Dicen que después de la tragedia llega la calma, tras un hecho negativo resulta algo positivo, la verdad ojalá así sea, que lo sucedido en el penal sirva para que se comience a sanear el sistema penitenciario y sean de verdad centros de readaptación social, no ciudades perdidas.
Este viernes se abrieron las puertas a la prensa de ese viejo edificio, emblema, quiérase o no, de la capital de Tamaulipas, ocurrió que no sólo se dejó al descubierto el túnel por donde se fugaron reos sino también las condiciones que prevalecen en el lugar, más que centro de readaptación social parece una ciudad perdida.
De lo malo algo bueno debe resultar, por lo pronto, se ve la urgencia de que se ponga mayor atención en los centros penitenciarios, que se busque la manera de terminar con la corrupción, se trabaje en la readaptación, y, si es posible, se apliquen en la reubicación.
El penal de la capital tamaulipeca está situado en la calzada General Luis Caballero, en una arteria muy transitada y el edificio penitenciario tiene cercanía con planteles educativos, iglesias, instituciones gubernamentales y colonias con alta densidad poblacional razón por la que su estadía en el lugar ya no es conveniente ni para los operativos de seguridad ni para la misma sociedad.
Por lo pronto ayer la ciudadanía observó un reclusorio desconocido, aunque se observan muchas imágenes religiosas parece en el interior se está hasta lejos de DIOS y cerca del diablo.
Las imágenes son para la reflexión, no sólo para las autoridades, también para la población, para que quienes piensen en delinquir lo piensen muy bien, sepan a dónde pueden ir a parar.
Los videos dan cuenta de una verdadera ciudad perdida, un mundo aparte que marca la miseria y donde la corrupción prevalece encubada en ese lugar y así ha sido por muchos años.
Muy deprimente lo que se veía al paso de los periodistas, además de respirarse miedo, tragedia e incertidumbre, se podían ver las condiciones lúgubres de los talleres que, hasta donde se ve, no tenían medidas de seguridad e higiene, sólo lo que hacían los internos o lo que hacían con ellos en esos lugares.
Montones de escombro dan cuenta de la corrupción que existe dentro de los penales, tienditas destruidas que no eran más que tejabanes de película de miseria .
Por supuesto que un centro de readaptación no es un lugar turístico pero todo se ve lastimoso, condiciones inhumanas donde seguramente se padecen las peores vejaciones donde hay gente que su único pecado es no tener dinero para pagar abogados.
Aseguran las autoridades que había autogobierno en el penal local, la verdad no están descubriendo el hilo negro, ese ha sido un secreto a voces, aun recordamos aquellos tiempos cuando JACINTO FLORES PEÑA ingresaba al penal vestido
de Rambo y él mismo decía, lo hacía para dialogar con EQUITERIO GAMBOA para poner orden a quienes tenían el control interno, obvio no se refería a las autoridades.
En las imágenes aparece todo tipo de material con el que los internos podían provocar una gran revuelta, desde los montículos de tierra supuestamente extraída del túnel, montones de piedras, cables de todo tipo, láminas cortantes, fierros viejos, obvio no presentaron armas de fuego, pero con todo lo que se veía se podían armar los internos.
También en una de las imágenes se ve una puerta que da al baldío detrás del penal ¿Quiénes entraban y salían por esa puerta, quien lo permitía?, no se sabe.
Es mucho en lo que se tiene que poner atención en el centro penitenciario de la capital tamaulipeca.
De todo lo sucedido con la fuga, el túnel, motín y que una vez más estamos en los ojos del mundo por asuntos de seguridad, algo bueno debe resultar, de entrada más atención a los centros penitenciarios.
Retomar y acelerar el asunto del nuevo penal, trasladar a los internos hacía allá para que el edificio
de la calzada Luis Caballero, que ya prácticamente está en el centro de la ciudad, rodeado de colonias de alta densidad poblacional, escuelas e instituciones gubernamentales, sea utilizado en cosas más amables, en un museo o una nueva casa de arte, o las dos cosas que para eso hay suficiente espacio.
En fin, la situación es que medios de comunicación nacional y local tuvieron acceso al penal de la capital tamaulipeca para constatar las condiciones en las que se encuentra y conocer el túnel de la fuga pero las imágenes daban cuenta de una situación muy lamentable, condiciones deplorables de la cárcel donde hay reos de todo tipo, bueno hasta algunos por haberse robando una despensa, todos juntos en algo que parece más que un centro de readaptación social, una ciudad perdida.
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