5 diciembre, 2025

5 diciembre, 2025

Peña Nieto no entiende; Videgaray está devaluado

El Kiosko

Es evidente: Enrique Peña Nieto no entiende nada, absolutamente nada.

Absorbido por una feroz pugna al interior de su gabinete, exhibida su falta de liderazgo, dice entender el malestar social, dice comprender la indignación ciudadana, pero no es cierto. Ni entiende, ni comprende. Está perdido.

Encerrado en su burbuja de cristal, asesorado por tecnócratas soberbios e insensibles, se niega a escuchar la voz del pueblo.

Peor aún: En su mensaje emitido ayer desde Los Pinos, el presidente de la república pidió a la sociedad ‘atención y oídos’ para que escuchen las razones y los motivos por los cuales el gobierno decidió incrementar el precio de las gasolinas.

El primer mandatario, el más odiado en la historia contemporánea del país, olvida que debería ser el gobierno el que debería atender y escuchar los reclamos, las demandas, las exigencias de los distintos sectores sociales.

Enrique Peña Nieto no entiende nada. Mucho menos comprende el sentir ciudadano. Carente de nivel cultural, ignorante a todas luces, sin lecturas que lo orienten en el quehacer político, distante con el sector empresarial, lejano de la clase obrera, el hombre de Los Pinos pidió ‘comprensión’ a la sociedad ante el alza de los combustibles. ¡¡¡Caray!!!

Eso no fue todo: Una vez más, el presidente mintió. Tal como lo hizo cuando aseguró que con la aprobación de la reforma energética ya no habría más aumentos a las gasolinas. Una mentira más. Una raya más al tigre o, mejor dicho, al gato del ‘Grupo Atlacomulco’.

El presidente afirmó ayer, junto a su tecnócrata consentido, Luis Videgaray, que su prioridad ‘es preservar la estabilidad de la economía del país’.

Pues es más que notorio, de acuerdo con los datos y tendencias de las últimas semanas, que el presidente no ha podido mantener la estabilidad económica de la nación, una economía que parece ir, sin freno alguno, rumbo al despeñadero.

Basta observar los hechos económicos recientes, así como las perspectivas para 2017:
– El alza a los combustibles ya provocó una espiral inflacionaria. Y apenas estamos en enero. La inflación, ni de chiste, será de 4.5 por ciento en el año. Será, fácil, de dos dígitos. Meade, como su jefe, miente con descaro y cinismo.

– La inversión productiva extranjera, en especial la proveniente de Estados Unidos, se reducirá. La presión de Donald Trump ya surtió efecto entre las empresas automotrices gringas. México perderá millones de dólares y miles de empleos.

– Las millonarias remesas enviadas por los inmigrantes, consideradas como uno de los motores de la economía mexicana (por encima de lo que genera la actividad turística), también sufrirán una drástica baja con la llegada de Trump a la Casa Blanca.

– Para colmo, la producción petrolera registrará el mayor descenso en los últimos 30 años. La Sonda de Campeche se está agotando. De paso, las exportaciones petroleras descenderán de manera abrupta. Es decir, se captarán menos recursos por la venta de petróleo en el mercado interncional.

– Bajo ese escenario económico convulso, aunado al creciente malestar social, sin olvidar el reguero de muertos a lo largo y ancho del país producto de la narcoviolencia, todo indica que el dólar rebase con facilidad los 22 pesos en los próximos días, con la posibilidad de que su cotización llegue
a 25 pesos en 2018… cuando termine, por fin, el sexenio peñanietista.

En otras palabras, lo peor está por venir. Se pronostica un fin de sexenio lopezportillesco, típico de un priismo carcomido por el cáncer de la corrupción, con un peso sumamente devaluado y con la economía mexicana hecha añicos. El colapso está a la vista.

VIDEGARAY: DEVALUADO COMO EL PESO
La escena no fue otra cosa que una exhibición de poder. De quién tiene el poder: Luis Videgaray.

El tipo ni siquiera saludó a la secretaria de Relaciones Exteriores saliente, Claudia Ruiz Massieu, la sobrina consentida de Carlos Salinas de Gortari y amiga y comadre de la diputada tampiqueña Paloma Guillén.

Como sucede entre las mafias, como si se tratara de un ajuste de cuentas, la ex canciller fue liquidada. Los jefes de los dos grupos en pugna, Luis Videgaray y Miguel Angel Osorio Chong, se dieron un abrazo hipócrita, falso. El tecnócrata derrotó, en esta ocasión, al personaje de Bucareli.

Simple testigo de la escena, aunque haya sido el único orador, el hombre más odiado de México: Enrique Peña Nieto. Títere inculto.

CAMBIO EN LA SECRETARIA EJECUTIVA DE SEGURIDAD
Durante la reunión de la mesa de seguridad efectuada ayer en la Primera Zona Naval, en Ciudad Madero, Francisco García Cabeza de Vaca, gobernador del estado, anunció el relevo en la Secretaría Ejecutiva de Seguridad Pública. El nuevo titular es el abogado Luis Carranza Figón.

El ex responsable del área, Joel Vela Robles, fue designado asesor en el gabinete y analizará los temas de la seguridad. También fue designado el nuevo coordinador Antisecuestros: Alejandro López Reyes.

EL GOBERNADOR VIAJÓ A LA CDMX
El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, voló de Tampico hacia la Ciudad de México para defender la causa de los gasolineros de la frontera, uno de los sectores productivos más afectados con el insensible incremento de los combustibles.

Los gasolineros expresaron que ya no comprarán gasolina tan cara a Pemex. El mandatario estatal los escuchó y planteó la demanda ante el gobierno federal. Buen punto.

Y PARA CERRAR…
Hasta el matrimonio de Enrique Peña Nieto está en crisis. ‘La Gaviota’ no tarda en volar. ¡¡¡Caramba!!!

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