6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

La deuda

Golpe a golpe

El débito asciende a 17 mil 728 millones 84 pesos con el nuevo crédito

¿Quién se quedó con los $6 mil millones que Eugenio pidió prestados?

Francisco Javier García Cabeza de Vaca ¿tendrá al enemigo en casa?

Merecido reconocimiento a Evaristo como el mejor entrenador de 2016

En el proyecto gubernamental del Presupuesto de Egresos para el 2017, se establece que el monto de la deuda pública es de 16 mil 728 millones 84 mil pesos, de los que en un mediano plazo, hay que pagar, al menos, 4 mil 763 millones 142 mil 298 pesos.

Se lo comento porque aún no se cuantifican los réditos.

Los 11 mil 831 millones 142 mil 298 pesos restantes deben cubrirse en periodos extensos, aunque esta cifra sería mayor por los intereses ya generados más los que se acumulen, por supuesto; y hasta por el nuevo empréstito de un mil millones de pesos recientemente autorizado por los legisladores albicelestes.

Sin embargo, hay la sospecha de que el crédito de 6 mil millones de pesos que el entonces gobernador (Eugenio Hernández Flores) contrató con Banorte el 3 de enero del 2008 –no en octubre 8 del 2009 como han señalado las autoridades–, comprometiendo el Impuesto Sobre Nómina (ISN) hasta por 20 años (no a tres décadas), no lo aplicó en obras.

Y eso que el decreto LIX-1120, signado por los diputados locales de la Comisión de Finanzas, Planeación, Presupuesto y Deuda Pública –en aquél año conformada por José Francisco Rábago Castillo (presidente), Magaly Villanueva Cordero, Alejandro Antonio Sáenz Garza, Benjamín López Rivera, Jaime Alberto Seguy Cadena, Hugo Andrés Araujo de la Torre y María Eugenia de León Pérez–, estableció que esos recurso se destinarían a:

1) Infraestructura para el desarrollo sustentable de la frontera norte, como la construcción del acueducto entre la Presa Falcón y Matamoros, y obras pluviales en Nuevo Laredo;

2) La infraestructura para la seguridad urbana en la zona conurbada del sur, como el proyecto de obras para el control de las avenidas de los ríos Tamesí y Pánuco;

3) Diversas obras de infraestructura de comunicaciones y vialidades como: La ejecución del programa de caminos rurales; y la construcción y ampliación de las rúas Ocampo-Tula y Altamira-Aldama; así como de los libramientos (externo) de Altamira e interior de Reynosa; de dos puentes internacionales
ferroviarios, para conectar a Matamoros con Brownsville, y a Nuevo Laredo con Laredo (Texas); la modernización del Puerto del Mezquital; y la construcción (aquí en el territorio mexicano) de un puente internacional entre Río Bravo y Donna;

4) Infraestructura para el impulso de la actividad económica como el recinto fiscalizador del Puente Internacional Nuevo Laredo III; del que se localiza en Río Bravo; y la edificación del Parque Tecnológico en Victoria y de un Centro de Convenciones en la misma capital del estado;

5) Obras para preservar el legado ambiental de Tamaulipas como la construcción de un parque natural en la reserva ecológica ‘El Cielo’ –allá en Gómez Farías–, el rescate de la laguna ‘La Escondida’ (Reynosa); y

6) Obras para elevar los servicios públicos para la productividad, en las cuales se contemplan: la construcción y el equipamiento del Instituto Registral y Catastral, y de complejos de oficinas públicas.

Empero, la nueva autoridad gubernamental presume que el recurso no fue ejercido, sino ‘esfumado’ (prácticamente), hasta el grado de decir que hubo malversación de los fondos –claramente ha dicho que fue robo el cometido por Eugenio–, en su exposición de motivos para justificar un incremento del dos al tres por ciento en el Impuesto Sobre Nómina, que, por cierto, otrora sugirió eliminar cuando despachaba en el Congreso, en un intento por ganarse el apoyo del sector empresarial.

Por tanto la investigación sobre el destino de esos 6 mil millones de pesos debe llevarse hasta sus últimas consecuencias, so pena de que el bumerang ponga a cada cual en su lugar.

Sobre todo porque la renegociación de esa deuda corrió a cargo del director de Banorte (lo era en 2011), José Argüello de la Garza, quien se comprometió con el entonces secretario de Finanzas, Alfredo González Fernández, a ampliar el plazo para el pago del empréstito.

Todo esto, deben ya saberlo el gobernador (Francisco Javier García Cabeza de Vaca) y su secretaria de Finanzas (María Gabriela García Velázquez), como el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso estatal, por lo que se antoja interesante el desenlace del caso, donde igual estarían involucrados el ex gobernador Torres Cantú y quienes con él colaboraron en la Secretaría de Finanzas, por prestarse a renegociar una deuda dudosa.

En fin, los canales serios de la investigación arrojarán los resultados sobre el destino de esos 6 mil millones de pesos.

Problema inmediato
Hace días le comenté que uno de los problemas graves que impiden el desarrollo administrativo del nuevo régimen, es la falta de dinero para cubrir el gasto corriente del último mes del año, donde se contemplan salarios, compensaciones y el aguinaldo.

De ahí que la sustitución de personal en los mandos medios esté en veremos, todavía, dificultando así trámites y servicios, mientras aumenta la zozobra entre la burocracia por la amenaza de despidos y cancelación de plazas.

Y eso que al gobierno de Torre Cantú le fue asignado para el ejercicio 2016 el presupuesto más alto en la historia de Tamaulipas.

Hablamos de 43 mil 652 millones 521 mil pesos, de los que al gasto corriente correspondieron 39 mil 170 millones 417 mil; y de esa cantidad tan sólo para el pago de servicios personales se programaron 19 mil 563 millones 708 mil pesos.

Esto en una planeación a 12 meses. Y no a nueve, como lo arguyen para justificarse los emisarios del pasado cuando se les inquiere por qué al régimen sucesorio heredaron tan grave pasivo; aparte de la millonaria deuda pública, que acaricia los 17 mil millones de pesos; créditos que no pagaron a
proveedores, contratistas ni prestadores de servicios; y, por si fuera poco, la renta de inmuebles y vehículos, agua potable, electricidad,
alcantarillado y drenaje.

Hasta donde me han informado, para cubrir tan sólo emolumentos y servicios el régimen ocupó alrededor de siete mil 500 millones de pesos, en este cuarto trimestre del año, que está a días de concluir, pero en su haber sólo encontró un mil 700, por lo que le fue necesario recortar más el gasto en todas las áreas, incluyendo los apoyos sociales y evitando la contratación de nuevo personal (al menos por el momento), so pena de que el problema se tornara más crítico.

Sobre todo porque las participaciones federales del cuarto trimestre, a decir de especialistas, fueron entregadas en su mayoría desde hace al menos dos meses; y las otras que aún no resultarían insuficientes para cubrir los requerimientos, pues deben aplicarse a los programas de seguridad, sobre todo, por ser un reclamo social.

Por eso no me extraña que se haya detenido el nombramiento de la mediana burocracia, que habrá de sustituir al copioso equipo contratado por Torre Cantú –asignándole jugosas compensaciones que iban desde los 35 hasta los casi 200 mil pesos, mensuales–, no porque fuera capaz y eficiente, sino por
parentesco, amistad o compromiso.

Y esto lo saben a la perfección los servidores públicos de bajo perfil que durante seis años fueron marginados, aun cuando en ellos descansaba el quehacer operativo del régimen de tan tristes recuerdos.

Lamentablemente son quienes más han padecido el desprecio de la jerarquía llegada a las dependencias oficiales, tachándolos de aviadores y otros epítetos, sin considerar que su presencia en el gobierno es como trabajadores, en su amplia mayoría, y no por su militancia partidista.

Tan es así que, un gran número de votos emitidos por la burocracia, hizo posible el cambio aquí en Tamaulipas y no porque simpatizaran con el membrete albiceleste, sino por el hartazgo hacia el régimen plutócrata que más daño ha hecho al estado, según estiman quienes gustan de los análisis objetivos.

En fin, no le extrañe si en este diciembre las compensaciones se les reducen a los empleados o definitivamente se les cancelan, hasta nuevo aviso, por falta de dinero y/o por la tardanza de nombramientos (del nivel dirección y jefaturas de departamento).

Opiniones prematuras
En las llamadas redes sociales cotidianamente se registra el desencanto hacia el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca porque no haber llevado al patíbulo, todavía, a ninguno de los exfuncionarios que al amparo del poder cometieron tropelías en perjuicio de Tamaulipas aun y cuando están plenamente documentados sus ilícitos.

Y vaya que la Contraloría estatal contaría con pruebas sustanciales para fincarles responsabilidades legalmente.

Sin embargo ésta misma vía de comunicación no resulta efectiva, y, por cierto tampoco confiable,

Hay entrenador
Aquí en Ciudad Victoria, hay un entrenador conocido como ‘El Vaquero’, dedicado en cuerpo y alma al triatlón.

Su nombre: Evaristo Ríos Gracia.

Él ha puesto y sigue poniendo en alto el nombre de Tamaulipas, por forjar atletas altamente competitivos, en los conciertos municipal, estatal, regional, nacional e internacional.

Las medallas obtenidas por sus discípulos (durante varias décadas) no dejan lugar a dudas, como tampoco su participación en competencias de alto rendimiento.

Hoy está en Zacatecas coordinando el campamento decembrino de su equipo Huaratri –nombre creado por él e identificado expresivamente por un peculiar logotipo diseñado por su esposa Olga Arizmendi–, lo que le impidió recibir personalmente el Premio Municipal del Deporte como el Mejor Entrenador del 2016, entregado hace días por el alcalde, Óscar de Jesús Almaraz Smer.

Y es que Evaristo antepone el acondicionamiento de sus discípulos a cualquier otra actividad, aunque sea de interés personal. Sobre todo al tratarse de una preparación con miras a participar en los certámenes del año próximo: olimpiada nacional y el selectivo para representar a México en justas mundialistas.

De su cantera, han surgido los medallistas Berrones Reyes –Mayra, Jessica y Víctor–, Paula Masiel Ovalle Rodríguez, Carlos Daniel Chávez Morales, Roberto Azahel Honorato González y muchos otros; pero igual, triatletas que no alcanzaron preseas pero sí participaron decorosamente en las contenciones donde se ganaron un lugar, a pulso.

Todos ellos son un ejemplo para la juventud, como atinadamente se destacó en la campaña del DIF municipal, intitulada #No más violencia y #Victoria viva.

Sin embargo, esto no es suficiente para Evaristo.
Él considera que sus atletas deben proyectarse más, bajo la tesitura de que ‘si por pendejo me caigo, por chingón me levanto’.

Así ha despertado el coraje competitivo de quienes bajo su mando y método se someten por gusto propio a duras jornadas de adiestramiento en natación, ciclismo y carrera pedestre, como ocurre en el campamento de altura que en pleno invierno (nuevamente) tiene lugar en Zacatecas.

Allá entrenan –desde hace días–, Mayra y Víctor Berrones, Roberto Honorato, Paula Ovalle, Nicolás Ríos Arizmendi, Mariana Rodríguez, Ían Eduardo Álvarez Aguilar y Brandon Ramos. Y ya se han incorporado ‘El Jarocho’ (Daniel), Alexa Carolina Treviño Ortiz con su hermana Aranza y Kathy Alexandra Torres Gallardo; Carlos Andrés Espinosa Ábrego y, por supuesto, los Sánchez-Álvarez (Rodrigo, Luis Alberto y Juan Emiliano) y Leonardo Zurita, quien junto a sus primos los Mena (Miranda y Emiliano) figuran entre los nuevos valores del triatlón estatal.

No por ello ‘El Vaquero’ descuida su dehesa, pues acá en Victoria le dejó tarea a sus dos asistentes –Ciro Eduardo Velázquez García y José Luis González Hernández–, para atender el acondicionamiento físico de quienes por imponderables no pudieron viajar en tiempo y forma (con él) a Zacatecas.
Pero de que todos son competitivos, ¡claro que lo son!

Basta echarse un clavado a sus a antecedentes en los triatlones del año que está por concluir para confirmarlo.

Equipo sólido
Antes de charlar con (el hoy galardonado) Evaristo Ríos Gracia, para ver la posibilidad que entrenara a tres de mis hijos (lo confieso), hasta pensé que en su entrenamientos él exageraba (por su florido léxico, que, ‘a mis ‘castos oídos’, tanto ofendían), al exigirles un plus a sus discípulos.

Al transcurrir los días, las semanas, los mese y los años, lo entendí.

Y hoy me la juego con él, en toda trinchera, por su calidad humana, perseverancia y actitud positiva ante la vida.

Es un hombre práctico. De esos que saben decir no, o sí, según las circunstancias.

Al pódium ha llevado cualquier cantidad de atletas, con y sin apoyo oficial, por abrigar un postulado netamente personal: ¡abrirle las puertas, de desarrollo deportivo, a sus discípulos!

Con él he compartido reveces y victorias –del norte al sur estatal, y más allá–, observándolo incomodado cuando uno de sus atletas falla o alegre, pero parco, si acaso triunfa; e inconforme, siempre, ante los resultados, porque, en base a su experiencia, un triatleta de los suyos puede lograr más de lo obtenido.

Evaristo no muestra dobleces, ni las tiene, tratándose del triatlón. Y, lo mismo reprende a sus atletas públicamente como en privado –ante la presencia de quien ahí esté–, pero igual los socorre cuando tienen algún problema técnico en la bicicleta, los apapacha, si está de vena; aconseja en sus tribulaciones y suele defenderlos, siempre, en toda eventualidad.

Miguel Ángel Berrones Jasso, Francisco Azahel Honorato García y, por supuesto, Francisco Javier Treviño Guerra consideran que Eva tiene una corpulencia y carácter que despierta miedo –¡uy, qué feo!–, por ser quienes más lo conocen; y por eso afirman que Eva tiene un corazón de pollo, pero igual de una bestia, pues es capaz de quitarse la camisa para dársela al que más la necesita y reprender con razón al atleta cuando no entiende ni atiende su instrucción.

‘Quiero que entiendan y a la vez comprendan…’, es otro argumento sólido que aplica en su quehacer cotidiano, cuando se trata de corregirle fallas a su equipo.

En lo personal, apruebo su método como instructor.

De ahí que celebre hoy públicamente el reconocimiento que recibió, hace días, por parte de la Presidencia Municipal de Victoria.

Y, hasta eso, por doble partida, ya que también ‘El Jarocho’ fue galardonado.

¡Felicidades, Evaristo!
Y que su pundonor se mantenga vigente para bien de los triatletas.

Los premiados
El alcalde de Victoria, Óscar de Jesús Almaraz Smer, encabezó la entrega de galardones del Premio Municipal del Deporte, Periodismo Deportivo y lo que
concierne al salón al Mérito Deportivo 2016.

Este año los galardonares fueron, en:
a) Deporte convencional: Úrsula Sarahí González Gárate (Esgrima);
Vanesa María Infante Galván (Esgrima) y Carlos Daniel Chávez Morales (Triatlón);
b) Deporte adaptado: Carlos Daniel Rodríguez Mascorro (atletismo), y Héctor Osvaldo Vargas Gómez (en la misma disciplina);
c) Categoría infantil: Regina Asened Pedraza Lerma (esgrima), Víctor Orlando Briones Tovar (esgrima) y Jonathan Omar García Zozaya (frontón)
d) Entrenador deportivo: Evaristo Ríos Gracia (triatlón); y
e) Por su ingreso al salón al Mérito Deportivo: Eduardo (‘El Puskas’) Alva, quien fue integrante del equipo Cuerudos.
También fueron premiados los periodistas Rubén Darío Jasso (por entrevista), Andrés Alejandro Ramírez Acosta (crómica), Alberto Serna Sandoval (reportaje), y Ricardo Flamarique Buenfil (fotografía).
Pero el premio que más impactó, fue el otorgado a Evaristo.

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