El miércoles en la mañana, el presidente de Estados Unidos, DONALD TRUMP, firmó el acuerdo para que se construya, o mejor dicho se complete, un muro en la frontera con México. Por la noche, el presidente mexicano, ENRIQUE PEÑA NIETO, criticó la resolución y dijo que nuestro país no pagará tal muro, pero no dijo que cancelaría su visita a Washington en signo de protesta, pese a las voces que así se lo aconsejaban. Perdió una oportunidad histórica.
Ni tardo ni perezoso, TRUMP escribió ayer por la mañana en su cuenta de twiter que “Si México no está dispuesto a pagar por el muro, lo mejor sería cancelar la reunión (de él y PÉÑA NIETO) con lo cual le estaba dando un virtual portazo en la cara al mandatario mexicano. Y luego, enarbolando una tardía bandera de orgullo, PEÑA NIETO dijo que no iría a la capital norteamericana. Pero ya se le habían adelantado.
Empero, el gobierno peñista movió sus relaciones con los medios de comunicación para presentar la decisión del mexiquense como un acto de dignidad nacionalista y hasta el desprestigiado ex=presidente VICENTE FOX, le digo “bravo”. Pero la timidez en las decisiones del hombre del copete había quedado una vez más al descubierto. TRUMP le tiene tomada la medida.
Sea como fuere las relaciones entre ambos países están en una crisis pocas veces vista. Estados Unidos, históricamente, siempre nos ha tenido como el vecino pobre o como su patio de atrás. Y siempre los gobiernos mexicanos han aceptado tal condición. El propio VICENTE FOX le pidió al hoy extinto mandatario cubano FIDEL CASTRO RUZ, que no hablara mal del presidente estadounidense GEORGE BUSH y que después de comer se retirara de una reunión multinacional en Monterrey para no incomodar al texano.
Las cartas están sobre la mesa. ¿Qué hará PEÑA NIETO para enfrentar la crisis? Lo primero que tendría que hacer es presentarse como un auténtico jefe de estado y no sustentarse en anuncios tardíos y campañas publicitarias artificiales.
Un jede de estado no tiene partido. Teóricamente representa las instituciones nacionales dentro de la diversidad ideológica y política que puedan entrañar. Para hacer frente a los peligros del exterior se requieren consensos nacionales sobre los caminos a tomar. En función de esa calidad, ¿convocaría PEÑA NIETO a los dirigentes de los otros partidos como ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, de MORENA, RICARDO ANAYA, del PAN y ALEJANDRA BARRALES del PRD para diseñar estrategias de defensa? Es difícil que su orgullo se lo permita. Hace años, el entonces mandatario CARLOS SALINAS DE GORTARI dijo que “a los del PRD ni los veo ni los oigo”, como una grosera ofensa a la democracia que estaba obligado a honrar.
El problema es que México no ve en ENRIQUE PEÑA NIETO un líder que espada en mano defienda la dignidad nacional. Su nivel de popularidad está en un 12 por ciento, algo que habla por sí solo de del desprecio que sienten por él amplios segmentos de la sociedad tras los “gasolinazos” y la poca efectividad de sus reformas en materia de economía.
Cuando el recientemente nombrado secretario de Relaciones Exteriores, LUIS VIDEGARAY, llegó a la cancillería, paladinamente confesó que “llegaba a aprender”, no estaba equivocado, pues de entrada DONALD TRUMP lo agarró como al “Tigre de Santa Julia” y no advirtió que el magnate se adelantaría a cancelar la visita de PEÑA ayer por la mañana. Es un fracaso en el ámbito diplomático.
Pero véase que ENRIQUE PEÑA NIOETO no entiende. Ayer se difundió que el candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México, será su primo ALFREDO DEL MAZO MAZA, a quien antes no pudo meter ante la popularidad de ERUVIEL AVILA que llego al cargo con calzador. Esto es otra prueba de que a PEÑA NIETO solo le importa privilegiar a su grupo como una extensión del sistema priísta totalitario. Ese no es el líder que México necesita para convocar a sus compatriotas a luchar con valor.
Tal como estaba previsto, ayer tomó protesta la nueva directiva del Instituto Nacional de Contadores Públicos al Servicio del Estado en Tamaulipas, que encabezan HONORIA MAR VARGAS y RICARDO GARZA NARVAEZ. Es un intento de revivir un sector priísta con miras a fortalecer el alicaído partido. No asistió la alcaldesa MAGDALENA PERAZA GUERTRA, que envió como representante al primer regidor JOSE LUIS ORNELAS NARRO, ni tampoco estuvieron ex=alcaldes como FERNANDO AZCARRAGA LOPEZ y JOSE FRANCISCO RABAGO CASTILLO, que igualmente fueron convocados. Pero la lucha se hace.
Una reciente encuesta pone de relieve que la alcaldesa de Altamira, ALMA LAURA AMPARAN, ha aumentado su nivel de popularidad en la tierra de Cucho Sánchez gracias a las acciones que en materia de obra pública y, sobre todo, de impacto social, ha desarrollado en los primeros cien días de su gobierno.. La señora no pierde el tiempo en pensar sobre su eventual reelección sino que se aplica a las tareas que el tiempo presente le impone. Los resultados de su gestión decidirán su futuro y a eso se atiene.
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