CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Entre cuarteaduras, montes altos y bardas graffiteadas viven cientos de familias de Infonavit Tamatán y del fraccionamiento Las Flores, quienes piden a las autoridades ayuda para darle una “manita de gato” a sus casas y departamentos que en algunos casos se caen a pedazos.
En un recorrido realizado por esta zona, se constató la forma de vivir de miles de victorenses que habitan los módulos habitacionales quienes han vivido
en esa zona por años y son testigos del deterioro que sufren las instalaciones, por lo que actualmente conviven con maleza y pasan apuros para suministrar agua potable, debido a que son viejas las tuberías.
Basta caminar entre los edificios para ver cómo la división entre uno y otro dejó de ser una maya metálica y ahora es hierba seca que creció entre ambas edificaciones. Además en cada esquina los vecinos han creado depósitos de basura donde se ven desde cajas de juguetes, cerveza y ramas de árbol.
Una de las quejas más sentidas de los habitantes de estos sectores es que batallan con el suministro de agua, el cual es deficiente en época de calor.
“A pesar que cada edificio cuenta con tinacos, ésto se debe a que la mayoría de las cisternas han dejado de funcionar, debido a que por varios años, no se les ha dado mantenimiento”, narra Juan de Dios, vecino de uno de los módulos.
Otras cisternas, relatan los afectados, fueron robadas por personas ajenas a los edificios.
“Los pocos que tienen suerte de contar con buen servicio es porque entre los habitantes han cooperado para pagar a un buen plomero que realiza el trabajo de mantenimiento”.
Hugo G, así lo relató:
“Aquí nos cooperamos todos cada mes, y un señor viene para arreglarla, porque ya tenía mucho tiempo sin funcionar ya hasta le habían robado unas piezas”.
Asimismo en algunos módulos las banquetas de concreto han dejado de existir, debido a que al pasar de los años se agrietó el cemento, e incluso se ha caído a pedazo, dejando montones de tierra y piedras a su paso.
Sumado a ello la mayoría de los edificios lucen sucios y con mala imagen, debido a que están graffiteados por vándalos que viven en las cercanías del lugar, quienes lejos de plasmar un arte urbano, se limitan a sólo escribir firmas sin sentido.
Sobre ello Doña Karla dice que muchos de ellos son jóvenes que viven en otras colonias, sin embargo, no han podido hacer nada contra ellos, ya que realizan sus pintas por las madrugadas.
Más grave que eso están las condiciones de las paredes ya que muchas tienen grietas, incluso se han caído a pedazos por más que reciban una “manita de gato” por lo que además que requieren una rehabilitación a fondo, urge destinar más seguridad a ese sector.