De cinco candidatos a la gubernatura… cinco tienen cola que les pisen
Aquí la capacitación policial está paralizada, por la falta de instructores
A cinco meses de iniciarse el proceso federal, ya se advierten alianzas
Visite ‘Los Troncones’, el Río San Marcos y/o el Cañón de la Peregrina
La contienda por la gubernatura del Estado de México ha sido ensuciada con una sarta de epítetos lanzados por los mismos candidatos, tendiente a desacreditarse entre sí, aunque igual por la socarronería de quienes al fragor de los acontecimientos dan rienda suelta a su locuacidad al través de las redes sociales.
Eso ha despertado el morbo de los más de 11 millones de electores mexiquenses y, por supuesto, de casi toda la población nacional que por los medios de comunicación masiva se han enterado de tanto circo.
Inclusive harto se divierten con las ocurrencias y hasta se asombran cuando se ventilan los deslices cometidos en el pasado por quienes hoy, con todo desparpajo, se autonombran paladines de la democracia.
Hace días, concretamente el 4 de abril, Felipe Calderón Hinojosa en su cuenta twitter publicó:
“¿Delfina es nombre propio? ¿O así le dicen por como la trata quien la nombró y es su jefe?”.
La respuesta surgió de inmediato tachándolo de borracho, misógino y chiflado, por su alusión a la candidata de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y del mentado ‘Peje’, Andrés Manuel López Obrador, seguida de la pregunta:
“¿Margarita es nombre propio? ¿O así se llama la bebida favorita de Fecal para curarse la cruda cada que despierta?”.
Los glúteos expeditos del ex presidente quisieron justificar su desliz, aduciendo que la palabra ‘delfín’ se utiliza para señalar al personaje más cercano a un hombre con poder, así que ‘delfina’ es el término femenino, para ellos, que se aplicaría a una dama favorecida por el mentado ‘Peje’.
Esta explicación, sin embargo, fue desdeñada por los cibernautas.
Muestra de ello es que le siguen pegando fuerte a Fecal y Margarita Esther Zavala Gómez del Campo, pese al retiro del comentario en redes sociales.
Y esto, además de perjudicarla a ella en su codicia de ser candidata albiceleste a la Presidencia de la República, afecta al PAN y obviamente a Josefina Eugenia Vázquez Mota, en su idea de lograr la alternancia en el feudo que la familia Del Mazo comparte con su pariente Enrique Peña Nieto.
Más cuando se ha documentado que ‘Chepina’ para el PAN, es algo así como ajonjolí de todos los moles –ella misma ha dicho que al Estado de México sólo llega a dormir–, pues en justas anteriores ha participado, como candidata plurinominal, por circunscripciones que nada tienen qué ver con el estado que ahora se aferra gobernar.
Hace días, igual, en un debate televisivo, Alfredo del Mazo Maza (el candidato priista) exhibió su ignorancia de los tiempos y sucesos que se han vivido en el Estado de México, al querer desacreditar a Juan Manuel Zepeda Hernández –candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD)–, asegurando que en su administración municipal la delincuencia, en Nezahualcóyotl, creció alarmantemente, cuando en realidad en aquel tiempo referido ése municipio era gobernado por el PRI.
Delfina Gómez Álvarez, quien fuera alcaldesa de Texcoco, tampoco se queda atrás, ya que no ha sabido explicar por qué, durante su gestión edilicia, las carteras más importantes del ayuntamiento las usufructuaron los parientes de Higinio Martínez Miranda. Su verdadero promotor.
‘Para muestra basta un botón’, reza el dicho popular, así que juzgue usted mismo: durante el régimen de Delfina el tesorero del ayuntamiento fue Alberto Martínez Miranda (hermano de Higinio); como secretario de Seguridad Pública despachó Agustín Miranda Meneses (tío de Higinio) y en la Dirección de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento, Mónica Quintero Miranda (una prima de Higinio), fue su titular.
Óscar González Yáñez, el abanderado del Partido del Trabajo (PT), simplemente es como la caca del perico. No huele no hiede en esta lid.
Capacitación
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca está convencido de que sólo capacitando gente podría integrarse una corporación policial estatal que garantice seguridad a los tamaulipecos.
Por ello, giró instrucciones precisas para que una empresa (privada) se hiciera cargo de reclutar, seleccionar, adiestrar y capacitar elementos para ser certificados en instancias federales.
No obstante allá en el C-4 (Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicaciones) fue cancelado el proyecto, porque simple y llanamente su titular, Silvia Maribel Pecina Torres, quizás considera inútil invertirle al designio del jefe del Ejecutivo estatal por querer manejar la dependencia (ella) como otrora lo hizo cuando ocupó jefaturas aduanales.
De ahí que los distintos cuerpos policiales hoy se quejen, por la falta de apoyo, mientras los ciudadanos seguimos aterrorizados por el hampa y la responsable del área antepone su compromiso a los negocios con la gente a la que está ligada desde hace años.
Ella sabe, y bien, que conformar cuerpos policiales para atender las demandas ciudadanas, correctamente, es una necesidad, por lo que me extraña que ni siquiera se ocupe de los postes ciudadanos deteriorados y menos de bajar los recursos que la Federación ofrece a los gobiernos estatales.
En fin, mientras siga manejando el C-4 como agencia aduanal, será para Pecina Torres su derrumbe.
Al menos en política.
Campo abandonado
La deplorable crisis que enfrenta el campo mexicano, de ningún modo podrá aliviarse
1) Echándole la culpa a los propios agricultores;
2) Dando todas las facilidades a los productores extranjeros como se contempla en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés), ni
3) Perdiendo el tiempo buscando culpables del infame fenómeno provocado por el mismo hombre, para dar paso al análisis que permita encontrar soluciones tangibles que contribuyan a recuperar (la mayor) parte de lo perdido; y, sobre todo, ofrecer que se revisen los términos de ese acuerdo comercial que pone en desventaja a los agricultores de acá de este lado del río Bravo.
Pero esto sólo se lograría habiendo disposición; cuando el interés comunitario en verdad rebase los intereses personales, de grupo o de partido, y se esté convencido de que sólo beneficiando a los que menos tienen es la mejor manera de avanzar juntos para enfrentar la globalización que amenaza con aniquilar el campo mexicano, gracias a políticas erróneas y, por supuesto, al desprecio que Donald John Trump exhibe hacia sus socios comerciales.
Durante los últimos días, una y otra vez, se han escuchado voces que invitan a defender los intereses del sector agropecuario.
Pero son pocas las que plantean cómo y cuándo hacerlo, sin que se piense que sus emisores lo hacen única y exclusivamente para llamar la atención; buscar los reflectores o simple y llanamente por mera demagogia, como podrían ser los casos de los dirigentes partidistas –de todos los partidos políticos, sin excepción–, que nada coherente plantean al respecto y sí, por el contrario, coinciden en señalar que el campo mexicano no puede esperar más.
No sólo porque ya se ha esperado demasiado, casi un siglo, sino porque la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en lo que respecta a la agricultura y ganadería, activaría una verdadera bomba de tiempo.
Y no es cuento.
Factores de abandono
Algunos analistas refieren que el señor de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, hasta el momento ha evidenciado su falta de oficio político por no atender adecuadamente a los campesinos de México.
Y más: su carencia de sensibilidad para evitar la confrontación con los agricultores y ganaderos, que tildan su política agropecuaria como un acto de provocación, pues éste no descansa en recriminarles no aceptar, como suya, toda la culpa por la crisis que atraviesa el campo.
Cito lo anterior por creer que el mexiquense, con su actitud, trata de aminorar los reclamos en su contra que aumentan y se reproducen casi todos los días a lo largo y ancho de la República Mexicana.
De cualquier forma no se puede soslayar que los membretes campesinos, durante décadas, también han causado serios estragos al sector.
Y cabe recordar que hasta 1970 el tipo de organización social, política y económica que manipulaba a los hombres del campo se ajustaba al corporativismo del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Bajo este esquema, precisamente, operaban las confederaciones Nacional Campesina (CNC), Nacional de la Pequeña Propiedad (CNPP), y la Nacional Ganadera (CNG), que para el priismo cumplían métodos de control político y autoritario sobre los ejidatarios y propietarios rurales.
Pero todo por servir se acaba, reza un refrán popular, y a fin de no perder control por el descrédito en el que habían caído esos membretes, el mismo PRI financió el surgimiento de otros grupos, dizque defensores del agrarismo, como la Unión General de Obreros y Campesinos Mexicanos (UGOCM), la Confederación Campesina Independiente (CCI) y la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC).
Con tres metas bien marcadas:
1) La regulación del acceso a los recursos naturales;
2) La legitimación de la representación social en las comunidades, los municipios y los estados; y
3) La planeación de la producción agropecuaria mediante el control de precios, la comercialización y la asesoría técnica.
Es obvio que el esquema resultó un fiasco durante los regímenes priistas y neopanistas –los de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa–, porque fuera de teorías y palabrería barata, en la práctica los campesinos resultaron mayormente explotados y se les utilizó, de entonces a la fecha, como carne de cañón en los procesos electorales.
¿A ver quién refuta ésta apreciación?
Alternativas
Hay analistas que sugieren que fuera de criticar el daño que se le ha hecho al campo mexicano, se adopten medidas que contribuyan a su recuperación, como una política hemisférica en pro de la seguridad alimenticia de los países firmantes del TLCAN para enfrentar los nuevos tiempos.
Incluso han ido más allá, al sugerir que lejos de sumirnos en lamentos por las políticas neoliberales, es necesario hacer planteamientos inteligentes para resolver del todo la situación del agro.
Esto ante la fuerte sacudida que al campo mexicano ha pegado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por un lado, y, por otro, merced a la preocupación generada por la nueva ley agrícola de la Unión Americana, que otorga un subsidio directo de 18 mil millones de dólares anuales a los agricultores de los Estados Unidos, mientras el presupuesto nacional apenas alcanza los 2 mil millones de dólares en el mismo lapso.
En fin, quizá habrá que esperar la llegada de un nuevo Presidente que busque las alternativas que podrían establecerse para reactivar el campo mexicano.
Asueto
La inseguridad pública no es un asunto privativo de Tamaulipas, pues se padece en toda la geografía nacional, como puntualmente se advierte en los medios de comunicación masiva al ofrecer información sobre la lucha cotidiana que las fuerzas armadas libran contra bandas delictivas, y, por supuesto, en torno a los enfrentamientos entre grupos malhechores.
Esta situación nadie la desconoce. Y tampoco se pasa por alto la firme disposición gubernamental para, al menos aquí en la entidad (con el apoyo federal), procurar el bienestar ciudadano.
Surge este comentario porque mañana, al iniciar formalmente el asueto de Semana Santa en los centros educativos –recuérdese que harán lo propio miles de burócratas a partir del martes por la tarde–, la administración gubernamental de Francisco Javier García Cabeza de Vaca refrendó su invitación a los miles de vacacionistas mexicanos y extranjeros para que visiten los atractivos turísticos del estado.
Esto se hizo objetivamente, sin ocultar la situación real que estamos viviendo.
Para dar certidumbre a los miles de paseantes –que por cierto tanto han querido ahuyentar allende el Río Bravo, en lo que toca al turismo del extranjero–, el Gobierno estatal dijo que se ha montado (ya) un operativo especial donde participan la Federación y los gobiernos de Tamaulipas y Nuevo León, a fin de que las carreteras estatales sean más seguras.
También se reiteró que aquí, en nuestro estado, tenemos un alto sentido de atención al turismo, pues éste representa una de las fuentes principales de la economía en varias regiones, donde igual que en toda la geografía estatal mucho se procura su atención, bienestar, cuidado y seguridad.
Riqueza natural
Tamaulipas es una entidad rica en bellezas naturales.
Su relieve terrestre, ríos y lagunas, presas, clima y regiones, así como su biodiversidad, constituyen el tesoro (quizá) más importante de la geografía estatal.
Pero a lo largo de la historia pocos han sido los hombres que se han interesado en divulgar las bondades de su naturaleza.
Y la mejor prueba es que hasta últimas fechas la industria turística es atendida adecuadamente.
Culpables del atraso en la materia han sido: 1) los mandatarios que en su tiempo y circunstancia soslayaron atender este rubro por el costo de inversión que representa; 2) los grupos de interés que mucho temieron al desarrollo turístico por considerar que éste los haría perder sus cotos de poder, y, 3) por supuesto, los funcionarios estatales habilitados como responsables del área.
En fin, eso amerita análisis por separado.
Lo cierto es que a lo largo de su frontera con la Unión Americana (que abarca 643.95 kilómetros); su litoral en el Golfo de México (423.40 kilómetros);
vecindad con los estados de Veracruz (167.05 kilómetros), San Luis Potosí (303.55 kilómetros) y Nuevo León (un mil 15.25 kilómetros); la totalidad de su
territorio (79 mil 284 kilómetros cuadrados, que representa el 4.1 por ciento de la superficie nacional, dividido en 43 municipios), y su ubicación geográfica, Tamaulipas tiene mucho qué ofrecer a los vacacionistas internacionales, nacionales y domésticos –en atractivos naturales–, aunque todavía resulte cuestionable su infraestructura en cuanto a prestación de servicios se refiere.
Ya se han fortalecido los desarrollos turísticos de la Playa Miramar (Madero), Barra del Tordo (Aldama), La Pesca (Soto la Marina) y Playa Bagdad
(Matamoros).
El parque ‘Los Troncones’ y el ‘Cañón de la Peregrina’, localizados en Victoria, ameritan mención especial porque el alcalde Óscar Almaraz Smer se ha propuesto que sean ejemplo de limpieza, atención y, sobre todo, de seguridad.
Así como el río San Marcos, donde habrán de ofrecerse variados y atractivos espectáculos musicales, sorteos y juegos se sana convivencia ciudadana.
Por eso y más vale la pena visitar esos parajes si usted se queda en Victoria o si viene de paseo.
E-m@il
jusam_gg@hotmail.com




