CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- La estructura de los programas sociales federales y estatales premian a los municipios que disponen de mayores participaciones e ingresos propios, mejor administración y castigan a los que menos ingresos e infraestructura tienen.
Para construir infraestructura básica con aportación de fondos federales, se obliga a los municipios a participar con promedios del 50 por ciento del valor de la obra, en caso contrario no hay obra, lo que limita el desarrollo a sus posibilidades económicas, y estas posibilidades quedan marcadas por su grado de desarrollo.
“El diseño de los programas federales muchos de ellos contemplan la aportación municipal para potenciar los recursos”, dijo en entrevista el diputado federal por el distrito con cabecera en Victoria, Miguel González Salum.
El también ex alcalde opinó que los municipios requieren de “disciplina financiera” para poder aprovechar los programas, al dar la aportación municipal que es condición forzosa y opinó que esas aportaciones municipales, también denominadas “pari passu”, no son onerosas cuando hay buena administración.
Sin embargo, los municipios con mayores carencias como Burgos, Bustamante, Casas, Cruillas, Gómez Farías, Güémez, Hidalgo, Jaumave, Jiménez, Llera, Méndez, Miquihuana, Nuevo Morelos, Ocampo, Padilla, Palmillas, San Carlos, San Nicolás, San Fernando, Soto La Marina, Tula, Villagrán y Xicoténcatl, están atrapados en un círculo vicioso.
Tienen pocos recursos, administraciones deficientes y carencias que ponen una brecha “sur norte” entre los municipios más poblados y con mayores ingresos propios.
Todos estos municipios tienen carencias serias en infraestructura básica, con más del 45 por ciento de su población sin agua entubada, más del 25 por ciento sin drenaje sanitario, caminos en mal estado, escasas comunicaciones, alumbrado público y calles pavimentadas.
Programas como el de Infraestructura Hábitat, que se describe como “mejoramiento de infraestructura básica, complementaria, equipamiento urbano; vialidades con los elementos mínimos que mejoren la accesibilidad y conectividad, seguridad de peatones (…) Centros de Desarrollo Comunitario”, etcétera, exige a los municipios una aportación de 50 por ciento para activar los fondos federales.
Otras fases de Hábitat, exigen hasta el 90 por ciento de aportación municipal, para obras de introducción o mejoramiento de infraestructura básica, complementaria y equipamiento urbano en los núcleos agrarios.
Un ejemplo sería el municipio de Palmillas, donde solamente uno de cada tres habitantes tiene el servicio de agua entubada, el 46 por ciento tiene drenaje, solamente hay algunas calles pavimentadas y en la cabecera municipal, tienen un nivel de analfabetismo del siete por ciento, carece de centros comunitarios y el 76 por ciento de sus pobladores curso de uno a nueve años de educación básica.
Según su presupuesto de Egresos para 2017, Palmillas solamente dispone de cinco millones de pesos este año para inversión pública, con lo que en promedio
podría sufragar la construcción de no más de 10 millones de pesos de infraestructura básica, lo que se resumiría a unos cientos de metros de tubería para agua, algunas fosas sépticas o la construcción de un centro comunitario.
El Plan de Desarrollo de Palmillas dice que el municipio requiere de la introducción o mejoramiento de infraestructura básica, complementaria y equipamiento
urbano en los núcleos agrarios.
De acuerdo con las últimas cuentas públicas aprobadas a Palmillas, este municipio carece prácticamente de ingresos propios debido al bajo nivel económico de la población, el escaso valor del suelo y la propiedad y la falta de una estructura administrativa que pueda cobrar debidamente.
En 2014, por ejemplo, de acuerdo a la Cuenta Pública aprobada por la Auditoría Superior de Tamaulipas, de 56 millones 222 mil pesos de ingresos que obtuvo Palmillas, solamente 286 mil pesos eran ingresos propios y 55 millones 940 mil pesos, participaciones federales o estatales y la inversión pública con todo y las aportaciones estatales y federales superó apenas los 8.4 millones de pesos.
La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, que podría financiar obras de agua y drenaje, tuvo ingresos totales ese mismo año por apenas 500 mil pesos, y no reporta obra alguna excepto de mantenimiento, pues los recursos excedentes a su gasto administrativo apenas son del orden de cien mil pesos.
la lista
Municipios con
mayores carencias
Burgos
Bustamante
Casas
Cruillas
Gómez Farías
Güémez
Hidalgo
Jaumave
Jiménez
Llera
Méndez
Miquihuana
Nuevo Morelos
Ocampo
Padilla
Palmillas
San Carlos
San Nicolás
San Fernando
Soto La Marina
Tula
Villagrán
Xicoténcatl
Un ejemplo
Un municipio como San Nicolás, con una población de mil 38 habitantes, carece de fondos para construir más caminos, reparar el único centro comunitario, tender una red de drenaje o mejorar instalaciones escolares.
Ahí solamente cinco de cada 100 pobladores disfrutan del servicio de agua entubada, 20 de 100 tienen drenaje; 40 por ciento vive de la agricultura de autoconsumo, y prácticamente ningún poblador tiene seguro social, no hay telefonía fija y el ocho por ciento posee telefonía móvil.
En su presupuesto para 2017 se estima en apenas 36 millones de pesos y nueve millones serán inversión pública y al igual que Palmillas sus ingresos dependen en un 98 por ciento de las participaciones federales y estatales.
Estos ayuntamientos carecen de capacidad financiera para mejorar anualmente su infraestructura al ritmo en que aumentan los requerimientos de la población y la única esperanza son obras directas de los gobiernos estatal o federal, al igual que las de los otros 21 municipios más pobres del estado.




