CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los Tovar, son una dinastía que desde hace casi 100 años se dedica a vender fruta en la ciudad, una familia de orgullosos fundadores del Mercado Argüelles en el cual sobrevivieron dos incendios y la globalización al convertirse en competidores directos los supermercados.
Fernando Abel Tovar Soto, platica que el iniciador del negocio fue su abuelo José P. Tovar Carreón, quien en los años 20s, vio en la fruta un medio para
poder mantener a su familia y con permiso del propietario del terreno en donde también se vendía ganado.
“Él inicia con el negocio en el terreno que era prestado para la comercialización de frutas, verduras, granos y hasta animales y una vez que falleció éste, el terreno fue donado para un patrimonio público”.
Relata que su abuelo participó en la primer construcción del mercado en los años cuarenta, y trabajo en éste hasta la mitad del siglo XX, fecha en que se incendió, “inició en el área de comida se extendió por todo el terreno y lo consumió debido a que estaba hecho de madera.
De nueva cuenta se erigió el edificio y colocó la frutería sobre el 7 a la cual llamó “Pabellón 2”, gusto que le duró hasta los años sesentas cuando nuevamente las llamas consumieron el total de los locales.
Fue en esta época cuando el gobierno decidió el edificar un nuevo recinto, esta vez de concreto, siendo el edificio que perdura en la actualidad, por lo que don José se volvió a instalar esta vez en el 6 y 7 Hidalgo bajo el nombre de Frutería Tovar.
La denominación perduró hasta su fallecimiento, cuando su hijo José Luis Tovar Ávalos adquiere el control de los locales y continúa con el legado.
“En los setentas mi papá agarra este negocio”, cuenta emocionado Fernando y abunda “en los ochentas funcionó la frutería con su hermano y deciden cambiar el nombre a Frutería Hermanos Tovar hasta los noventas que se separan y el negocio cambia de nombre a Frutería Valle de Acor.
El administrador platicó que su abuelo se encargó de enseñarle el oficio a sus demás hijos y éstos a su vez a la siguiente generación, los cuales se dedicaron al comercio de fruta al colocar diferentes negocios en Victoria.
“Somos tres generaciones, mi abuelo, mi padre y mis hermanos, si llegamos al 2020 cumpliríamos 100 años”.