.
Lo peor, es que aún cuando dicha deuda estaba etiquetada para obras específicas, hay evidencias de que muchas de las obras que tendrían que haberse construido ni siquiera se comenzaron; eso ya lo está investigando la actual administración.
Por eso cuando Etienne y Morris se disfrazaron de defensores de los empresarios, preocupados por los empleos de los más pobres, nadie les hizo segunda, porque para que les creyeron primero habrían tenido que reconocer que el incremento al ISN era obligado porque el tío y el amigo de ambos dejaron las
finanzas públicas comprometidas por los próximos 30 años.
Etienne y Morris tendrían que haberse primero sumado a la exigencia de que se aclare en qué exactamente se aplicaron los 6 mil millones de pesos que se están ‘Chupando’ los recursos del ISN, porque hay carreteras, presas y otros proyectos que no están por ningún lado y debieran haberse pagado con esos recursos.
Tendrían, Etienne y Morris haber sido de los que condenaran el sobre endeudamiento que sufrió Tamaulipas, porque nunca se les escuchó antes pedir que se redujera el gasto corriente, los gastos superfluos, como ahora lo sugieren.
Por eso seguramente los empresarios del sur, los de toda la franja fronteriza y los del centro dejaron solos a los priistas en el intento de echar abajo la Ley de Ingresos, no les creyeron que son sus defensores.
Habría si, que reconocer de los empresarios de todo Tamaulipas su disposición para absorber el incremento al ISN, más de 800 millones de pesos al año, plausible que lo hagan para evitar que se tuviera que tomar otra medida en la que se castigara a los más pobres.
Hay también que reconocer la capacidad de diálogo y de argumentación que en estos días mostró el Gobernador Cabeza de Vaca, porque todos sabemos que a nadie nos gusta pagar más y que menos si se trata de impuestos.
Cabeza de Vaca tuvo el tino de ir a cada rincón del estado y hablar claro con los empresarios, les puso sobre la mesa la situación del estado en términos financieros, lo que se hizo sus impuestos y sobre todo lo que se pretende hacer con el incremento que les planteaba.
El resultado está ahí, hay una clase empresarial dispuesta a ‘sacrificar’ de sus ganancias muchos millones para que el el Estado no se paralice. Hoy se ve a los del dinero trabajando hombro a hombro con el gobierno estatal asumiendo costos y compromisos.
Insisto, el resultado de la negociación de Cabeza de Vaca y los empresarios rebela que el PRI sigue perdiendo, sin ‘cabeza’ tardará más tiempo en detener su caída.
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