Empeñados en brindarle al pueblo pan y circo están muchos políticos, lo triste es que no les alcanza y a estas alturas del partido le recetan puro circo porque el pan, con tanta inflación, pronto será inalcanzable para muchas familias.
Pero de buena parte de las vicisitudes que vivimos en este bello país tenemos algo o quizá mucha culpa los ciudadanos que nos distraemos con tonterías, nos dedicamos a hacer héroes de la noche a la mañana mientras el sistema aprovecha la situación.
Andamos mal, mientras el sistema le asesta duro golpe a la economía de los mexicanos nosotros nos divertimos viendo a políticos haciendo el ridículo, tratando de llamar la atención, o de plano nos sentamos a ver cómo quinceañeras se sienten celebridades y padres de muchachitas que creen que ya pueden aspirar un Estado gobernar, peor el asunto, el pueblo aplaudiendo las locuras.
Lo anterior viene a colación por la dichosa quinceañera celebrada en La Joya, San Luis Potosí, que de ser un evento que llamó la atención por la sencillez de la gente y la dichosa chiva pasó a convertirse en oportunidad para vivales, no faltaron los políticos que quisieron aprovechar el momento para hacerse presentes y generar más ruido, esa era la intención.
LAYÍN, el polémico alcalde de San Blas, Nayarit, ese que robo poquito, fue uno de ellos, se hizo presente para obsequiarle un auto a RUBÍ, la quinceañera, quien en agradecimiento ante la complacencia de los padres bailó con él, ya nada más faltó que le permitieran levantarle el vestido a la muchachita por el coche, hágame usted el favor.
También se hizo presente el gobernador del Estado de San Luis Potosí, que fue triste su aparición tratando de fotografiarse con la quinceañera pero al final igual los padres accediendo a prestarle a su hija.
Durante el evento, al menos en todas las fotografías que se publicaron, aparecía una chica estresada, sin sonreír, no era la cara de una feliz quinceañera que disfrutaba el día más importante de su vida, hasta parecía lo sufría pero quizá sentía que el costo de la fama lo merecía.
Ni se diga la madre de la muchacha que todo el tiempo estuvo con cara de pocos amigos, como enojada, como si quisiera cobrar por todo lo que sucedía ahí o le disgustara que la gente se acercara, incluso se atrevió a decir que los burros hacían más caso que la prensa a la hora que los fotógrafos y camarógrafos querían captar imágenes.
Pero bueno, no tiene la culpa el indio sino quien lo hizo compadre, fuimos los mismos usuarios de las redes sociales los que provocamos lo sucedido, un evento muy resonado y una familia sencilla que se hacía famosa de la noche a la mañana e inmediatamente lucró con el acontecimiento y, claro, los políticos aprovecharon el momento.
La situación es que como dijera FELIPE CALDERÓN haiga sido como haiga sido se celebró el evento más sonado en los últimos días en México y el extranjero, mucha gente se identificó con la familia de RUBÍ que parecía sencilla con un toque de ingenuidad, la euforia de la quinceañera ya pasó pero como no faltan los vivales que quieran seguir lucrando.
Ahora resulta que un consultor político comenzó a asesorar al padre de RUBÍ para que participe en el siguiente proceso electoral, el oriundo de la Joya ya se ve hasta de gobernador, hágame usted el favor.
Como dijera el BUKY, a dónde vamos a parar, una cosa es que un evento que se viralizó les abra las puertas de las televisoras por un rato y otra muy distinta que piensen, sin tener ni idea de cómo son los procesos electorales o conocer algo de políticas públicas, que pueden ganar una elección.
Algo hay detrás de todo, no sólo es que un consultor ya le esté vendiendo la idea de ser candidato al padre de RUBÍ y éste se la esté creyendo y se sienta hasta Gobernador, ¿Quién envió y pagará los honorarios del dichoso hacedor de políticos?, esa farsa no es de gratis, siendo mal pensados, puede ser que hasta el mismo sistema esté utilizando el asunto de la quinceañera.
Bueno, ya hasta gira de agradecimiento por todo el país anuncian con la quinceañera y su padre, muy buena distracción social en estos momentos de crisis porque, ¿a poco cree usted que esta familia tiene la solvencia económica suficiente o quiera gastarse lo guardadito en andar agradeciendo a los mexicanos el hacerlos famosos?, obvio no, de entrada un buen dinerito pretenden llevarse, viajar de gratis y claro CRESCENCIO, así se llama el padre de RUBÍ, sintiéndose prócer político, hágame el favor.
En fin, la situación es que no cabe duda que la gente enloquece por los momentos de fama, políticos haciéndose presentes en eventos, haciendo el ridículo, quinceañeras que se sienten celebridades y padres que creen que hasta pueden ser gobernantes, un pueblo que aplaude las distracciones que el sistema aprovecha para seguir ofreciendo circo sin pan mientras crece la inflación en esta suave patria.




