Quien tenga ojos que vea, quien tenga oídos, que escuche.
La vieja advertencia cobra en la política tamaulipeca una vigencia de importancia abrumadora y en el tema que ocupa hoy este espacio, tiene destinatario con nombre y apellidos:
Partido Revolucionario Institucional.
Para explicar lo anterior, me permito recapitular un par de meses atrás cuando señalé que Reynosa estaba convirtiéndose en el epicentro de un movimiento político en Tamaulipas que incluye, con proyectos separados o semijuntos, a un grupo de partidos. Las pruebas están al alcance de todos.
Es en Reynosa donde se escenificó la batalla más cruenta hasta ahora en el actual sexenio dentro de Acción Nacional; es en Reynosa donde el Movimiento de Regeneración Nacional –MORENA– inició su plan de conquista estatal; y ahora es en Reynosa donde surge en el PRI el primer bloque sólido, inédito, que podría terminar para el mismo en dos formas: Unido si atiende la evidente señal de alerta; o fracturado, si persiste en ofrecer oídos sordos a los abiertos reclamos para su reconfiguración.
No es una conjetura sobre las rodillas. El fin de semana pasado, con el pretexto de un tardío saludo de año nuevo -¿por qué hasta ahora? – la clase política priísta local protagonizó un cónclave que reunió a la crema y nata de ese partido. Más de 500 activistas de todos los niveles asistieron encabezados por Amira Gómez, Everardo Villarreal, Óscar Luebbert, Ernesto Cantú, Reynaldo Garza Cantú, Humberto Valdez y el líder local tricolor, Omar Elizondo. Hasta el dirigente de la FTT, Edmundo García Román, se acomodó.
¿Qué tiene de raro un saludo de año nuevo?
El saludo, nada. Pero el mensaje estuvo marcado con fuego: La exigencia de que el mando estatal del Revolucionario deje de jugar al Tío Lolo –ya se sabe que hace ese personaje– y se aplique a establecer una estrategia de rescate cuyo primer paso debe ser el relevo de su presidente, para reparar la nave priísta y tapar los enormes hoyos que tiene su casco desde la histórica derrota en los comicios del año pasado.
No son cualquier hijo de vecina los personajes involucrados en ese movimiento. Sin duda, es uno de los grupos políticos, sin tomar en cuenta siglas o
colores, con mayor poder social y económico en el Estado. Por sí sólo, dados los vastos recursos humanos y financieros que mueve, puede decidir una elección, para bien o para mal.
Queda claro que hay un peligroso y enorme vacío de poder en el tinglado priísta de Tamaulipas y que al parecer al mando nacional le importa un comino el paso de borracho que desde hace meses caracteriza al PRI. Por eso y ante ese hoyanco, cualquiera pretende ocuparlo, hasta Manuel Muñoz Cano, lo cual precisamente pretende evitar el bloque Reynosa, harto ya de las dirigencias que marginan a esa geografía.
¿Atenderá el PRI estatal estos focos rojos o seguirá acomodado en su poltrona?
Habrá que verlo, pero el riesgo es que a los enemigos declarados del tricolor que siguen aplaudiendo a rabiar la modorra y la incapacidad del ex invencible, se puede sumar un factor que lo aniquilaría en definitiva:
El fuego amigo…
Medio siglo
Medio siglo de olvido dormían bajo las calles de Victoria. Hasta el lunes pasado.
Ese día, la Presidencia Municipal y la COMAPA capitalina iniciaron en forma conjunta un programa de rehabilitación de una de las redes de drenaje más antiguas e ineficientes de la localidad, ubicada principalmente en la zona centro.
El rescate significa el reemplazo de más de 400 metros de tubería, actualmente de barro, por un material mucho más resistente.
Dentro del paquete de atención se agrupan en diversas acciones las colonias del Periodista, Unión Democrática, Azteca etapa 2, Treviño Zapata, Héroes de Nacozari, Ampliación Tamatán y otros asentamientos.
Falta mucho camino por recorrer, es cierto, pero se sigue avanzando…
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