CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Durante el año pasado se registraron más de 10 accidentes de ciudadanos contra el tren, y a menos de dos meses del año en curso se registró el primero, por lo que Protección Civil municipal exhorta a la ciudadanía a tener cuidado en los cruces, ya que a pesar de no haber plumas cuentan con otros señalamientos.
Según estimaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, para que Victoria cuente con señales sonoras y de barrera como las llamadas “plumas” es necesario realizar una inversión de casi 30 millones de pesos, suma que no están dispuesta a absorber al igual que FERROMEX.
Medardo Sánchez Albarrán, Coordinador de Protección Civil, informó que aunque los cruces de vía en Victoria cuentan con la correcta señalización, los automovilistas aún siguen presentando accidentes en las vías del ferrocarril por manejar de forma descuidada.
Protección Civil explicó que los accidentes no han sido por falta de plumas, sino por gente que le quiere ganar el paso al tren, ya que los accidentados hicieron caso omiso del reglamento de Tránsito y señalética de las zonas.
El funcionario afirmó que todos los cruces que hay en Victoria cuentan con señales de ferrocarril y límites de velocidad, y el colocar o no demás señales como plumas o semáforos especializados es responsabilidad de otras dependencias.
Respecto a los accidentes automovilísticos en las vías del tren, el departamento de Tránsito informó que durante el año pasado se registraron 10 impactos, mientras que a dos meses del 2017 atendieron a uno la semana pasada.
El reglamento de Tránsito indica en su artículo 31, que todo conductor de vehículo debe de efectuar alto completo cinco metros antes de cruzar la vía de ferrocarril, y antes de iniciar la marcha deben de cerciorarse de no quedar sobre los rieles y en cuyo caso deberán cederle el paso.
Quien omita esto se le aplica una sanción de hasta quince días de salario mínimo, sin embargo, hasta ahora no se le ha multado a ninguna de las personas que ha incurrido en esta falta.
Esto se debe a que los coches resultan muy dañados o pérdida total, por lo que la mayoría de los automovilistas no regresan por el coche.