El golpe no llegó en el 2017, como lo pronosticaran los economistas, se nos adelantó, nos fue asestado en plena pachanga decembrina, los politólogos consideran que ni tanta muerte en México despierta la conmoción de las masas como otro certero y duro golpe al bolsillo con este gasolinazo, es la gota que derrama el vaso, la ira social. A partir de mañana la cruda realidad y el enojo colectivo irán a la alza, y ¿cómo evitarlo? Si al tiempo de enterarnos que seguimos metidos en políticas económicas retrógradas, el presidente PEÑA nos manda saludos desde su carrito de golf, sonriente gozando de sus inmerecidas e innecesarias vacaciones, como si trabajara. Al amargar la fiesta navideña, el gobierno federal priista envía mensajes de desaliento para su corporativo, el tricolor reetiquetó así su fecha de caducidad.
Pero mientras llega mañana, hoy un solo deseo. Esta noche el ser humano se vuelve mejor persona, enumera propósitos de año nuevo que le mejorarán la salud, lo económico, lo amoroso y hasta en lo laboral, a la vuelta de 15 días por lo general se rompen las reglas y funcionamos igual, por eso, sólo por esta vez dejaré de lado las metas personales, hoy es fecha propicia para un solo deseo: la PAZ para mi país.
Que mejore el humor social, que los políticos recuperen el sentido común, de comunidad y trabajen para sus representados, que los ciudadanos respondamos al llamado urgente de sensibilizarnos ante nuestros semejantes y el entorno, que recuperemos juntos así sociedad y gobierno el tejido social y devolvamos a niños y jóvenes la oportunidad de un verdadero desarrollo integral, en armonía y en PAZ.
Hoy, esta noche cuando se despide el trágico 2016, lamentamos hechos de inseguridad pública, los malos números en economía, las malas decisiones políticas que nos atan al subdesarrollo y los desatinos globales, lloraremos por los muertos y por los ausentes, pero celebraremos la vida que aunque aqueja, nos queda. Aquí y ahora debemos asumir el compromiso de entrar a un nuevo ciclo para ser partícipes y no espectadores, para hacernos responsables de la nación en su conjunto, no basta enjuiciar y linchar en redes, debemos tomar conciencia colectiva para hacer un país mejor, en PAZ.
Y la pacificación no vendrá sólo con los buenos deseos, se construye día a día desde el primer núcleo social: la familia, desde la escuela, las instituciones, la autoridad, los gobernantes y sus gobernados, debemos apostar por un mejor año, olvidando el mal 2016, que solo trajo malas noticias que acrecentaron la desesperanza y la desesperación, que el año venidero, sea el inicio de mejores ciclos para enfrentar los retos mundiales de la macro economía con mejores políticas y estabilidad social, que sólo así se puede lograr PAZ.
No basta colgar el borreguito en la puerta, barrer la casa para afuera, sacar maletas, calzar (a fuerza) calzón rojo o amarillo o azul, ni atragantarnos con doce uvas, seriamente lo deseo, unámonos por la pacificación.
En Boca Cerrada
El nuevo año llega con presagios de una nueva crisis económica, los mexicanos desde los setentas hemos crecido con esta perorata de los que gobiernan, no es nuevo que los pitonisos nos auguren malos tiempos económicos, ahora con la justificación que es una asunto global, que si TRUMP, el Brexit, el petróleo, como sea usted y yo y todos en este país pagaremos más por lo que sea: gasolina, canasta básica, vivienda, vestimenta, e impuestos, pero eso sí mantenemos una burocracia obesa y además de gustos caros, que contrasta con el México pobre. La clase política en la opulencia no resiente las crisis.
No somos pesimistas pero sí optimistas con información y la historia mexicana nos cuenta que cuando el gobierno dice crisis debemos estremecernos, ajustarnos el cinturón y evitar deudas, porque los políticos (nos han demostrado con ahínco) que no saben administrar bien el dinero público por la sencilla razón que no es de ellos y algunos lo toman a su libre albedrío.
A propósito van algunas sugerencias de propósitos de año nuevo para los clásicos políticos corruptos mexicanos, si usted no lo es no siga leyendo: No prometer en vano, que luego el votante se lo cobra en las urnas; no robar más, y es que ya no hay ni de dónde; cuidar la imagen en redes sociales, que un mundo viral los vigila y el ridículo se queda grabado para siempre; y por último no hacer cosas malas que parezcan buenas, el amor y el dinero nunca se pueden ocultar.
En la nube
#YoNoOlvidoElAñoViejo.- Sucedió la anhelada alternancia política, Tamaulipas vive una nueva era, deseo que esta sea nueva luz, para que no decaiga el ánimo, que nunca termine la luna de miel.
@LupitaEscobedoConde
