Se fue Genaro Valero Pérez y con él a un integrante más del viejo y buen periodismo. Descanse en paz y a su familia fraterno y solidario abrazo.
Mientras tanto a estas alturas el régimen federal ya no tiene nada que perder en el entendido de que las elecciones del 018 solo confirmarán lo que es público y evidente, es decir, la expulsión del PRI de Los Pinos quizá para siempre. Y no es exageración considerando que la actitud de dicho partido cuando menos desde Miguel De la Madrid a la fecha, ha sido a contraflujo de las expectativas de la sociedad mexica.
Con las reservas del caso no es fortuito que López Portillo se autocalificara como “el último presidente revolucionario”, (que no excluye la frivolidad de su mandato con mucho de erotismo del propio funcionario y algo de locura de doña Carmen). JLP al que se le reconocen, no solo sus lágrimas y la súplica de perdón por no resolver la problemática mayoritaria, sino la nacionalización de los bancos (culpables en gran medida de la tragedia patria y ahora con mayor razón), hasta la convicción de defender al peso “como un perro”. Que no lo dejaran hacer esto último es otra cosa, pero cuando menos encaró a los saqueadores que aprovecharon lo que despuntaba como sublime abundancia de los energéticos.
Ni como dudar que con Salinas de Gortari el gobierno renunció a casi todas las conquistas históricas, enfilando a la nación hacia la crisis sin excusa ni pretexto. Vendió todo lo que quiso vender, privatizó al ejido condenando sin escrúpulos la suerte del campo, ejerció venganzas políticas y sindicales a placer y dejó en suerte a México para que otros le dieran la puntilla. En este sentido es una pena que el actual régimen lo tenga como el modelo a seguir y lo más peor, que le permita intervenir en las grandes decisiones por medio de su sobrina Claudia Ruiz Massieu y desde luego por algunos de los más importantes secretarios de fácil identificación.
El asunto es que como resultado de las aberraciones del gobierno el país está a punto de perder su estabilidad social después de que hace mucho tiempo perdió la económica. Y no es invento ni deseos catastrofistas cuando pareciera que la tolerancia de los más llegó al límite. Y como no si hasta debemos soportar el sarcasmo de funcionarios como José Antonio Meade, titular de Hacienda, quien se atreve a asegurar que los incrementos a los energéticos “no influirán en el costo de los productos básicos ni afectarán la economía popular”. Nada más para que vea la distancia que existe entre la fantasía oficial y la realidad de los millones que sin duda al iniciar el año multiplicaron los recuerdos hacia las familias del poder. Y en cuanto a las declaraciones similares de “el líder” priista Enrique Ochoa Reza mejor vomitarlas antes de que indigesten.
Ahora nos enteremos que por diversos rumbos la indignación crece. En este aspecto no olvidéis que Tamaulipas y en especial un grupo de valientes victorenses encabezados por Enrique Yáñez y Aníbal Martínez fueron pioneros justo cuando la fiebre navideña obnubilaba las perversas intenciones gubernamentales. El poder recurre a la psicología de las masas hasta que Freud despierta analizando y descubriendo desde la profundidad del alma la respectiva situación personal. ¡Ay we!.
Concluyamos en que el supremo gobierno aplica medidas económicas como si México fuera parte del primer mundo cuando es exactamente lo contrario, sea un país explotado, humillado, saqueado y con una población empobrecida por la voracidad de políticos y empresarios nacionales y extranjeros que en otras partes del mundo mínimo serían enviados a la horca. “Pero hay un Dios que todo lo ve y todo lo juzga”, como dijo aquel.
La UAT patrimonio social
Hay que insistir sobre el hecho de que la Universidad Autónoma de Tamaulipas es de todos, por la sencilla razón de que significa enorme inversión social por muchos años. Por ello extraña que algunos todavía no lo quieran entender. Es el caso de aquellos que controlan la facultad de Trabajo Social quienes se aferran a conservar una parcela de poder que ya no corresponde ni a los tiempos ni al avance y desarrollo de nuestra máxima casa de estudios.
Es como si habitaran todavía la época de las cavernas en que la impunidad se defendía por medio de presiones inconfesables. No entienden que la UAT por su misma inercia ha ido superando situaciones que avergonzaban y creaban desconfianza y descrédito desde luego, con la complicidad de ciertas
autoridades que preferían ignorar y cerrar los ojos sin importar que estuviera en riesgo el futuro de nuevas generaciones incluso del estado.
La UAT supera negativas situaciones, digo, y en estos afanes las actuales autoridades actúan en consecuencia contando, por supuesto, con el apoyo de la comunidad estudiantil y padres de familia que son testigos del fortalecimiento de la institución a pesar de intereses y ambiciones de quienes suponen que algunas facultades son y serán de propiedad privada por los días de los días.
Sucede que…
¿Usted cree a los gasolineros el cuento del desabasto?. Como que más bien se trata de otra complicidad entre autoridades y empresarios para alimentar la especulación.
Y hasta la próxima.




