La Policía de Italia lo confirmó ayer: La aprehensión de Tomás Yarrington Ruvalcaba en Florencia fue una solicitud expresa de las autoridades de los Estados Unidos.
En otras palabras, no fue una petición de la Procuraduría General de la República (PGR) de México.
Es decir, la PGR mintió o, por lo menos, no dijo toda la verdad con el comunicado que emitió la noche del pasado domingo, una noticia que sacudió a la clase política tamaulipeca.
Las cosas se aclaran: La detención del ex gobernador de Tamaulipas se realizó gracias a la información aportada desde hace dos meses por el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos por medio de la División de Cooperación Internacional.
Por tanto, la PGR no hizo nada o hizo muy poco en la tarea por localizar al ex mandatario estatal, a quien se le busca desde los sinuosos meses previos a la elección presidencial de 2012.
Si bien existe una orden de aprehensión girada por el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales, con sede en tierras tamaulipecas, la realidad es que las autoridades mexicanas casi ni se movieron en la búsqueda de quien fuera gobernador de febrero de 1999 al último día de 2004.
Ahora la disputa jurídica se escenificará en torno a la extradición de Tomás Yarrington.
¿Los italianos lo enviarán rumbo a los Estados Unidos, con quien cooperaron con información precisa, o lo mandarán a México, país que ahora se quiere ‘colgar’ de la operación policiaca emprendida en esa ciudad llena de historia que es Florencia?
Todo indica que Italia extraditará al ex alcalde de Matamoros rumbo a los United States.
Si los gringos fueron quienes aportaron información certera para la ubicación del político mexicano, es casi seguro que se lo entregarán a ellos. Eso es prácticamente un hecho.
De esta forma, los Estados Unidos tendrían información privilegiada para torcer el rumbo político de México, el cual se enfila hacia un proceso electoral presidencial de pronóstico reservado.
La nación de las barras y las estrellas ya tiene ante los tribunales al famoso ‘Chapo’ Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa. También ya tiene en sus manos al ex Fiscal de Nayarit, Edgar Veytia, quien, supuestamente otorgaba protección a otra poderosa organización del narcotráfico en el Pacífico.
Si los gringos logran consumar la extradición de Tomás Yarrington, una vez más, como siempre, van a obtener infinidad de secretos de la clase política y económica mexicana, la que tendrá que someterse, como siempre, ante el inmenso poder e influencia de los Estados Unidos.
Así lo dicta la historia. Así será.
Y PARA CERRAR…
George Bush, ex presidente de los Estados Unidos, llegó a considerar a Tomás Yarrington Ruvalcaba como ‘una estrella en ascenso de la política mexicana’.
La relación entre ambos era tan cercana que, incluso, el ex mandatario norteamericano consideraba al tamaulipeco como su ‘compadre’. Ni más ni menos.